27/2/12

Construyendo la responsabilidad



Quiero conseguir unos objetivos pero siempre me encuentro con los mismos obstáculos, y lo peor de todo es que no vienen de fuera, sino desde mi propio interior. Se trata de la falta de responsabilidad hacia los pasos que tengo que abordar cada día. Llámale falta de constancia o como quieras, pero una y otra vez veo que fallo en lo mismo, en saber ejecutar los pasos precisos para adelgazar, dejar de fumar, tener una buena comunicación o entregar mis tareas a tiempo. Es la falta de responsabilidad. ¿Cómo puedo desarrollarla?

Clarificar lo que realmente queremos. Es posible que detrás de la falta de responsabilidad existe una falta de motivación real del poequé queremos conseguir las cosas. No es lo mismo que queramos alcanzar un objetivo porque es parte de una necesidad propia e interior o porque es una demand que se nos hace desde fuera de nosotros mismos. Es por ello que el tener claro el qué queremos, el porqué lo queremos y lo que va a suponer en nuestra vida a nivel personal y a otros niveles como el profesional, económico, familiar, social, etc.

Entender lo que hacemos. Es seguir un poco la linea de lo anterior. Cuantas veces vivimos valores, asumimos costumbres y nos involucramos en proyectos que no entendemos ni el porqué ni la posible repercusión que va a tener en nuestra vida. Cuanto más entendamos, más valoraremos y cuanto más valoremos más nos involucraremos en el proyecto que asumimos o tenemos en nuestras manos.

Visualizar lo que queremos, y si es de una manera global, mejor que mejor. La visualización nos permite que vayamos saboreando los resultados de antemano y que al mismo tiempo nos sirva de estimulo y motivación. La visualización permite alinear el cuerpo y el espíritu. Nos permite mantener las formas, las actitudes y la ilusión necesaria para que el norte siempre estén resiente en nuestras vidas.

Compartirlo con aquellos que pueden apoyarnos y alejarnos de las fuentes que nos quitan las energías que podemos tener a nuestro alrededor. Hay muchas personas que no creen ni apoyan a nuestros proyectos. Hay que saber tomar distancias prudentes, pues lo negativo o la negatividad de las personas tiende a contagiarse de forma increíble, sobre todo si hay cierta dependencia o afinidad emocional con esas personas. Cuidar los sueños y los proyectos requiere de saber protegerlos de aquellos que no los comprenden o apoyan. No te olvides de aquello que dice, dime con quien andas y te diré quien eres.

Juntarse con gente que vive la responsabilidad, no como obligación, sino como vocación nos ayudará a vivirlo de forma mucho más positiva y eficiente. El efecto contagio funciona y anima. Si los ladrones de sueños nos perjudican, los responsables nos animan y enseñan. Es por ello que muchas veces todo consiste en crear circunstancias que nos ayuden a ser responsables e incluso el saber elegir a las personas que nos acompañen por el camino de la vida.

Reconocer y aplaudir todos y cada uno de los pasos es importante. No necesitamos vanagloriarnos, pero si saber felicitar y felicitarnos por los pasos que sabemos dar y en los que conseguimos algo productivo. Es saber disfrutar y hacer disfrutar a los demás de los procesos, y que estos son en sí más importantes que los resultados en si.


24/2/12

Motivación, responsabilidad y éxito



Si la motivación es el motor que conduce hacia él éxito hay una clara evidencia de que la motivación existe en una persona: la responsabilidad.

La responsabilidad es el compromiso con uno mismo y con los demás para conseguir aquello que hemos elegido. Más que una carga moral, social, legal o económica, la responsabilidad es la señal clara de nuestro compromiso con aquello que queremos alcanzar.

Si yo me propongo alcanzar algo, un objetivo, una meta económica, un valor determinado y voy clarificando cada uno de los pasos que tengo que dar, cuando tengo que darlo, como quiero darlos y con quien deseo darlos, y me voy saltando cada uno de esos pasos haciéndolos cuando me apetezca hacerlos el nivel de responsabilidad decrece y con ello la confianza hacia mi mismo y la confianza que en mi se ha depositado.

La responsabilidad no es más que ordenar las prioridades que tengo en la vida. Prioridad es, precisamente, el darle importancia a unas cosas en detrimento de otras. Soy yo quien elijo, soy el que opto por una serie de valores, actividades y comportamientos. El saber ordenar la propia vida y colocar cada cosa en su sitio y darle el espacio que se merece es el reconocimiento de mi responsabilidad hacia lo que deseo.

Hay momentos en los que podemos vivir bajo presión, donde nuestro valores se ponen en juego, donde podemos tener mayor o menor poder de decisión personal. Pero a mi modo de ver no es en los momentos de presión sino cuando estamos más relajados cuando podemos llegar a dejar las responsabilidades, bien por el exceso de confianza, bien por no tener claro lo que queremos o bien por no ser consecuentes con lo que hemos elegido.

Una agenda, una lista de prioridades, unos plazos para conseguir lo que queremos son parte del proceso. Un compromiso personal basado en lo que elijo y no en lo que esperan de mi o me obligan a hacer es parte de esa realidad que quiero desarrollar en mi,

Están en juego mis valores, mis elecciones personales o profesionales, la confianza en mi mismo y la confianza que otros depositan en mi. Responsabilidad no es otra cosa que asumir y comprometerme con lo que yo mismo he elegido.


23/2/12

En camino, desde la mañana.



¿Has pensado alguna vez en tu forma de despertarte, levantarte e iniciar el día? ¿Crees que esta manera marca la trayectoria del día que vas a vivir? ¿Qué piensas sobre la manera en que afrontas los primeros momentos de tu día?

Aunque parezca extraño el inicio del día es fundamental. Una buena actitud marca con optimismo el trayecto que tendrás que recorrer el día. ¿Te has levantado alguna vez dejándote llevar por posibles pesadillas que has tenido durante la noche? ¿Tal vez has cargado con los malos recuerdos del día de ayer? ¿Cuándo ha sido la última vez que han sonreído por la mañana? ¿Te levantas con música?

Levantarse con un objetivo, una meta, una misión que realizar en la mente ya le da sentido al día. Visualizar lo que tenemos que hacer y disfrutar de los beneficios que nos puede aportar ya le da más sentido a nuestro levantarnos, y si lo acompañamos con sonrisas, buenas actitudes, música y alegrando la vida del que está al lado, mucho mejor.

Conozco gente que se dedicaba a poner mensajes en el baño, en las escaleras, en el salón, en la cocina. Eran mensajes que le recordaban hacia donde se dirigía, hacia lo que quería conseguir. La cuestión era, y es, grabarlo en la mente, en el consciente y en el subconsciente, mantener el norte y la dirección de la vida y del día que empezamos, libres de cargas negativas, de experiencias traumáticas en lo que importan es hacia donde quieres ir y lo que quieres conseguir y no tanto de donde vienes y lo que no quieres vivir. 

Alguien dijo en una ocasión que no somos responsables de nuestra historia, pero si de lo que decidimos. Cada día, cada mañana tenemos la opción tomar decisiones de cómo queremos vivir el día y de lo que queremos alcanzar. Y nada mejor que mirarse al espejo, esbozar una gran sonrisa y decirse a uno mismo: Buenos días, ¡éste es tu día!


22/2/12

Renovarse o morir



Es curioso. El otro día escuchaba en la radio una entrevista a alguien que se dedicaba al marketing. Me llamó la atención algo que, a veces, a mi me pone de los nervios, y era la pregunta del porqué en los supermercados a veces cambian las cosas de sitio. Estás acostumbrado a buscarlo en un sitio determinado y, de repente, zassssss, te lo cambian de sitio y te dejan medio desorientado. ¿Por qué lo hacen? Pues es una técnica que lo que busca es eso, que busques la nueva ubicación, pues mientras la buscan posiblemente piques al ver algo que no pensabas llevar y veas en ese momento la necesidad de llevarlo. Es algo así como cambiar constantemente los escaparates. La vida es movimiento y en ese movimiento estamos constantemente buscando nuevas alternativas a las cosas. Si uno no se renueva, como dice el dicho, puede llegar a envejecer antes de tiempo y morir.

