4/2/11

Las gratas visitas



Me llamó un gran amigo que no veía desde hace tiempo, Juan. Me invitó a pasar por su casa para charlar un poco y para ofrecerle un producto en el que estaba interesado. Ésta mañana, nada más dejar la niña en el colegio enfilé hacia su casa. Estuvimos hablando largo y tendido sobre nosotros mismos, sobre nuestros proyectos y sobre esas cosillas que perseguimos en la vida. Cinco horas estuve allí con él hablando largo y tendido.

Lo más curioso es que nuestras vidas van por derroteros diferentes, en cuanto al aspecto laboral, pero la compenetración que sentíamos el uno con el otro, la gran amistad que nos une y el carácter creativo de ambos nos llevó a aterrizar en algo realmente importante: "Pon todas tus ideas por escrito", me decía. "Nunca sabes si las vas a necesitar", añadió. "El subconsciente nos engaña y cuando necesitamos de algo a veces no nos viene a la mente", prosiguió. "Y es más", añadió, "las palabras se las lleva el viento, y el papel lo guarda todo".

Y cuán cierto es la importancia de poner todo en un papel. Parece que no, pero el papel te da pespectivas, te ayuda a afinar la puntería, a tener en cuenta los detalles, a observar de forma detenida el proceso. Hace un momento una amiga me comentaba que de vez en cuando leía un proyecto que había realizado conmigo, que lo revisaba, le añadía cosas y que cada día tenía más claro lo que quería en su vida. Sabía hacia donde caminar, hacia donde apuntar, hacia donde dirigirse. La mente puede distraerse, el papel fija las metas, los pasos, los recursos, los planes "B".

Cuestión de escribir