10/1/11

Tiempo de incertidumbres



En tiempo de incertidumbres 
hay que optar por la acción y la creatividad. 
Lo importante es preguntarse 
qué hacemos con el tiempo 
y si solo queremos seguir 
siendo una pieza del decorado.

Xavier Guix

Hay quien dice que cuando uno se ve atrapado en una corriente de agua lo mejor es dejarse llevar por ésta hasta que ves la posibilidad de poder salirte de la fuerza de la misma sin resistencia alguna. Lo mismo puede ocurrir si te ves arrastrado por el viente o por corrientes de diferente índole como pueden ser económicas, afectivas, sociales, etc. Lo que si es importante es que se esté donde se esté y si se es consciente de lo que pasa hay que estar atentos a todos y a cada uno de los acontecimientos para poder elegir en cada momento el como vivirlo y, si es posible, poder crear las circunstancias oportunas. Por lo tanto, no es cuestión de dejarse llevar sino de tomar consciencia y de actuar.

Tal vez ésta sea una de las riquezas de la vida. La fluidez de las cosas, el continuo cambio, las circunstancias adversas, los acontecimientos inesperados son una llamada a algo importante, a usar nuestro cerebro y a desarrollar toda nuestras capacidad de adaptación, de creatividad, de desarrollo de propios recursos y de crecimiento personal.

El victimísmo, la añoranza de tiempos que ya no existen, la constante queja, la lamentación de que la vida no nos sonríe tan sólo nos lleva a una situación: la incapacidad de dar pasos, de actuar y quedarnos en el inmovilismo que nada nos ayuda a crecer o vivir. Nada mejor como pensar en lo que uno puede hacer, siempre se abren caminos a través de nuestra creatividad y de la utilización de los recursos o la combinación de éstos para crear otros nuevos.

Renovarse o morir