20/3/12

Invertir



Aunque parezca paradójico la inversión es un gasto, pero un gasto que tiene como objetivo una ganancia. En término de ventas utilizar la palabra "gastar" no está bien visto. Parece que "gastar" va en la sintonía del derroche  y de echar a perder lo que uno posee. La palabra inversión parece que lleva consigo algo muy importante a nivel psicológico y es la "ganancia" que uno espera sacar de todo un proceso de trabajo.

La inversión, pues, es un trabajo como el de cosechar la tierra con vista a recoger frutos. Si bien es cierto que pueden tardar unos cuantos meses la paciencia junto con la confianza se erigen como los principales valores a tener en cuenta en todo el proceso así como el de ir trabajando los pequeños detalles que, no por ser pequeños, generan un gasto de energía y económico al mismo tiempo.

Stephen Covey habla de que en nuestro banco de inversión emocional, afectivo y relacional tenemos que ser inversores, es decir, trabajar para tener dentro de nosotros un excedente de recursos para poder dar a los demás de tal manera que nos hagan sentir bien personalmente porque desarrollamos nuestra propia vida y cualidades, bien con los demás porque damos de lo que realmente somos y bien, una vez más con nosotros mismos, porque nos sentimos útiles hacia los demás aportando algo a la vida y a los demás.

¿Qué nos hace sentir bien?¿Qué necesitamos desarrollar más en nuestra vida? ¿Cómo podemos elevar nuestro sentido de pertenencia a nuestro ambiente social? 

De la misma manera que las despensas de las casad se llenan y que las estanterías de los comercios se van llenando de la mercancía que será demandada nuestras vidas tienen que ir llenándose de los elementos necesarios que le dan sentido a lo que somos y de alguna manera representamos para los demás, aunque nuestra mayor exigencia es ser fieles a lo que realmente nos llena y nos hace sentir plenos.

Pero lo cierto es que desde que nacemos somos tabulas rasas que se van llenando de conocimientos y experiencias. Son tabulas que no pueden detenerse y que nos llaman al crecimiento constante.