Me he sentido muy a gusto hoy con Natalia y con Ricardo trabajando en un proyecto de Coaching para padres, profesores y niños con Deficit de Atención e Hiperactividad. Es interesante trabajar en equipo cuando sabes que puedes aportar algo al resto, cuando ves que los demás aportan a lo que tu ofreces y cuando ves que hay un sentimiento de ir en búsqueda de objetivos que hagan posible un mejor servicio a los demás.
Una de las cosas que te hacen sentir bien y parte del equipo es el que se valore lo que se dice. Una de las cosas en las que se hacía más hincapié en el día de hoy es en el tener una actitud constructiva. Son muchas las llamadas de atención, con buenas intenciones y con buenos fines, las que hacemos a lo largo de la vida y a través de las cuales no nos damos cuenta que "enjuiciamos" a las personas, las "penalizamos" o "castigamos", las "dejamos en ridículo" o, simplemente, nos enfocamos en lo negativo, en el fallo.
La actitud constructiva, por otro lado, nos lleva a valorar el esfuerzo de la persona aunque no creamos que haya dado todo lo que podía dar. Tal vez si valoramos lo poco que da consigamos que se sienta apreciado y pueda llegar a dar mucho más de sí. Es esa especie de motivación que muchas veces necesitamos; el reconocimiento de que "estamos en el camino", aunque no hayamos llegado a la meta.
También hemos hablado sobre la importancia de que la automotivación se vaya construyendo a través de los mensajes positivos que nos enviemos constantemente y que lleven consigo la importancia que puede tener en nuestra vida aquello que hacemos. Es más importante la recompensa interna que obtengamos que la externa. La interna lleva consigo un aumento de la autoestíma y de lo que uno vale como persona en sí.
Lo que sí es importante es que el trabajo en equipo ayuda a complementar muchas visiones y percepciones que tenemos sobre aquello que queremos conseguir. Buenas sensaciones nos ha dejado la reunión en el día de hoy.