14/4/11

Plan de ruta



Muchos de nosotros nos hemos propuesto cantidad de veces el conseguir metas, objetivos o resultados en algunas de las facetas de nuestras vidas. A veces vamos relegando ciertas cosas de un día para otro, tal vez porque no hemos encontrado el momento adecuado, a la personas adecuada, o la actitud adecuada. Al ir relegando las cosas de un día para otro nos vemos con la sorpresa de que un día determinado ha desaparecido de nuestro horizonte mental y, prácticamente, podemos decir que ya no forma parte de nuestra vida, de nuestros planes o de nuestros objetivos a corto o medio plazo.

Admiro a las personas que tienen esa constancia y que están detrás de ti un día y otro hasta conseguir lo que quieren para ellos, bien sea una venta, un contrato, una cita o un interés por algo que ellos te proponen. Constancia y planificación. Si un día no contactas con esa persona, con ese cliente o con ese compromiso que has hecho contigo mismo, vas y lo intentas al día siguiente. Es tener un plan de ruta. Es moverse por objetivos en la vida. Tal vez lo adecuado no sea el ser esclavo de las cosas, pero tampoco abogar constantemente por las excusas que nos ponemos una y otra vez.

El éxito de aquellos que lo han logrado ha comenzado por trazarse un plan de ruta en la que hay objetivos a corto, medio y largo plazo. Un plan de ruta que tienen una fecha para cada uno de los objetivos, aunque ésta pueda adelantarse o atrasarse, pero siempre hay una fecha. La fecha nos condiciona a establecer algo importante: un plan de acción, llamadas, encuentros, intentos aquí y allá.

¿Tenemos un plan de ruta? ¿Lo revisamos a diario, a menudo, constantemente?