18/4/13

El ombligo que nos hace envejecer



"Debemos salir de nosotros mismos hacia todas las periferias existenciales"
******
"Una Iglesia que no sale, 
a la corta o a la larga, 
se enferma en la atmósfera viciada 
de su encierro

Papa Francisco

La vida de las personas y de las organizaciones corre en paralelo. Y el Papa Francisco nos deja otra de sus frases interesantes que ayudan al crecimiento personal así como al de la Iglesia.

Encerrarse en las propias ideas y tradiciones, en las verdades que traemos desde antiguo es envejecer y renunciar a la vida que fluye por todas partes.

Nuestra vida cobra sentido cuando somos capaces de aportar algo a los demás y para poder hacerlo no podemos esperar que los demás vengan a nuestro encuentro, somos nosotros los que tenemos que salir al encuentro de los demás.

Las necesidades de los demás, así como toda la riqueza que fluye dentro de ellos, es algo que nos invita a superarnos y a buscar nuevas alternativas. Quien no se renueva, muere. La vida no tiene sentido en cuanto no nos aporta nada o no somos capaces de aportársela nosotros a los demás.

Prueba de ello es que aquellos que se encierran en si mismos lo único que encuentran es pobreza, miseria y envejecimientos. Da gusto ver a los ancianos jugar a las cartas en la calle y no arrugarse ante la vejez; también es bonito ver el dinamismo de los niños que se abren a otros que no conocen mientras juegan en un parque. Y no digamos lo bonito que es el participar en experiencias con otros grupos o personas, siempre salimos con mucho más optimismo.

La vida no se encuentra encerrada dentro de nosotros, la vida que llevamos dentro forma parte de otra mucho más amplia y a la que no podemos renunciar, la vida de todos aquellos que nos rodean, nos necesitan o nos aportan algo a nosotros.