20/8/14

¿Vuelva usted mañana?



Entre las grandes actitudes que nos alejan de nuestras metas y objetivos está la "Procrastinación". El arte de dejar todo para más tarde, para mañana, para un mejor momento.

Puede ocurrir en una ocasión, pero cuando las ocasiones se convierten en actitudes son éstas las que trazan la linea de nuestra vida y lo que en ella vamos a conseguir. Y así vemos dejando la dieta, el buen estilo de vida, la vida más ordenada que deseamos tener, los negocios o trabajos que nos gustaría inciar.

Unas veces dependemos de las emociones: "no me siento con fuerzas en este momento", "no creo que yo pueda conseguirlo", "no valgo para ello", y un largo etcétera de sentimientos que nos asaltan y nos ponen constantemente contra las cuerdas.

Otras veces depende de la desidia: La motivación no es clara. La pereza y el confort personal pueden más que nuestros sueños e intereses.

Quizás se la lucha entre la seguridad y la inseguridad que se da dentro de uno mismo. Salir de la zona de confort o salir al mundo incomodo que nos obliga a arriesgar, a trabajar, a hacer cosas de una forma constante y comprometida.

¿Cuál es el remedio?
  • Sentido de responsabilidad. Lo hacemos porque lo hemos elegido, porque lo queremos y porque mi madurez me lleva a comprometerme con ello, haga frío o calor, llueva o nieve. Nuestro éxito personal va mucho más allá de nuestras emociones. Tiene que ver mucho más con el compromiso, la responsabilidad y el sentirse sujeto y dueño de uno mismo.
  • Poner fechas a corto, medio y largo plazo. Fechas que nos obligarán a ponernos en camino ya. La velocidad puede ser o no importante. De ella depende el tiempo que tardemos en llegar a nuestro objetivo.
  • Tener siempre el foco en lo que queremos, en lo que hemos elegido y en lo que deseamos. Elegir más que renunciar. Tener la visión en la meta y en los objetivos, junto con sus beneficios, acrecentará nuestra motivación.