15/2/12

Motivación y el paso a paso sin perder de vista el proceso



Vivimos en plena era científica donde los adelantos son una consecuencia de los proceso. Para llegar hasta donde se ha llegado no se ha utilizado el azar sino un proceso de ensayo continuo donde el fracaso es un eterno compañero de camino. Pero el fracaso tiene su sentido y su aspecto positivo, aceptarlo, asumirlo y saber que es lo que no ha funcionado es la clave de la superación de todos los procesos.
  • El fracaso no es un error, sino una manera de aprender a hacer las cosas de una manera mejor, de una forma diferentes y buscando resultados diferentes. Hay quien ante el fracaso se viene abajo, y los hay quienes ante la obstinación que forma parte de su carácter no hace más que preguntarse una y otra vez el como poder lograr lo que uno quiere si de una forma concreta no sale.
  • La observación de los procesos es importantes. La vida tiene sus sistemas mecánicos. Lo único que hay que hacer es descubrilos. Una vez que vemos como la misma naturaleza se comporta, o como otros consiguen llegar a la cúspide, lo único que nos resta es averiguar el proceso que siguen. ¿Cómo prepara un gran cocinero un plato determinado? Es cuestión de verlo, seguir el proceso y poner los sentidos en lo que uno está haciendo. Lo mismo puede hacer un jugador de basket o de fútbol. Todo es un proceso mecánico ensayado una y otra vez hasta que ha dado resultado, y cuando surgen los problemas utilizar la imaginación.
  • La imaginación, ese gran talento que llevamos dentro, no es otra cosa que buscar alternativas a lo que buscamos. Una puerta cerrada no es un obstáculo. Hay ventanas, hay cerrajeros, hay formas violentas de entrar, incluso hay timbres a los que tocar. Pero, pensando y pensando, hay pueden surgir nuevas ideas que jamás se nos hubieran ocurrido antes. No darse por rendido ante una situación echa nuestra imaginación a volar y hace que la parte derecha de nuestro cerebro se desarrolle y nos ofrezca alternativas curiosas, novedosas, funcionales e inéditas. Es así como han surgido la gran mayoría de los inventos.
  • Admirar cualquier pequeño logro que se alcance, congratularse por el trabajo bien hecho eleva no solo nuestra autoestima sino también nuestra motivación. Y es algo que no podemos obviar porque cada día el mundo gira y en cada giro hay muchas cosas por las que felicitarse. Cuando los delfines lo hacen bien, ¿qué reciben? Un premio, pescado. Eso hace que se motiven más y alcancen los nuevos retos que le proponen sus entrenadores.