El renovarse, la formación continua, el constante aprendizaje es importante:
  • Intentamos estar a la altura de las circunstancias.
  • Podemos afrontar las situaciones con nuevas perspectivas.
  • No nos dejamos sorprender por las situaciones. Estamos siempre en alerta.
  • Mantiene nuestra mente ágil y constantemente trabajando.
  • Podemos aprender de otros y estar a su altura, especialmente de nuestros hijos, aprendemos con ellos y de ellos.
  • Nos ayuda a interrelacionarnos con los demás.
  • Mostramos interés por los demás y por lo nuevo o diferente.
  • Nos enfrentamos valientemente a nuestras propias creencias.
Este y un largo número de razones son suficientes para hacer que nuestra vida esté abierta a la riqueza propia y a la de los demás. La curiosidad, la sana curiosidad por lo que muestran los demás será esa fuente que abra nuestras ventanas hacia el exterior y hacia la misma vida.

Caminar con los demás es otra de la formas de mostrar esa empatía e interés por los demás de tal manera que sepamos formar parte de este equipo al que pertenecemos por nacimiento, la sociedad humana.


21/2/12

La vida como un juego



¿Te has fijado alguna vez en los niños jugando? Parece que el tiempo no transcurre para ellos. Incluso pueden ser altas horas de la noche y seguir jugando como si nada. De repente los metes en el coche y caen rendidos y en un sueño profundo. ¿Te das cuenta de la importancia del juego en la vida del niño? Lo mismo sucede con los adultos. El juego, el deporte, el ocio son momentos en los que parece que el tiempo se hace corto.

Hay una película, La Vida es Bella, en la que el juego forma parte de la trama de un padre para que un hijo no sienta todo el peso psicológico de lo que es un campo de concentración así como el peso físico. En un gran alarde de imaginación el padre consigue su objetivo y convierte el campo de concentración en un juego de escondite para el niño.

Hay un libro, FISH, en el que el juego, el buen humor empiezan a formar parte de la dinámica de una empresa que tenía un bajón importante. El estancamiento de los empleados y de las relaciones entre éstos era parte de esa rutina diaria que hacía ver la necesidad de un cambio, un cambio que tenía que darle un tono festivo, informal y alegre a lo que uno hacía cada día. La mayor interacción entre empelados, el buen humor y la alegría hicieron conseguir los objetivos.

Cuando en la vida disfrutamos de ella, la vida se convierte en un auténtico gozo. Todo lo que hacemos parece agradable y la imaginación y la creatividad comienzan a recorreque er todos los rincones de nuestra piel. Una sensación de bienestar y de autorealización nos inunda y nos hace sentir bien.

La vida no es un juego, pero es algo que podemos y disfrutar como un juego. ¿Cómo hacerlo?

– Buscando divertirse y ser espontáneo en tu trabajo, en la misma vida.
– La gente feliz trata bien a los demás.
– El tiempo pasa rápidamente.
– Cuando vemos el trabajo se convierte en recompensa.


20/2/12

Motivación y Actitud: Elige la tuya



Una de las cosas más determinantes en nuestro proceso de de vida y de éxitos o fracasos es la actitud que adoptamos ante las situaciones. Es algo que depende de nosotros y no de las circunstancias. Somos plenamente libres para vivir cada momento de nuestra vida de la forma en que nosotros realmente queremos.

  • Aunque no puedas escoger el trabajo o lo que tu quieres en vida en si, siempre puedes elegir como lo vas a hacer, como vas afrontar las situaciones, las dificultades y los retos. Puedes elegir afrontarlos con ilusión o con pesimismo, con alegría o con tristeza, con entereza o con resignación. La actitud la ponemos nosotros, y de la actitud depende todo aquello que emprendamos.
  • Acepta la responsabilidad de tus decisiones, escoge mantener una actitud positiva ante cualquier situación. No podemos partir con una visión negativa y pesimista de lo que nos pasa. Cada situación trae consigo aspectos constructivos y de riqueza. Tenemos que apuntar hacia ellos.
  • Elige mostrar lo mejor de ti en el trabajo y disfrutar lo que haces. Cuando no somos optimistas damos lo peor de nosotros mismos. Cuando somos optimistas damos lo mejor. ¿Depende nuestra vida y nuestros éxitos de nuestros estados anímicos o más bien de la riqueza que llevamos dentro?

17/2/12

Motivación y creencia en uno mismo



Casualmente empezaba un programa de televisión esta noche con una frase muy taxativa y con claros ejemplos: "Creetelo, tu si puedes". Y añadía, "todo lo que ves a tu alrededor, papeles, bolígrafos, ceniceros, calcetines, etc. han hecho millonario a muchas personas". Todo ha salido de la mente de alguien "que ha creído". Y cuando uno cree, la motivación se encarga del resto.

No quiero hablar solo de la importancia de la motivación en la economía, sino en todos los ámbitos de la vida. Creer es poder. Cuando tengo plena confianza en mi y en lo que quiero los recursos salen al encuentro de lo que realmente busco. Tenemos una parte de la mente que no utilizamos y que se encarga de ella, el hemisferio derecho. Basta que un día quieras comprar un coche de color rojo para que empieces a ver por todas partes coches de color rojo. el hemisferio derecho de nuestra mente se abre a lo que nosotros decidimos, a lo que queremos, a lo que buscamos y en lo que creemos.

La gran pregunta es, ¿cómo llegar a creer un un propio sueño?
  • Considerarlo importante. Solo lo que vemos como importante y útil para nuestra vida es algo que permanecerá anclado en nuestra mente y que hará que la motivación se despierte.
  • La importancia la vemos a través de la contemplación y de cuando la echamos de menos, es decir, de su utilidad. Las enfermedades que han causado grandes estragos no hubieran sido resueltas sin alguien que se  hubiera pasado a contemplarla, a ver su mecanismo y a estudiar la manera de deshacerse de ella. ¿Cómo ha surgido el invento de la fregona sino a través de ver, muy posiblemente los sufrimientos de aquellas personas que tenían que fregar agachadas?
  • ¿Por qué no yo? A veces nos da miedo el dar un paso al frente, mostrar nuestras ideas, caminar hacia lo que queremos. Buscamos la aprobación de los demás. Tenemos cierta o bastante dependencia de los demás. Los creadores han creído en sus sueños, aunque sus allegados no lo hicieran.
  • Hacer algo cada día. El placer de un viaje no está en llegar a un sitio, sino en todo el recorrido. Hacer un camino, un trabajo, el desarrollo de algo no es fácil, pero tiene algo muy importante: cada paso que demos, en falso o no, siempre nos aporta algo a nuestra vida, la manera de hacer las cosas o las de no hacerlas.
  • Si otros lo han conseguido, ¿por qué no yo? Confieso que es una de las cosas que más me motiva, el ver como otros llegan a donde quieren: desde atletas con grandes discapacidades que son capaces de hacer cosas que yo, ni por asomo, soy capaz de hacer, hasta los grandes personajes que pueden haber inventado algo tan simple como la hoja de papel.

16/2/12

¿Y por qué me desmotivo?



