1/12/10

Vivir desde nosotros mismos

Es realmente curioso. Ayer me comentaban en un taller que alguien tenía como objetivo en su vida el ser simpático, chistoso y agradable para los demás. Hasta ahí creo que todo va bien. Donde uno comienza a reflexionar es cuando nos respondemos a la pregunta del porqué queremos agradar a los demás. Generalmente buscamos cobijo emocional y afectivo. Y nos olvidamos de algo mucho más importante, el agradarnos, hacernos reír y gozar por nosotros mismos.

No es que los otros no cuenten, pero si lo que damos lo vivimos nosotros es mucho más sano, más natural y mucho más enriquecedor y, es más, nos queremos, mimamos y ayudamos a nosotros mismos. No podemos dar de lo que no tenemos y, ya que estamos en tiempos de control de calidad, diremos que la mayor calidad que podemos ofrecer y vivir es la que parte de uno mismo.