Un viejo indio estaba hablando con su nieto
al calor y a la luz de la hoguera.
El chico preguntó:
- Abuelo, abuelo,
¿qué es lo que sucede dentro de mí?
Unas veces deseo ser bueno y otras no.
- Hijo, le dijo el abuelo,
dentro de ti luchan dos lobos vigorosos.
Uno de ellos siempre está malhumorado.
Es malo, violento, vengativo y cruel.
El otro siempre está de buen humor
y está lleno de bondad, de compasión y de amor.
- Abuelo, ¿cuál de ellos ganará?, preguntó el nieto.
El abuelo se quedó pensativo unos segundos y contestó:
- El que tú alimentes.
Atraemos lo que pensamos.
Sabemos perfectamente que atraemos lo que pensamos, tal y como lo expresa el cuento del viejo indio. Pero es una realidad que dentro de nosotros se entabla una batalla, muchas veces cruel y que nos quita el sueño, entre lo que deseamos y lo que no. La pregunta ya no es quien ganará la batalla, sino como alimentar en medio de la lucha la parte que queremos atraer y con la que queremos triunfar. Creo que hay tres pasos y que de manera consciente o inconsciente los hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida en varias ocasiones.
¿Qué hemos conseguido en nuestra vida que nos ha hecho ilusión, que lo veíamos inalcanzable, difícil sino imposible y lo hemos conseguido? Hay muchas actitudes como la constancia, la creatividad, los hábitos, etc. Pero el inicio de cualquier cosa que queramos atraer en nuestra vida empieza por tres elementos bien importantes.
Los Tres Pasos iniciales.
- Saber el qué queremos conseguir. Puede parecer tonto pero no lo es. Hoy mismo me encontraba esta frase en Facebook:
En principio la frase en sí contiene muy buenos deseos para el día de hoy. Al leerla, ¿qué se nos queda en la mente? "Eliminar", "estrés" y todo lo que "quita nuestra sonrisa". Aparentemente no tiene nada de malo, pero en la mente se quedan fijadas las tres cosas que no queremos en vez de que se fijen las que sí queremos. ¿Hacia donde estará enfocada la mente? Hacia lo que no queremos.
Desde mi punto de vista no es lo mismo tener el enfoque positivo de lo que sí queremos que tener constantemente en la mente lo que no. Cuando tenemos en la mente lo que sí queremos nuestro cerebro está en alerta y preparado para percibir los estímulos que constantemente llegan a nuestro cerebro y no los procesamos.
Si coges un ejemplo de la vida normal y cotidiana en el que decides comprar un coche de una marca determinada y de un color determinado, comienzas a ver a ese coche de forma casi constante por la calle. Si quedas embarazada, o tu mujer o madre se quedan embarazadas, de repente comienzas a ver mujeres embarazadas por la calle y comienzas a reparar en anuncios que tienen que ver con embarazo y nacimientos de niños. Lo que deseamos abre nuestro cerebro a captar los millones de datos que día a día somos incapaces de captar y procesar.
Por lo tanto el primer paso es "saber lo que queremos conseguir en nuestra vida".
- ¿Por qué queremos conseguirlo? El porqué queremos es esencial también. El porqué se convierte en la motivación y en el motor que nos dará fuerza para conseguir las cosas. No es lo mismo afrontar algo sin ninguna trascendencia en nuestra vida que hacer algo que le da importancia y significado a lo que uno va a realizar. ¿Es lo mismo afrontar algo por un hijo que afrontarlo por un desconocido? No. Todos lo merecemos, pero un hijo, una pareja o amigo siempre tendrán una relevancia en nuestra vida que le dan un poco más de fuerza a lo que deseamos. Cuando el porqué está dentro de nosotros es una motivación interna y las motivaciones internas tienen una fuerza mucho más especial puesto que no nos hace depender de los demás.
- Sentir es importante. El sentimiento hace que nuestro cuerpo se asocie al objetivo y que integre las ideas, los objetivos, los sentimientos con todo el cuerpo en general y creando toda una serie de ordenes que estimulan todo el cuerpo y lo predisponen física y anímicamente a tener una actitud positiva y concreta al respecto. ¿Has estado enamorado? Me imagino que sí. ¿Imaginabas y sentías en la distancia a la persona amada? Creo que también. ¿Y que pasaba por tu mente? Pues además de sentimientos actitudes y planes que los sentimientos te llevaban a imaginar. Preparabas escenas, encuentros, conversaciones y un sinfín de estrategias a seguir con la persona amada. El sentimiento hace que "Objetivo y Motivación" se integren en "un todo" que hace que las "actitudes" se pongan en marcha.
- "¿Cómo?" Esta es la parte más interesante y que se da cuando se ha cubierto las tres anteriores. El "cómo" ya no depende de nosotros. El "cómo" nos lo pone en bandeja la misma vida ya que, como anteriormente dije, el cerebro comienza a capar muchos estímulos externos que cuando no hay ni metas, ni ilusiones, no motivaciones no es capaz de captar. Lo que sí está en nuestra mano y responsabilidad es "estar atentos" a esos estímulos y posibilidades y saber subirse a las oportunidades que la vida nos presenta en esos momentos.
Atraemos en la vida lo que que queremos, si lo pensamos, si lo sentimos, si lo hacemos nuestro y si estamos abiertos a lo que la vida cada día nos pone en bandeja para utilizarlo en función de lo que hemos elegido vivir.
Cuando el foco es lo que queremos, lo hacemos parte de nuestra vida y de nuestros sentimientos somos nosotros los que estamos atrayendo lo que queremos.