Si la motivación es algo realmente importante a la hora de conseguir los objetivos, la desmotivación es el factor número uno para no conseguirlos. Por desgracia la desmotivación se apunta muchas veces como compañera de camino haciendo que perdamos de vista nuestros objetivos e ilusiones. ¿Por qué la desmotivación se adueña de nuestras vida?
  • El sentido de la vida y de las cosas. Puede parecer muy filosófico, pero es una realidad. ¿Para qué vivimos? ¿Para que estudiamos? ¿Para que trabajamos? ¿Para que traemos niños al mundo? En el fondo cuando las cosas tienen un sentido se vive con más alegría, ilusión, energía y vitalidad. Hoy mismo me daba la razón la experiencia de una madre que veía como a su hijo le costaba más que nunca el acabar las tareas del colegio. Cuando el niño supo que, de si acababa o no la tarea, iría con una amiga suya de paseo, no pasaron más de diez minutos en acabarla. La motivación se acrecentó porque había una ilusión de fondo. Aunque un paseo con una amiga no es el mejor ejemplo sirve para ilustrar que cuando hay motivos, la motivación hace el resto. ¿Te acuerdas de la película La Vida es Bella? Un padre en un campo de concentración con su hijo, que para que el hijo no sufra le oculta la realidad y juega a esconderse de los soldados. Cuando hay un motivo hay una motivación, y cuando hay una motivación ésta se convierte en ilusión y la ilusión en acción.
  • Otro de los motivos puede ser el sentimiento de incompetencia. El encontrarse ante una situación en la que uno no sabe defenderse puede hacer que uno se venga abajo. Veo que lo hago mal, que no salen las cosas como yo quiero. No obtengo resultados y los sentimiento de incompetencia e inseguridad se apoderan de uno. ¿Qué hacer en estos casos? Tal vez no mirar tan lejos y si más corto. Si me propongo correr 10 kilómetros y abandono a los 500 metros lo mejor tal vez será ponerme una meta de correr primero 500 metros, y cuando lo consiga proponerme después los 750 metros. Descomponer el gran objetivo en pequeños objetivos que se puedan alcanzar de mejor manera afianzará la confianza en mí mismo y no me hará sentir incompetente, ya que los pequeños logros los voy consiguiendo. Es más fácil adquirir competencia en pequeñas cosas que en todas de golpe.
  • Carecer de autonomía. Muchas veces dependemos de los demás. No confiamos en nosotros mismos. Nos cuesta creer en lo que podemos conseguir. Tener el convencimiento de que "sí puedo hacerlo y por mi mismo" es fundamental. Tal vez lo intente al principio a escondidas. No importa, lo importante es hacerlo. Tal vez tenga que fijarme en cómo lo hacen otros. Tampoco importa. Nunca está de más el aprender de los demás, somos seres interdependientes y además nos complementamos unos a otros.
Y todo se queda en preguntarse por el sentido de la vida y del porqué de lo que uno hace, en preguntarse como puedo adquirir esa competencia que me falta y el creer en mi mismo. La ilusión, la energía y la motivación serán nuestras compañeras de viaje.


15/2/12

Motivación y el paso a paso sin perder de vista el proceso



Vivimos en plena era científica donde los adelantos son una consecuencia de los proceso. Para llegar hasta donde se ha llegado no se ha utilizado el azar sino un proceso de ensayo continuo donde el fracaso es un eterno compañero de camino. Pero el fracaso tiene su sentido y su aspecto positivo, aceptarlo, asumirlo y saber que es lo que no ha funcionado es la clave de la superación de todos los procesos.
  • El fracaso no es un error, sino una manera de aprender a hacer las cosas de una manera mejor, de una forma diferentes y buscando resultados diferentes. Hay quien ante el fracaso se viene abajo, y los hay quienes ante la obstinación que forma parte de su carácter no hace más que preguntarse una y otra vez el como poder lograr lo que uno quiere si de una forma concreta no sale.
  • La observación de los procesos es importantes. La vida tiene sus sistemas mecánicos. Lo único que hay que hacer es descubrilos. Una vez que vemos como la misma naturaleza se comporta, o como otros consiguen llegar a la cúspide, lo único que nos resta es averiguar el proceso que siguen. ¿Cómo prepara un gran cocinero un plato determinado? Es cuestión de verlo, seguir el proceso y poner los sentidos en lo que uno está haciendo. Lo mismo puede hacer un jugador de basket o de fútbol. Todo es un proceso mecánico ensayado una y otra vez hasta que ha dado resultado, y cuando surgen los problemas utilizar la imaginación.
  • La imaginación, ese gran talento que llevamos dentro, no es otra cosa que buscar alternativas a lo que buscamos. Una puerta cerrada no es un obstáculo. Hay ventanas, hay cerrajeros, hay formas violentas de entrar, incluso hay timbres a los que tocar. Pero, pensando y pensando, hay pueden surgir nuevas ideas que jamás se nos hubieran ocurrido antes. No darse por rendido ante una situación echa nuestra imaginación a volar y hace que la parte derecha de nuestro cerebro se desarrolle y nos ofrezca alternativas curiosas, novedosas, funcionales e inéditas. Es así como han surgido la gran mayoría de los inventos.
  • Admirar cualquier pequeño logro que se alcance, congratularse por el trabajo bien hecho eleva no solo nuestra autoestima sino también nuestra motivación. Y es algo que no podemos obviar porque cada día el mundo gira y en cada giro hay muchas cosas por las que felicitarse. Cuando los delfines lo hacen bien, ¿qué reciben? Un premio, pescado. Eso hace que se motiven más y alcancen los nuevos retos que le proponen sus entrenadores.


14/2/12

Éxito, motivación y estrategias



Hay dos cosas imporatantes en cuanto al éxito y las decisiones que tomamos. La primera es elegir lo que realmente queremos y que eso satisfaga nuestras necesidades más importantes que tenemos y la segunda el saber elegir los medios para alcanzar los objetivos. Las dos son importantes y complementarias, pero ésta segunda puede ir marcando la linea certera o la equivocada de todos y cada uno de nuestros pasos.

La toma de decisiones es esencial en la vida y al mismo tiempo necesario. Sin decisiones y sin pasos a dar, día tras día, el éxito jamás llegará a nuestra vida, no sea que se nos ocurra vivir y esperar que nos toque la lotería si jamás compramos un billete de éstos y sin probar la suerte. Las decisiones entablan un riesgo, pero sin riesgo difícilmente alcanzados nuestros objetivos más deseados.

La motivación conlleva, pues, imaginación. Trazar un camino, prever los contrapies que podemos tener, saber con que herramientas podemos contar y de que recursos tenemos que disponer es parte del camino a recorrer. Mantener un objetivo en la mente sin trazarse un posible camino a recorrer es como tener nada. Motivación e ilusión van juntas, y la ilusión hace soñar, hacer imaginarse caminos, inventarlos  y que vayamos trazando la senda del éxito por nosotros mismos. Una motivación sin ilusión es como un coche sin gasolina, puro humo en nuestra mente. Tal vez la ilusión nos hace ver el grado de motivación que tenemos,y la motivación nos hace generar esa ilusión. ¿Y si no tenemos ilusión? Pues algo falla, tal vez la motivación o quizás la desconfianza en nosotros mismos. Es algo que tenemos que estudiar, preguntarnos de forma sincera y observar.

Párate un momento a pensar en los grandes momentos de ilusión que has tenido. ¿Cómo has vivido esos momentos de ilusión? ¿Tuviste creatividad? ¿Empuje?¿Ideas? ¿Iniciativa?¿Osadía? Son esos aspectos, junto a otros como la prudencia, la paciencia y un largo numero de actitudes los que hacen posible nuestro éxito y la motivación que los alimente.


13/2/12

Éxito y Motivación



La motivación es la clave del éxito en cada una de nuestras empresas y objetivos en la vida. si ella nada podremos lograr. Es el motor y la gasolina de nuestra acción, sobre todo en los momentos bajos o cuando nos encontramos con obstáculos. La pregunta es, ¿cómo automotivarnos?, ¿de qué depende nuestra motivación?, ¿cómo alcanzarla?

