27/10/10

Liderazgo personal



Hace un par de días me hacían una pregunta: ¿El líder nace o se hace? Hay quien sugería que el líder nace y que poco a poco se va puliendo. Otros reclamaban que el líder se hacía y que dependía de uno mismo.

Creo que todos tenemos una capacidad de liderazgo dentro de nosotros. Intentamos vender lo que llevamos dentro. Lo hacemos desde pequeños cuando reclamamos nuestras necesidades mediante llantos o pataletas. 

Es cierto que vamos creciendo y que a medida en que lo hacemos en nuestra mente nos van introduciendo cantidades de "nos" que van recortando nuestras capacidades de crecimiento y de autonomía personal. Unas veces por caprichos de adultos, otras veces por ignorancia y otras veces porque pensamos que las vidas de nuestros menores tienen que verse limitadas con restricciones de todo tipo.

Curiosamente en el día de ayer acudía a una charla en el colegio de mi hija en la que se nos ofrecía la posibilidad de fomentar mucho más la creatividad haciendo las mismas cosas de formas diferentes, tales como lavarse los dientes, unos días con una mano y otros días con la otra. Firmar papeles, ir a sitios, etc. etc. 

Creatividad, tal y como la definían ayer, como la capacitación para resolver un problema de diferentes maneras, y liderazgo pueden ir íntimamente unidas. A mayor creatividad mayor posibilidad de ofertar a los que no encuentran soluciones una de ellas. Y cuando se nos educa en la creatividad se nos está dando autonomía, y cuando gozamos de ésta tiramos por donde sea y quien nos ve puede tener la capacidad y la voluntad de seguirnos.

El líder nace y se hace, es todo un proceso de crecimiento personal. Es la capacidad de tener sueños, la motivación o ilusión de ir a por ello, pero sobre todo la capacidad de creer y de contagiar a los demás. Creo que todo nace desde esa capacidad de que nos dejen soñar.