5/1/10

Al menos, bien vale el intento.




Dice Tomas Edison: Los que dicen que es imposible no debería molestar ni interrumpir a los que lo están haciendo. ¿Qué piensas tu al respecto? ¿Te has visto en alguna ocasión luchando por algo que otras personas consideraban imposible, mientras tu lo veías viable, situaciones en las que te han invitado a dejar el proyecto o situaciones en las que te lo ponían negro de verdad?

Las situaciones pueden ser variopintas. Pueden referirse tranquilamente a situaciones de pareja, a proyectos empresariales o pueden referirse, entre otras muchas cosas a objetivos personales, lúdicos, deportivos o cualquier otro tipo de actividad.
Tomas Edison decía también que en los miles de intentos que hacía para conseguir algo, cada error lo veía como un paso más adelante para conseguir sus objetivos. Basado en esta actitud positiva de la vida nos ha dejado la nada desdeñable cifra de 1093 patentes realizadas con su grupo. Un record que nadie ha podido batir hasta el momento
¿Qué es lo que empuja a una persona a seguir adelante cuando a su alrededor todas las voces se vuelven pesimistas, negativas y desalentadoras? ¿Qué hay dentro de uno que le hace persistir?

Hay quien hace oídos sordos, pero para tener incluso esta actitud hace falta un gran nivel de confianza en sí mismo, en el proyecto que quieres alcanzar y en lo que éste te va a aportar a tu propia vida o a la de los demás.

La confianza viene dada no de un impulso caprichoso, sino desde el deseo de algo nuevo que satisfaga una necesitad concreta. Este deseo conlleva una ensoñación , un imaginarse como puede ser el futuro y al mismo tiempo elaborar las estrategias para poder alcanzarlo, sabiendo, eso si, que cada paso es un paso hacia adelante, y que cada error es un paso más porque dejas a un lado un camino que no conduce a la meta y pruebas otras maneras de poder alcanzarlo.

¿Qué hace falta pues? Yo creo que el proceso es claro: Tener una necesidad concreta. Sentarse ante ella no como una desgracia, sino más bien como un reto o desafío. Mirarla, atacarla de frente, de lado, por arriba y por abajo, de espaldas. Imaginársela una y mil veces colmada , realizada y desentrañar el camino para poder llegar hasta ella. Todo es cuestión de sentir, pensar, imaginar y sobre todo ensayar una y otra vez las diferentes posibilidades con grandes dosis de paciencia y optimismo.

Una linda presentación sobre esto es la de la Rana. Te invito a verla.

La Rana
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Y una historia real en dibujos animados muy alentadora: