24/3/14

¿Los objetivos o el proceso?



Cada día oímos más la importancia que tienen los objetivos en nuestras vidas, y ciertamente los tienen. La ilusiones, las metas, los objetivos representan aspectos importantes que le dan importancia a nuestra vida, pero siempre hay algo que está por encima de los objetivos: nuestra libertad ante ellos. Si somos esclavos de nuestros propios valores u objetivos viviremos situaciones de ansiedad, de contradicción y de falta de libertad interior, por lo que dejarán de ser algo que nos llenen plenamente para convertirnos en esclavos de ellos mismos y por ello dejaremos mucha insatisfacción por el camino.

Se nos recalca muchas veces que el objetivo alcanzado dura un instante, y que el recorrido es una experiencia que jamás olvidaremos. Es cierto, es muchas ocasiones estamos mucho más pendientes de los resultados, los objetivos, que de lo que realmente nos lleva a ello. Y la vida se convierte en un calvario, en algo costoso y en muchas situaciones en algo que no llegamos ni a comprender ni a aceptar.

Te encuentras a muchas personas que dicen "amar" y se quejan cada vez que "aman"; personas que "trabajan a destajo" y no gozan de lo que hacen. Los niños nos enseñan a gozar del momento y del sinsentido que muchas cosas tienen para nosotros. Gozan de lo que hacen independientemente del resultado que obtienen.

Es bueno mirar hacia adelante para no perder el norte, pero es mucho más importante ver, gozar y valorar lo que hay a nuestro alrededor y lo que vivimos en cada momento. Dicen que el ayer ya no existe, y que el mañana tampoco. Uno ya ha pasado y el otro puede que llegue como lo deseamos, llegue de otra manera o tal vez nunca llegue. El ahora es lo que tenemos que vivir, la única realidad existente.

Gocemos de la vida tal y cual es. No somos lo que tenemos, ni lo que podemos llegar a tener; somos lo que vivimos en cada instante.