El primer punto importante para la motivación es la "Elección del Objetivo" que al fin y al cabo va a ser lo que se convierta en nuestra meta a conseguir.
  • ¿Qué es lo que vamos a satisfacer? En las metas no todo el mundo tiene claro lo que quiere conseguir. Tal vez quiera adelgazar para sentirme integrado en el grupo de amigos, o para tener una buena imagen que me de más probabilidades de un buen empleo. Hay quien quiere mejorar su salud física y quien quiere mejorar su autoestima. Tener claro la necesidad que vamos a satisfacer y lo que representa esa necesidad en nuestra vida personal es primordial, ya que la visualización del objetivo y el porqué se quiere conseguir será una imagen que nos acompañe a lo largo del camino.
  • La intensidad del motivo.Si lo que queremos conseguir no tiene una intensidad fuerte, la motivación será débil y se podrá venir abajo en cualquier momento. La intensidad dependerá mucho de la necesidad que tengamos de ello. Si nuestra salud está en grave peligro de riesgo los motivos para adelgazar, por ejemplo, serán mucho más importantes que si no lo está.
  • El realismo de la meta. Si la meta o el objetivo que nos proponemos es real la motivación será más alta, ya que la podemos ver y sentir que la tenemos al alcance de la mano o de nuestras posibilidades. No es lo mismo ponerme un objetivo de perder 45 kilos, que ponerme uno de ir perdiendo 2 kilos por mes. Los 45 los veo lejos e inalcanzables, los 2 o 3 kilos los puedo ver cerca y los puedo ir midiendo mes a mes o semana a semana.
  • La necesidad. Si es un capricho tal vez la motivación se muestre en la propia vida, pero si es una necesidad sin duda alguna estará presente. Los humanos actuamos por necesidad la mayor parte de las ocasiones. Necesidad de comer, de beber, de relacionarnos, de subsistir. La familia y la protección de ésta suele ser otra de las necesidad básicas que tenemos. Las necesidad actúan en nosotros como un auténtico revulsivo. La necesidad no solo se refiere a lo vital, sino también a nuestro sentido de la vida, a nuestras relaciones, a nuestro sentirnos ubicados y realizados en la vida.
Tener en cuenta estos aspectos, visualizarlos y sobre todo verlos como incentivos de nuestra propia seguridad, autoestima y autorealización son los aspectos que nos mantendrán motivados en todo momento.


10/2/12

Como la semilla



Imagínate por un momento una semilla que cae en la tierra. Hasta el momento parece algo normal. De repente le echan encima un buen puño de tierra. Extraño, ¿no? La luz, de repente, se torna tiniebla. El oxigeno desaparece. La sensación de libertad se convierte el algo semejante a una camisa de fuerza que te aprieta por todos los lados. Parece que no hay sensación de movimiento.En un momento determinado la semilla comienza a germinar. ¿Hacía donde irá? No hay un cartel que le indique la dirección, una luz que le muestre el camino. Pero ella lleva la vida dentro de sí, y la vida busca vida, y al buscarla se dirige por intuición hacia ella. Sortea los diminutos obstáculos de cada uno de los pequeños granos de tierra que la rodean y, en medio de la oscuridad, se dirige hacia la luz.

Me vino esta pequeña metáfora a la mente después de ver rostros de preocupación de personas que se tienen, o que tenemos que enfrentarnos a día a día en medio de la dura situación económica y laboral que nos toca vivir en España. Y si bien es dura la situación hay un instinto de supervivencia dentro de cada uno de nosotros que nos lleva hacia la luz, hacia un nuevo crecimiento en el que se nos pone a prueba y en el que el mayor desafío no es contar simplemente con lo que otros hagan por nosotros, sino en lo que nosotros tenemos que hacer por nosotros mismos.

Miramos hacia afuera esperando que otros, que la situación social y política resuelva todas las situaciones, pero la clave no está, tal vez, fuera de nosotros sino dentro de nosotros mismos, en nuestra capacidad de ser emprendedores, de saber aprovechar oportunidades que pueden surgir desde dentro de cada uno de nosotros y de oportunidades que podemos ver a nuestro alrededor.

El principio de la confianza en uno mismo y en las capacidades que como personas llevamos dentro de nosotros mismos nos lleva a preguntarnos: Y si otros han sido capaces, ¿por qué no yo? Y el punto de partida puede ser precisamente ese: lo que otros han hecho. El riesgo asumido, la autoconfianza constatada, la claridad en lo que uno quiere y los pasos certeros que cada día hay que dar sorteando, como la semilla la falta de luz, los empujones, la falta de libertad de movimiento, el no ser capaces de vislumbrar la luz al final del túnel, pero sí dentro de lo que nosotros perseguimos.

Confianza en uno mismo, observar minuciosamente los movimientos de los que si lo están logrando y la capacidad de saber dar cada día pequeños pasos, son la clave de ver la luz, de germinar y de dar los frutos que pretendemos obtener de nosotros mismos y de los demás.


9/2/12

Éxito y control del pensamiento



¿Somos dueños de nuestras ideas y pensamientos o son éstas las que se adueñan de nuestra vida? ¿Somos capaces de controlar nuestros pensamientos o son estos los que nos controlan a nosotros? Parezca o no está en juego nuestra libertad y nuestra apertura a la verdad. ¿Cómo controlar nuestro pensamiento y dirigirlo hacia aquello que realmente puede beneficiar nuestro crecimiento, nuestra vida y nuestro éxito en ésta?

Un pequeño ejercicio de observación nos puede dar la libertad y la objetividad para ser consciente de la importancia desmesurada que podemos llegar a darle a nuestras ideas y pensamientos y como llegamos a depender de ellos. Muchas veces caminamos por la vida, precisamente, "cargando" con ideas, pensamientos y creencias que en ocasiones se convierten en freno, en otras se convierten en carga y las hay en las que se convierten en auténticos compañeros de camino.

Si hiciéramos este pequeño ejercicio de salir al balcón y observar todo aquello que viene y va, simplemente observar y contemplar, sin poner etiquetas, juicios, prejuicios o valoraciones, ¿qué pasaría? Lo más posible es que un halo de tranquilidad y libertad nos inundara y nos permitiera gozar de una forma pura de lo que podemos observar desde arriba. No nos sentiríamos condicionados porque no nos sentiríamos parte de la situación, nada tendríamos que ganar o perder en ello.

Salgamos al balcón de nuestra vida y observemos, pues, nuestra manera de pensar, de concebir la vida, las relaciones, el trabajo y todo lo que hacemos. Observemos nuestras ideas desde ese balcón en el que nada tenemos que ganar o perder. Una gran revelación se cernirá sobre nosotros. Aspectos nuevos, genuinos y enriquecedores pasearán por delante de nosotros y desde esa visión podremos enriquecernos, podremos saber escoger y también dejar abandonar.

Las emociones y valores que depositamos en nuestra manera de pensar hacen que nos apeguemos a ellos y no seamos capaces de ir más allá. Caemos en la dependencia muchas veces. No somos libres. No elaboramos nuestro propio pensamiento sino que vivimos con el que arrastramos de atrás, unas veces heredado de los que nos han precedido, otras por nosotros mismos y otras por las circunstancias. ¿Hay más pensamientos más allá del que tenemos en estos momentos? ¿Estamos abiertos a ellos e incluso a la profundidad de los que tenemos?

¿Qué pasaría si cambiáramos de ideas? ¿Y si fuéramos más allá de las que tenemos? ¿En qué cambiaría nuestra vida? ¿Qué aportaría? ¿En que se enriquecería?


8/2/12

Éxito y emociones



La emoción es una fuerza extraordinariamente fuerte en nuestra vida. Juega buenas y malas pasadas. Nos da tanto buenos momentos como otros en los que nos hace meter la pata. ¿Alguna vez te has dejado llevar por las emociones? ¿Eres consciente de lo que te han hecho decir, o de como te han hecho actuar, o de como te han hecho relacionarte con las personas de tu entorno o las circunstancias con las que te rodeas? ¿Es mejor ser frío y vivir de una manera más equilibrada? Lo importante de las emociones es que nos dan energía tanto como nos la pueden quitar. Pero lo realmente primordial es saber controlarlas. ¿Cómo hacerlo?

