8/7/14

Resoluciones nuevas y valientes.



Bien lo dice el dicho de no meter más leña en el fuego. A veces lo mejor es callarse. Otras veces retirarse y otra buscar nuevas alternativas a lo que uno está viviendo. Aplicar las mismas soluciones a antiguos problemas lo único que se consigue es que prevalezca el problema. 

En cierta ocasión leía a un psicólogo decir que la mejor manera de salir de una situación es desandar todo lo que se ha caminado. Dar marcha atrás puede ser una de las alternativas, aunque muchas veces no es posible. La salida en muchas ocasiones es la novedad, la proactividad, el buscar nuevos caminos y sobre todo aquellos que permitan apagar el fuego que se da en nuestras vidas o calmar las situaciones en las que nos ahogamos.

"A vino nuevo, odres nuevos", decía Jesús al realizar la transformación del agua en vino en las bodas de Caná. Y es que tenemos que reinvertarnos. No podemos ser animales de costumbres, sino personas que aportamos a la vida nueva vida, nuevas iniciativas más que ahondar en las desgracias.

La heridas se curan al solo y dejándolas muchas veces secar tranquilamente. En la medida en que hurgamos en ellas acaban infectándose.

Todo es cuestión de buscar nuevas alternativas que apaguen nuestra sed y que fortalezcan el sentido que le damos a la vida, al trabajo, a las relaciones, a todo.