23/6/14

Estar informado.


Hoy alguien pedía ayuda sobre algo que se le estaba preguntando acerca de un negocio. Al ser principiante no tenía clara la respuesta que dar y la solicitó a los compañeros. Alguien le comentó que lo mejor en ese caso y a ese tipo de preguntas mejor ni molestarse, ni contestar ni intentar convencer a nadie. 

Lo curioso de ello es que muchas preguntas tienen muchas respuestas. Yo personalmente di la mía así como la dieron otros compañeros. ¿Donde estriba la dificultad muchas veces? Que no tenemos la información suficiente, que no somos capaces de cuestionarnos y que ni tan siquiera nos molestamos en ofrecer respuestas validas, bien sea a nivel de negocios, bien lo sea a nivel de relaciones personales o de creencias y costumbres.

Hemos dejado a un lado la era de la tecnología y hemos entrado en la era de la información. La información es poder, pero quien no vaya detrás de ella podrá verse abocado a vivir en una vida cargada de muchas oscuridades, propia y ajenas, incapaces de entender y de ayudar a otros a comprenderlas.

No podemos conformarnos con saber lo que sabemos. Hay que intentar saber más de lo que sabemos ya que nuestro sitio en la vida depende del conocimiento que tengamos de todo aquello que nos rodea. Desconocer nos puede llevar a vivir una vida en la que andemos como perdidos.

Hay algo que nos desespera en una etapa de crecimiento de nuestros hijos; la etapa de los porqués. Preguntas que comprometen, preguntas que no sabemos contestar, preguntas que incluso a veces ni nosotros mismos nos hemos preguntado. Tanto para los niños como para los adultos saber, querer saber y llegar a saber es parte del saber vivir y del saber estar en la vida.