  • Toma contacto con las sensaciones de tu cuerpo. Es algo con lo que cargamos cada día, el cuerpo. Tomar contacto con las sensaciones que se producen en nosotros de una manera inconsciente nos ayudará a controlarlas cuando se producen en nosotros de forma consciente.
  • Cae en la cuenta de las sensaciones que se producen en las diferentes parte de tu cuerpo, en el dedo del pie, en la rodilla, en la frente. Párate por unos minutos e intenta vivir todas las sensaciones que se producen en las diferentes partes de tu cuerpo. Simplemente vívelas, siéntelas. Verás como algunas de ellas son nuevas para ti.
  • Vamos a dar un paso más adelante y ahora haremos todo lo posible por sentir algo diferente, el roce de nuestro cuerpo con la ropa que llevamos, con el calzado. Vamos a intentar sentir esa frontera existente entre cuerpo y aquello que lo toca.
  • Cuáles son las sensaciones que se han producido en ti?
  • Relajación, bienestar.
  • Vivencia del presente en vez de vivir desde lo racional, desde la cabeza.
  • Desarrollamos la vivencia desde el corazón, pero curiosamente desde fuera de nosotros mismos. Controlamos lo que sentimos.
  • Es posible que algunos experimentemos tensión. ¿En qué parte de nuestro cuerpo? ¿Cuáles son las características de esa tensión? Cada uno de nosotros producimos nuestra propia tensión y es por ello que en nosotros mismos está la respuesta.
  • Observa las sensaciones, los sentimientos, las tensiones desde fuera de ti mismo. ¿Es lo mismo que vivírlas desde dentro? ¿Aprendemos más de nosotros mismos si la vivimos desde fuera que desde dentro de nosotros?
  • Saber alejarse y vivir las emociones, observarlas y contemplarlas nos ayudará a conocer más sobre uno mismo y, al mismo tiempo, controlar las emociones y hacer que éstas estén a nuestro servicio y no nosotros al de ellas. 


7/2/12

Éxito y silencio



Aunque parezca mentira el silencio es una parte muy importante de nuestra vida. El silencio nos habla, y más que hablarnos de la vida, de los demás, que sí nos habla también de ellos, nos habla y nos revela a nosotros mismos. Una vez que aceptamos la revelación, ésta se transforma en una fuerza vital en nosotros mismos, una fuerza transformadora que nos permite hacernos amigos de nosotros mismos, de descubrir aspectos muy ocultos dentro de nosotros y la manera de como podemos afrontar la vida con lo que hay dentro de nosotros despertando todo nuestro potencial.

¿Qué sientes ante el silencio? Hay quien siente miedo, hay quienes se dispersan y no son capaces de centrarse en algo concreto, hay quienes se sienten como pez en el agua y a gusto consigo mismos.

¿Miedo? Si, miedo a que el silencio nos hable, nos muestre su luz. A veces esa luz es como la que nos ciega cuando vamos en el coche y nos impide ver de frente, pudiendo provocar un accidente. Miedo y reacción que hace que nuestras pupilas se dilaten ante la luz que se nos enfoca. Miedo que hace que cerremos nuestros ojos, nuestras mentes y nuestras vida para no enfrentarnos a nuestra verdad o a nuestra realidad.

¿Dispersión? Haz la prueba. Intenta enfocarte en algo, en un objeto, en una persona con la que has mantenido una discusión, en un objetivo que tu quieras lograr. Céntrate en eso. No pienses, no hagas juicios, no saques conclusiones. Simplemente mira, observa, aprecia y disfruta. ¿Eres capaz? ¿Cuántas emociones, ideas, pensamientos se te atraviesan en tan sólo tres minutos que lo intentes? Sigue esas ideas y pensamientos; obsérvalas, ¿qué te dicen, qué te revelan, que te dan a conocer de ti mismo?

¿Disfrute? Si te amas a ti mismo y a la vida, disfrutarás con lo que el silencio te va diciendo. Descubrirás que te habla más de vida que de muerte, de la flexibilidad que de la rigidez. Te sentirás más libre, más relajado, más ligero de equipaje y de cargas emocionales, ideológicas o culturales.

Prueba: Guarda dos minutos, observa lo que pasa en ti. Sigue cada una de la emociones o pensamientos con naturalidad, sin criticar ni juzgar, ni para bien ni para mal. Guarda silencio y observa, tenlo en cuenta.

Prueba: Guarda otros tres minutos, y sigue observado aquello que quieres conocer, conseguir, atrapar en la vida. Guarda silencio y observa todo lo que no permite que lo contemples, que lo conozcas, que lo admires y que lo observes.

Prueba: Guarda cinco minutos y haz lo mismo. Obsérvate a ti mismo. ¿Cómo reaccionas? ¿Qué se te revela de ti mismo y de lo que quieres alcanzar?

Saca conclusiones de lo importante o no que el silencio relaciona con el éxito en tu propia vida.


6/2/12

Éxito y meditación



Embarcados en el camino del éxito en nuestra vida podemos encontrarnos muchas veces con un duro adversario que es la euforia, la ansiedad, las emociones y "las ganas" de querer conseguir aquello que tanto deseamos. Sin darnos cuenta nos convertimos en esclavos de nuestras propias metas y con ello perdemos la visión y el control de aquello que tenemos que hacer y por consiguiente de lo que queremos conseguir. Es ahí donde entra el silencio y la meditación para ofrecernos la posibilidad del equilibrio. En la vida no siempre todo es corazón. La cabeza, la razón y el equilibrio juegan un papel importante.


La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:
  • Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente. Una realidad que tiene que estar libre de juicios, de sentimientos, de prejuicios y de valoraciones. La meditación lo que hace es favorecer que podamos conocer la realidad, las personas y las cosas por lo que son y no por lo que creemos, pensamos o sentimos que sean.
  • Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos. Es lo que produce, precisamente, esa libertad de estar abierto a lo nuevo y a lo diferente, a lo que existe más allá de nuestros prejuicios.
  • Una concentración en la cual la atención es liberada de su común actividad y focalizada en Dios o en aquello sobre lo que queremos meditar, tal y como pueden ser persona u objetivos de nuestra propia vida.
  • Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o una recitación de palabras constante, una idea u objetivo, una meta o situación, de tal manera que focalizarse en ello sin prejuicios de ningún tipo nos enriquezca con su propia riqueza y esencia.
En este semana abordaré las diferentes formas de meditar,


3/2/12

Autoestima, victimismo y éxito (4)



A río revuelto, ganancia de pescadores, dice el refrán y es que si miras hacia atrás y visualizas los momentos en los que has sufrido reveses en la vida serás consciente de que a partir de ahí has desarrollado nuevas habilidades en tu vida. El principio de adaptación se ha cumplido en ti y has tenido la oportunidad de crecer de una manera u otra, aunque también es posible que te hayas acomodado y no hayas querido crecer. Pero la responsabilidad en la vida, cuando la hemos sentido como tal, nos lleva a tomar decisiones, y a partir de ahí a saber vivir las nuevas circunstancias o a ir muriendo lentamente en nuestros ideales.

Párate por un momento y haz una lista de las grandes afrentas o golpes que la vida te ha dado. ¿Cómo reaccionaste ante el golpe o golpes? ¿Qué actitud tomaste? ¿Qué aprendiste a partir de cada golpe de la vida? ¿Qué hubiera pasado si ese golpe no se hubiera producido? ¿Estarías donde estás actualmente?

Fíjate en la evolución, por ejemplo, en tu manera de pensar. ¿Piensas actualmente como lo hacías cuando eras un niño? Las principales ideas y creencias que se han caído o cambiado en tu vida, ¿cuáles han sido?, ¿qué han hecho posible que hayan cambiado?, ¿cuál ha sido el motor de dicho cambio?

Lo mismo podemos decir de nuestras actitudes ante la vida y las personas, ¿son las mismas? ¿por qué han cambiado? ¿qué las han hecho cambiar?

A lo largo de tomo el proceso de nuestras vida, las decisiones que hemos ido tomando, ¿nos han hecho crecer, madurar, avanzar o, por el contrario, nos han frenado, quitado libertad y no nos han permitido desarrollar como personas?

En la necesidad está muchas veces la fuerza que necesitamos para crecer y afrontar la vida con entereza y responsabilidad.


2/2/12

Autoestima, victimismo y éxito (3)



Hoy me ha venido a la mente cuando pensaba en ese sentimiento de "victimas" que tenemos tan arraigado en nosotros mismos, la parábola de los talentos, la de aquél hombre que tenía tres hijos y a cada uno le dio una serie de talentos. Al mayor, cinco, al segundo, tres y al más pequeño, tan sólo uno. Se fue de viaje y cuando regresó le pidió cuentas a cada uno de ellos. El primero había desarrollado otros cinco, el segundo había desarrollado otros dos, y el pequeño, como tenía miedo a perder el único que tenía lo enterró en el suelo para no perderlo, por lo que no generó ningún beneficio.

Cuando regresó el padre pues felicitó a los dos primeros y al pequeño le hizo quitar el único que tenía y que por miedo a perderlo no fue capaz de desarrollarlo.

La vida nos enseña que cuando nos agazapamos, perdemos la confianza en nosotros mismos y nos dejamos llevar por el miedo metemos la pata hasta el final. Nos pasa como al pequeño de los tres hermanos. Sintiéndose víctima de haber sido el depositario de tan sólo un talento y por miedo a perderlo se convirtió en un auténtico inútil incapaz de desarrollar nada con lo que tenía en sus manos.

Cuando nos sentimos "víctimas" nos escondemos por miedo a los que creemos que nos están agrediendo sin darnos cuenta de que cuando nos venimos hacia atrás los primeros que nos agredimos somos nosotros a nosotros mismos.

Es curioso como cuando hay una catástrofe natural, donde hay "víctimas" de verdad, los que lo son no se amilanan, sino que sacan a relucir su casta y bravura haciendo despliegue de solidaridad, altruismo, trabajo en equipo, creatividad, esfuerzo y un largo etc de cualidades.

Cuando realmente somos "víctimas" nuestro propio instinto de supervivencia hace que saquemos desde dentro de nosotros mismos aspectos que jamás habíamos pensado que teníamos. Y es que la necesidad, la verdadera necesidad, despierta al ser humano.


1/2/12

Autoestima, victimismo y éxito (2)



Hay un cuento que me h llegado a través de internet en el cual se habla de un caballo que tuvo un accidente y al que, una vez dado por inútil, se decidió sacrificar echándole a un pozo. La gente  del pueblo para matarlo y enterrarlo al mismo tiempo se decidió a ir arrojándole todo tipo de escombros y de desechos encima.

La sabiduría del animal se hallaba en saber ir esquivando todo aquello que le llegaba desde arriba. Unas veces lo hacía con éxito y otras a fuerza de sufrir duros golpes. Pero todo, absolutamente todo lo que le caía encima era aprovechado por él para pisarlo y a medida que la montaña de escombros ascendía el caballo ascendía con ella.

Hubo un momento en el que el caballo pudo ver nuevamente la luz para asombro del propietario y de sus vecinos.

Es una paradoja, pero si el animal se hubiera decidido por quejarse, llorar y maldecir la suerte que le había caído en gracias, posiblemente hubiera encontrado la muerte segura. En cambio todo aquello que era su enemigo, lo que le hacía daño, lo que le caía encima, fue algo que supo aprovecharlo y que le ayudó a salir nuevamente a la superficie, a la vida. No es cuestión de unirse al enemigo, pero si de aprocharse lo más que se pueda de él para el propio beneficio.

¿Cómo podemos sacarle ventaja a todas y cada una de las desdichas que parecen atormentarnos en la vida?
¿Qué mensaje positivo podemos sacar de cada una de ellas?
¿Cómo enfocarnos a lo que realmente queremos en vez de hacerlo a aquello que detestamos?


31/1/12

Autoestima, victimismo y éxito



Uno de los mayores enemigos que nos podemos encontrar a la hora de alcanzar el éxito somos nosotros mismos. No se cuantas veces lo habré oído este ultimo año a jugadores de fútbol. Y no deja de ser cierto, la falta de confianza en uno mismo le lleva a sentirse victima de los errores de otros, de la potencial superioridad de los que sentimos son más fuertes y ante ellos no cabe otra que sentirse victimas, lanzar excusas y justificar todas y cada una de las situaciones y proyectos que no somos capaces de asumir. Depositar la responsabilidad de nuestros fracasos y limitaciones en otras personas es fácil hacerlo, lo difícil es reconocer nuestra valía y salir a flote por nosotros mismos.

Somos hijos de lo que hemos vivido. Eso no lo podemos cambiar. Somos el producto de las decisiones que hemos tomado hasta el momento, que tampoco lo podemos cambiar. Pero somos lo suficientemente libres para poder decidir en estos momentos lo que es más conveniente en nuestra vida. y esto tampoco lo podemos negar aunque nos creamos que el cielo y la tierra conjuran contra nosotros.

Escoger el mundo de las lamentaciones, del llanto y la desolación, así como el actuar con despecho por el mal que creemos nos están haciendo no solamente no nos ayuda sino que nos lleva a encerrarnos en un mundo en el que no ofrecemos nada desde nosotros mismos sino que nos hace sentir inútiles, eso sí, por culpa de los demás.

Yo soy yo y las decisiones que yo tomo en las circunstancias que vivo. Soy el único responsable de mi vida y de lo que decido hacer con ella. Vivir de la lamentación y del llanto no lleva nada más y nada menos a entregarle el poder y el destino de nuestra propia vida, no a aquellos que creemos que nos acechan y hacen daño, sino a las creencias que, muchas veces, construimos erróneamente desde nuestra propia convicción y realidad.

Cambiemos el ser víctimas por el ser nosotros mismos.


30/1/12

La caída de nuestra verdad



No hay nada como tener confianza en uno mismo, pero ésta confianza puede volverse en nuestra contra cuando nos creemos en la posesión de la verdad, al mismo tiempo que dicha confianza puede ser también el escondite de ciertos miedos que tenemos y no queremos afrontar.

A lo largo de la historia hemos necesitado de verdades, bien a nivel religioso, cultural o político para mantener nuestras organizaciones, estructuras o símbolos culturales, al punto que había cosas que no se podían cuestionar bajo pena de muerte o de expulsión del gremio o sociedad en la que se vivía. Casos como el de Galileo, Copérnico, Las Cruzadas, etc son más que evidentes.

¿Qué pasa si cuestiono las verdades que hoy se establecen en la vida o en la sociedad? ¿Por qué no se pueden cuestionar? ¿Y qué pasa si cuestiono lo que no es capaz de dar una respuesta asumible? Lo que digo a nivel socio político lo digo también a nivel personal. Vivimos de acuerdo con unas ideas sobre nosotros mismos o sobre los demás que condicionan nuestra actitud hacia la vida o hacia otras personas. ¿Qué pasaría si nuestra verdad no es tal? Tal vez nos estaríamos privando de algo importante para nuestra vida. Quizá no desarrollemos cierto tipo de relaciones que podrían enriquecernos como personas o quien sabe si arrojamos por la borda la misma vida pasando a través de ella de una manera totalmente infeliz.

¿Por qué no cuestionar nuestra verdad? ¿Tal vez el miedo a no dar una respuesta a nosotros mismos? ¿Quizá se el vernos sin fundamentos de lo que realmente defendemos y de aquello por lo que vivimos? ¿Será que tal vez nos quedemos desnudos ante nosotros mismos y nos asuste nuestra propia pobreza en medio de la grandeza de la vida?

La apertura a las verdades de otros, a diferentes puntos de vista, a maneras de enfocar la vida distintas a las nuestras aportará varios aspectos a nuestra vida:
  • Libertad. No dependemos de ninguna idea, ideología. Somos capaces y podemos elegir lo que es más conveniente.
  • Valentía. Vernos al espejo y no asustarnos de nuestras ideas, incongruencias o limitaciones.
  • Riqueza. Permitimos que otros nos aporten algo a la vida. Nos abrimos al mundo y a la vida.
  • Más seguridad. La no dependencia de ideas y de personas nos ayuda a creer y a reforzarnos más a nosotros mismos.

27/1/12

Algo más que una emoción



Está considerada como una de las emociones básicas del ser humano, y quizás es lo que forma parte de nuestra esencia más profunda y se contradice con otra emoción que no deja de cuestionar a nuestro ser humano: AMOR vs. Odio.

¿Cuántas veces hemos intentado definir el amor? Por palabras que no sean. Inmensa cantidad de canciones y de libros nos han hablado del amor. El amor, donde se encuadran actitudes como el servicio, el perdón, la solidaridad y un largo etc. de actitudes es una emoción, un sentimiento pero para los que creemos en Dios, el amor va mucho más allá de la emoción, es una actitud y una opción, un estilo de vida.

Hay un pasaje de la Biblia que lo define de forma muy gráfica y con el que me identifico plenamente y que muchos cantantes lo han pasado a forma de canción:
El amor es comprensivo, el amor e servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es mal educado ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor no pasará jamás. (1. Cor 13.)
Y el amor es una experiencia. Solo quien experimenta la comprensión, es decir, ponerse en la piel del otro, solo quien tiene la actitud de servicio, humildad y demás valores que nos dice San Pablo es quien conoce el amor como tal.

De hecho, ¿Has vivido la comprensión, el servicio, el perdón, la libertad de decir la verdad, etc? Sería interesante hacer una lista de las muchas experiencias de haber amado y de haberse sentido amado. Una manera de llenarse de energía y de afrontar la vida desde el lado optimista y positivo.


26/1/12

La ira



Una emoción básica dentro de la vida del ser humano. Tal vez sea una de las que llama la atención por la carga agresiva que lleva consigo, unas veces leve, otras muchas con más fuerza. ¿Qué manifestamos con la ira? La profunda frustración que tenemos hacia nosotros mismos, hacia otras personas que nos han dañado en algo, o hacia aspectos de la vida que nos chocan o que nos han llegado a traumatizar.

Es normal que podamos sentir la ira dentro de nosotros. Tenemos un sentido de la dignidad que muchas veces se puede sentir herido. La reacción normal es la defensa cuando nos vemos amenazados. Una manera de defendernos es la ira. Pero también la ira refleja el que cuidamos de nosotros mismos y que nos queremos. Si no tuviéramos este sentimiento bien podríamos decir que somos insensibles hacia lo que nos pasa.

¿Donde están los límites de la ira? Donde vulneramos los derechos de los demás o incluso en el que perdemos el control sobre ella o sobre nuestros propios sentimientos.

¿Cómo controlar la ira?

El objetivo al manejar la ira consiste en reducir tanto las emociones como la activación fisiológica que la ira provoca. Tal vez no puedes evitar o librarte de las cosas o personas que desencadenan tu ira ni tampoco puedes cambiarlas, pero sí puedes aprender a controlar tus propias reacciones.


25/1/12

La trsiteza



La tristeza es otra de las emociones básicas que tenemos los humanos. ¿Quién no se ha sentido triste en alguna ocasión? Lo curiosos es que siendo algo tan natural en cada uno de nosotros intentamos camuflarla, esconderla e incluso de dejarla vivir en nosotros o en otras personas.

Es normal la tristeza ante una pérdida de trabajo, ante un trauma, como puede ser la muerte de una persona cercana, el fin de un ciclo en la vida, en la pareja, en el trabajo. La tristeza tiene dos vertientes muy importantes:
  • Es un sentimiento que esconde aspectos importantes de nuestra vida, de nuestra personalidad y de nuestras relaciones. ¿Por qué nos sentimos tristes? Sin duda alguna porque aquello que nos entristece lo más probable es que haya desaparecido, por lo que la tristeza nos ayuda a valorar y a reconocer aquello que ha estado presente en nuestra vida.
  • Hay cierto tipo de tristezas que obedecen a la desilusión, a la frustración o al desencanto. Son tristezas donde el sentimiento de pena aflora de una manera mucho más evidente. Esperábamos un puesto de trabajo....., y no nos han aceptado. Esperaba un detalle de ésta persona......, y no lo ha tenido en cuenta. En cierto modo este tipo de tristeza está mucho más relacionado con las expectativas nuestras que con los resultados que hemos obtenido. Pero están ahí y toca vivir.
Ante la tristeza, al igual que ante cualquier emoción tenemos dos alternativas, la de vivírla sin más, sin tomar consciencia de ella, y la de ser consciente del porqué se llora. La primera puede abocarnos a la depresión, la segunda a crecer y a valorar aquello que hemos tenido y lo que aún nos queda. Es, pues, el silencio un momento importante para encontrarnos con nosotros mismos, con nuestras emociones y permitir que éstas nos hablen de las ideas, de los sentimientos de pertenencia, de las frustraciones que tenemos y de lo que nos queda por vivir delante de nosotros mismos. Al ser consciente de la tristeza no nos dejamos dominar por ella, sino que permitimos que ella nos alimente en la vida.


24/1/12

Alegría



Había una vez un niño que era muy feliz, aunque no tenía muchos juguetes ni dinero. Él decía que lo que le hacía feliz era hacer cosas por los demás, y que eso le daba una sensación genial en su interior. Pero realmente nadie le creía, y pensaban que no andaba muy bien de la cabeza. Dedicaba todo el día a ayudar a los demás, a dar limosna y ayuda a los más pobres, a cuidar de los animales, y raras veces hacía nada para sí mismo.
Un día conoció a un famoso médico al que extrañó tanto su caso, que decidió investigarlo, y con un complejo sistema de cámaras y tubos, pudo grabar lo que ocurría en su interior. Lo que descubrieron fue sorprendente: cada vez que hacía algo bueno, un millar de angelitos diminutos aparecían para hacerle cosquillas justo en el corazón.
Aquello explicó la felicidad del niño, pero el médico siguió estudiando hasta descubrir que todos tenemos ese millar de angelitos en nuestro interior. La pena es que como hacemos tan pocas cosas buenas, andan todos aburridos haciendo el vago.Y así se descubrió en qué consiste la felicidad, y gracias a ese niño todos sabemos qué hay que hacer para llegar a sentir cosquillitas en el corazón.
Pedro Pablo Sacristán 
¿Has experimentado alguna vez la alegría? Curiosamente la alegría, como en el cuento surge de una manera natural cada vez que alegramos a otras personas. Tal vez sea un sentimiento de autosatisfacción o de autorealización. Experimentamos que nuestra vida es útil a otras personas y con ello damos sentido a la nuestra. ¿Qué es la alegría?

  • Es un estado interior fresco y luminoso y que nos hace sentir plenamente libres y realizados. Y si es luminoso lo es porque en la alegría se nos dispara la creatividad de una manera bastante intensa. Las mejores ideas surgen desde nuestro interior.
  • Generamos bienestar general. Las personas que nos rodean gozan de una mayor estabilidad, seguridad y confianza en nosotros y en ellas mismas. Con la alegría minimizamos los problemas y las situaciones de crisis dándole a la vida un aspecto mucho más positivo y confortable.
  • Altos niveles de energía y una poderosa disposición a la acción constructiva. Es parte de esa vitalidad y energía que llevamos dentro. Es como si fuéramos constructores de un mundo nuevo y como si de nosotros dependieran muchas cosas. Las cargas, incluso, nos parecen más liviana y llevaderas.
  • Puede ser percibida en toda persona. Es algo que no puedes fingir. Las palabras y el cuerpos caminan en consonancia y hacen, sin querer ser protagonistas, que los demás se fijen en uno.
Es cuestión, simplemente, de volver a nuestros grandes momentos de alegría.
  • ¿Cuáles han sido?
  • ¿Cómo los hemos vivido?
  • ¿Qué han revelado de nosotros mismos?
  • ¿Qué han potenciado en nosotros?

23/1/12

Emociones: El miedo



El miedo es una de las emociones básicas en el ser humano que está, precisamente, al servicio nuestro para asegurarnos de una manera u otra la propia vida. Pero hay miedos y miedos. Unos son reales y otros imaginarios. Unos nos ayudan a sobrevivir mientras que otros nos frenan a la hora de crecer y alcanzar los objetivos que nos proponemos.

