Está considerada como una de las emociones básicas del ser humano, y quizás es lo que forma parte de nuestra esencia más profunda y se contradice con otra emoción que no deja de cuestionar a nuestro ser humano: AMOR vs. Odio.
¿Cuántas veces hemos intentado definir el amor? Por palabras que no sean. Inmensa cantidad de canciones y de libros nos han hablado del amor. El amor, donde se encuadran actitudes como el servicio, el perdón, la solidaridad y un largo etc. de actitudes es una emoción, un sentimiento pero para los que creemos en Dios, el amor va mucho más allá de la emoción, es una actitud y una opción, un estilo de vida.
Hay un pasaje de la Biblia que lo define de forma muy gráfica y con el que me identifico plenamente y que muchos cantantes lo han pasado a forma de canción:
El amor es comprensivo, el amor e servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es mal educado ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor no pasará jamás. (1. Cor 13.)
Y el amor es una experiencia. Solo quien experimenta la comprensión, es decir, ponerse en la piel del otro, solo quien tiene la actitud de servicio, humildad y demás valores que nos dice San Pablo es quien conoce el amor como tal.
De hecho, ¿Has vivido la comprensión, el servicio, el perdón, la libertad de decir la verdad, etc? Sería interesante hacer una lista de las muchas experiencias de haber amado y de haberse sentido amado. Una manera de llenarse de energía y de afrontar la vida desde el lado optimista y positivo.