Todos tenemos metas, ilusiones, objetivos que nos gustarían cumplir, Unos pueden ser de carácter personal ,otros de tipo familiar, mientras que otros pueden ser económicos o dentro del nivel de nuestros círculos sociales. ¿Que hay detrás de cada objetivo a conseguir o a renunciar? Valores, creencias y niveles de desarrollo personal de los cuales muchas veces somos consciente y otras veces no. Cuatro preguntas nos ayudan a conocernos un poco mejor en este aspecto:
- ¿Que pasaría si consigo lo que me propongo? Y el que pasaría hay que planteárselo en todos los niveles como pueden ser el personal, económico, familiar, social, laborar, y de desarrollo personal. ¿En que cambiaría mi vida si consigo lo que me propongo? ¿Qué repercusiones tendrían para aquellos que viven a mi alrededor?
- ¿Qué no pasaría si consigo lo que me propongo? Ponerse en camino y tratar de conseguir una serie de cosas implica una serie de renuncias, cosas, actitudes y aspectos que tenemos que abandonar parcial o totalmente para intentar conseguir los objetivos. Ello nos hace ver que dejamos a un lado valores que pueden ser importantes, creencias que hemos mantenido hasta el momento o actitudes que nos daban cierta seguridad. Ser conscientes de aquello que dejamos y que puede afectar a terceras personas es algo que no podemos obviar en un momento determinado.
- ¿Qué pasaría si no consigo mis objetivos? Es algo que nos lleva a pensar en las necesidades y en los valores no satisfechos y como pueden afectar a nuestra vida o incluso a la vida de los que nos rodean. Hay objetivos que tienen que ver directamente con nosotros y hay objetivos que tienen que ver con otros que nos rodean, pero nunca debemos olvidar que los objetivos son de uno mismo, incluso si uno se adhiere a objetivos de equipomét, bien sea familiar o empresarial. Uno es el único responsable de sus propios objetivos. Mis objetivos no dependen de nadie más sino de mí.
- ¿Qué no pasaría si no consigo lo que quiero? Ciertamente no conseguir algo tiene una implicación de que hay cosas que se esperan que pasen y que luego se echarán en falta. ¿Podemos vivir con ello? ¿Somos capaces de asumir esa realidad? ¿Qué dice de nosotros mismos esa no consecución de objetivos y de que no pase lo que nos gustaría que pasase?
Pueden parecer un poco tontas estas preguntas, pero respondiéndolas con toda la sinceridad del mundo podremos conseguir al menos dos cosas importantes: conocernos mucho mejor, saber que hay detrás de lo que queremos y perseguirnos y, tal vez, ¿la más importante?, una fuente de motivación interna que siempre nos ayudará a un esfuerzo mucho más grande.