4/2/13

Saber escuchar



Decía un periodista anoche en un programa de televisión que el arte de escuchar y dialogar es algo que no está de moda hoy en día. Es más fácil caer en la discusión, en la argumentación rápida y en la defensa de las propias creencias.

El arte de escuchar lleva una gran capacidad de silencio, el silencio en el que observas, estudias, valorar, aprecias, aprendes incluso cuando te encuentras con posiciones totalmente contrarias a las tuyas.

Todos llevamos una verdad dentro, una verdad que hay que valorar, que apreciar y que respetar porque representan el mundo y la experiencia de otra persona. Todo lo que es experiencia es enriquecedor, porque si son vivencias de otras personas, y son vivencias sinceras, siempre nos muestran una realidad de la vida que puede ser útil y maravillosa para todos nosotros.

Generalmente cuando alguien nos habla lo compramos a lo que llevamos dentro. Si se acerca lo acogemos, si se desvía lo rechazamos. La capacidad de guardar silencio interno nos permite observar y valorar, apreciar y reconocer algo diferente a nuestra experiencia.

Es una invitación a observar y a valorar, una invitación a guardar silencio antes de juzgar, rechazar o de dejar pasar por alto algo que puede tener un infinito valor para nosotros.