¿Quedarse en la experiencia? ¿En lo bueno conocido? ¿En la seguridad? No creo que ese sea precisamente el mensaje de Jesus a sus seguidores. La experiencia del Monte Tabor muestra como los discípulos quieren montar unas tiendas de campaña e instalarse ahí.
La reacción de Jesús no se hace esperar. No acepta la seguridad. Invita a bajar a la realidad de la vida donde el Hijo del Hombre tiene que ser entregado, padecer, ser sacrificado y, por ultimo, resucitar.
La realidad de la vida nos dice que "camarón que se duerme, se lo lleva la corriente". La seguridad nos adormece y acaba con toda nuestra creatividad, iniciativa y crecimiento constante. Somos reactivos; reaccionamos cuando las cosas nos obligan. Si no hay necesidad reducimos nuestra velocidad y no damos todo lo que teníamos que dar, nos quedamos a medias y medio o poco satisfechos nos quedamos.
La inseguridad, "el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza se convierte en un acicate de creatividad, de búsqueda y de iniciativa.