22/12/09

33.Saber Estar






En cierta ocasión un acaudalado hombre de negocios veía como un pescador acababa su faena diaria a media mañana con una cesta llena de pescado.





Sorprendido por su temprana recogida se acercó a él y le preguntó

Discúlpeme Señor, veo que recoge ya y se va para casa. ¿Por qué no se queda y pesca un poco más? Podría pescar un poco más y así comprar un pequeño bote, ir mar adentro y así pescar un poco más, venderlo, comprar, ahorrar y comprar un barco más grande para poder así pescar más, vender, comprar un gran barco y poder pescar mucho más, vender mucho más y así cuando sea mayor podré gozar de la vida.

El pescador se dirigió al acaudalado hombre de negocios diciéndole: A eso iba yo ahora, a gozar de la vida un poco.

A veces me pregunto que es lo más importante de la vida, si trabajar para vivir o vivir para trabajar, si vivir para tener o tener para vivir. Estamos en la vida pero, ¿cómo estamos en ella? ¿Cómo nos sentimos ante la vida, ante lo que hacemos, ante el trabajo que realizamos cada día, ante las tares que diariamente nos rodean en la casa, en la calle o en el trabajo? Y a fin de cuentas, ¿para que hacemos todas y cada una de esas cosas? ¿Las hacemos para gozar de ellas o para sentirnos esclavos de ellas?

Saber estar en la vida es saber vivir y apreciar todas y cada una de las situaciones que nos toca vivir. No es fácil encontrarse con gente que sabe gozar de las cosas que hace: en el trabajo, en la cocina, en el trabajo o en sus quehaceres diarios. Sentirse realizados y acompañar de una sonrisa o de un canto todo lo que hacemos es una bendición; sentir que el tiempo pasa sin darnos cuenta mientras hacemos las cosas es una de las cosas que mejor nos sientan.

Pero, ¿qué necesitamos para sentirnos así, para SABER ESTAR? Yo creo que los más importante es estar abierto a éstas situaciones, verlas como aliadas y no como enemigas, vivirlas como experiencias que nos ayudan a crecer en vez de verlas como algo que reducen nuestras vidas a escombros y desdichas. Apertura, ganas de aprender de ellas y ganas de aportar a ellas todos nuestros conocimientos, fortalezas y virtudes para dejar en ellas toda la impronta de nuestra personalidad.

SABER ESTAR implica no sólo saber estar abierto, aprender y aportar las propias cualidades y talentos a las mismas. SABER ESTAR implica además la capacidad de poder darle nuestra propia impronta a la vida haciendo posible que nos involucremos en el cambio, en la transformación y cambio de la misma vida de tal manera que aprendamos de la vida y de que la vida tenga la función de aportar y satisfacer nuestras necesidades.

SABER ESTAR es, en definitiva, vivir a tope, pero todas y cada una de las facetas de la vida y no ser esclavos de todas o de cada una de ellas.

Una canción: Paco Ibañez.



Una presentación de Mario Benedetti: Saber Estar

Una Foto para encontar multitud de imágenes ya hacer trabajar tu hemisferio derecho: