4/10/10

Partiendo de la realidad



A veces siento que una de las cosas más simples y al mismo tiempo más difíciles es querer reconocer y aceptar la realidad. Hay detalles tan curiosos e importantes como la del postergar la visita al médico, revisar las cuentas personales o revisar la propia vida en sí. Nos da miedo enfrentar una posible enfermedad, nos aterroriza el ver que las cuentas bancarias van menguando y reconocer que en nuestra vida puede estar fallando algo. Tenemos el síndrome de la avestruz que esconde la cabeza para no ver la realidad. Y para llegar al éxito en la vida no hay otro punto de partida que el de la propia realidad, donde estoy, como me siento y con lo que cuento en mi vida.

Si tenemos la valentía de reconocer donde estamos tendremos la la fortaleza y el coraje de partir desde lo que hay y de planificar desde la misma realidad. Y aunque ello requiere fuertes dosis de humildad nos dará la oportunidad de crecer con las mismas dosis de energía y de efectividad.

La creatividad, flexibilidad, adaptación, empeño y otras tantas cualidades formarán parte de nuestro continuo caminar y son las que nos darán fuerza y valentía suficientes para alcanzar los objetivos propuestos.