13/12/11

Sentido del ridículo



Me comentaban hoy que una de las cosas que conforman mi personalidad es el no tener sentido del ridículo. La persona que me lo comentaba lo decía como una gran cualidad, mientras que otras veces me lo han señalado como un defecto. Al tiempo que lo decía comentaba que era una de las cosas que más deseaba y que admiraba en mi. Posiblemente haya cosas que no le gusten, pero esta sí:).

Es cierto que el sentido del ridículo la vida me ha enseñado a ir perdiéndolo, pero si es que quieres subsistir tienes que hacer de tripas corazón y pasar olímpicamente de la vergüenza y afrontar las situaciones con seguridad. El miedo a nosotros mismos, a encontrarnos desnudos ante los demás y que vean nuestras limitaciones nos condicionan muchísimo en la vida, me comentaba esta persona. 

Es cierto. Muchas veces nos quedamos a medias y sin intentar cantidad de cosas por culpa del miedo, del que dirán o de la misma situación de ridículo. Y no digamos si tenemos la sensación de fracaso, y un fracaso que puede estar a la vista de los demás.

A pesar de la imagen que esta persona tiene de mi creo que todavía hay muchas situaciones en las que no pierdes ese miedo al ridículo. La vida es un continuo viaje hacia la felicidad, hacia el éxito de los negocios, hacia nuevas formas de mejorar nuestras relaciones. El ridículo nos frena y lo peor de todo es que el ridículo aparece en primera imagen y no nos damos cuenta de que en el fondo lo que tememos es el miedo a nosotros mismos.

Amarse a uno mismo, apreciarse, valorarse y ser simplemente lo que uno es es la mejor manera de no sentir ese ridículo que nos impide ser realmente nosotros mismos y ser felices con uno mismo.