Un miedo es racional cuando el riesgo o la amenaza de peligro es tangible y probable, sin embargo, también sentimos miedos infundados, es decir, aquel que es irracional; provocado por la angustia y la imaginación. Éstos últimos son los que nos frenan y nos impiden crecer y vivir, además de generar una serie de sufrimientos en nuestras propias vidas innecesarios en la que caeríamos de acuerdo con El Diccionario de la Real Academia de la Lengua en una "una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Recelo o aprensión que uno tiene que le suceda una cosa contraria a lo que desea".
  • El miedo como mecanismo de defensa, nos avisa de situaciones que pueden perjudicarnos y nos pone no solamente en alerta, sino que nos ayuda a prevenir cualquier tipo de prejuicio que pudiéramos tener en la vida. El miedo a inundaciones, por ejemplo, nos ayuda a tener las infraestructuras necesarias para que en caso de que se produzcan no hagan el daño más grande e incluso poder evitar. El miedo, pues,  tiene como función la de protegernos de algún peligro real, provocando que nuestro organismo active el estado de alerta. Gracias a él sobrevivimos como especie, pues nos permite reconocer situaciones que nos pueden poner en riesgo.
  • El cuerpo sufre cambios al encontrarnos en una situación de miedo: nuestro corazón palpita más fuerte, nos sudan las manos, y a nivel hormonal, producimos entre otras hormonas, la adrenalina. Más que preocuparnos deberíamos estar agradecidos pues nos pone en estado de alerta y nos pide "pensar" en como resolver dichas situaciones. Es una llamada a la creatividad, a la estrategia, a saber reaccionar.
  • Sentimos miedo al amor, a la muerte, al fracaso, al rechazo, a las pérdidas y a los cambios, por citar algunos. Con todos estos ejemplos nos damos cuenta que el miedo nos acompaña a través de nuestra vida y madurez, manifestándose sobre nuestras relaciones y nuestro futuro; es decir, cuando sentimos inseguridad. Pero también, muchos de los miedos que enfrentamos están basados en pensamientos que carecen de fundamento en la realidad, y están ligados a nuestra imaginación.

  • Es, precisamente, reconocer las señales del miedo la que nos tendrían que dar la serenidad suficiente para saber manejar el estrés que produce y tener la mente disponible para gestionar ésta emoción y generar respuestas racionales y adecuadas a cada situación
  • Fuerza interior, es uno de los frutos del miedo. Saber manejar las situaciones de forma realista, tener la confianza de poder sobreponernos a dichas situaciones y desarrollar los recursos pertinentes nos dan una gran capacidad de fuerza interior y de confianza en uno mismo hasta el punto de acercarnos a situaciones que pueden provocar el miedo y de querer asumir situaciones de riesgo.

¿Cómo siento el miedo?
¿En que situaciones he sentido miedo?
¿Era real o imaginario?
¿Qué aspectos muestra el miedo de mi propia personalidad?
¿Está relacionado mi miedo con mi falta de confianza en mi mismo?

“La cosa de que tengo más miedo es el miedo, 
porque supera en poder a todo lo demás”.

Montaigne


20/1/12

Emociones y éxito



¿Somos conscientes de que las emociones son un recursos natural que tenemos en nuestra vida para preservarla? Incluso los sentimientos que consideramos negativos están ahí, dentro de cada uno de nosotros para ayudarnos a crecer y a desarrollar cada una de nuestras vidas. ¿Cuáles son esos elementos positivos que traen cada uno de ellos? Lo mejor es mirar hacia esas experiencias con la mayor naturalidad del mundo tanto en nosotros mismos, cuando las hemos vivido, y en las formas de vivirlas otras personas.
1. Cólera: enojo, mal genio, atropello, fastidio, molestia, furia, resentimiento, hostilidad, animadversión, impaciencia, indignación, ira, irritabilidad, violencia y odio patológico.
2. Alegría: disfrute, felicidad, alivio, capricho, extravagancia, deleite, dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, gratificación, orgullo, placer sensual, satisfacción y manía patológica.
3. Miedo: ansiedad, desconfianza, fobia, nerviosismo, inquietud, terror, preocupación, aprehensión, remordimiento, sospecha, pavor y pánico patológico.
4. Tristeza: aflicción, autocompasión, melancolía, desaliento, desesperanza, pena, duelo, soledad, depresión y nostalgia.
¿Las reconoces? ¿Sabes por qué se dan? ¿Qué función tienen en la vida personal y social? ¿Cómo las has sentido y vivido? ¿Te han ayudado a crecer o más bien de han frenado?

La semana que viene intentaré meterme en cada una de ella.



19/1/12

Equilibrio



Hay algo en la vida que se llama equilibrio y que no debemos obviar. Es algo que reporta a nuestra vida una calidad y un crecimiento en los distintos sentidos.

Muchas veces nos sentimos atrapados por el trabajo. Vivimos por y para el trabajo. Parece que nada más hay bajo el sol. Muy probablemente le dedicamos más de ocho horas al día. Muchas veces nos lo llevamos para casa. Hay quien llegada la edad de la jubilación no encuentra más sentido a la vida que lo que ha hecho y yace en el más absoluto aburrimiento al punto de no ni ir una vida llena de alegría y felicidad. La ilusión se pierde y muchas veces la vida se v con ella.

Otro tanto puede ocurrir con la vida de familia. Le hemos dado una importancia tal que influye positiva o negativamente en nuestro rendimiento laboral. Una buena vida de familia no depende ddl tiempo, aunque ello influye considerablemente en ello, sino en la calidad de le damos a ella. Hay quien en medio de hijos y hermanos, de los cuales está rodeado todo el tiempo, se encuentra sólo.

Están también las aficiones y el momento lúdico.Son espacios para crecer, expandirse como persona y desarrollar las propias cualidades y aficiones de cada uno. Es curioso que, cuando nos desarrollamos con normalidad en aquello que nos gusta solemos rendimos más en la otras áreas de la vida.

Incluso hay momentos, como me decía una cuñada mía, hay que aprender a tener momentos en los que no haces nada, momentos en los que experimentas la libertad, donde la mente y el espíritu divagan por partes insospechables en donde se abren y alimentan de la novedad.

Hay un momento para cada cosa bajo el cielo, y sobare vivir el momento y dejarse enriquecer por él es parte de la sabiduría de la vida.

18/1/12

¿Solos o acompañados?



Una de las claves del éxito tanto personal como profesional es el saber caminar con cierta sinergia, haciendo un trabajo de equipo. Hoy por hoy lo podemos ver en el deporte o en la política. El afán de protagonismo de algunos puede acabar con el interés del equipo con el que juega o de la nación que dirige. Lo mismo puede pasar a nivel personal o familiar, el querer hacer prevalecer "nuestra" razón o visión no nos permitirá ver no sólo otras visiones complementarias a las nuestras sino los recueros de aquellos que viven o trabajan a nuestro lado.

El trabajo en equipo, se de en el ámbito en el que se de, conlleva.
  • Un sentimiento de respeto hacia el otro. Las personas somos todos diferentes y las diferencias más que desunir tiene el valor de poder verlas complementarias. El dicho, "o estás conmigo o contra mi", es la imagen del que no es capaz de respetar las diferencias y aprovecharse de ellas.
  • Saber valorar lo diferente es importante. Hoy, y a través de internet, podemos ver como las diferentes culturas son capaces de aportar cantidad de conocimientos, herramientas y experiencias entre personas de diferentes culturas o países.
  • La funcionalidad de cada uno dentro de cada grupo o sistema es importante. Si uno tiene una serie de cualidades, ¿por qué no aprovecharlas y utilizarlas para el bien del grupo. Unos pueden tener una mentalidad conservadora, otros agresiva. Hay quien es creativo y los hay serviciales. Todas las características tienen o pueden tener cabida dentro de un plan general.
  • Saber dar juego a los demás es primordial. El que quiere alcanzar protagonismo deja a otros a un lado o en evidencia. El que es importante sabe que su importancia se destacará mucho más si el equipo, familia, grupo u organización en el cual vive, participa o trabaja tiene éxito.
¿Cómo lograr trabajar más en equipo?
  • Viendo más allá de mis propios objetivos y encuadrarlos dentro de un objetivo más amplio que es el de la sociedad, grupo o familia.
  • Comenzar a ver la parte agradable de aquello que me desagrada.
  • Animado a otras personas en sus propias cualidades y talentos.
  • Sabiendo delegar en otros, y aceptando la responsabilidad que se delega en mí.