Los verdaderos límites de lo que queremos alcanzar se encuentra la mayor parte de las veces en nuestra mente, en nuestras creencias irracionales que dominan todas las decisiones que tomamos en el transcurso de nuestra vida. Pero, ¿se pueden cambiar esas decisiones? ¿Y esas creencias? ¿Cómo transformar e ir desde lo que no queremos hacia lo que sí deseamos.
- La necesidad es la madre de cualquier proceso de cambio y de transformación en la vida. Es lo que motiva. Le da sentido al cambio. La necesidad nos tiene en un estado de carencia que nos hace frágiles y vulnerables a las vicisitudes de la vida. Cuando hay una situación que nos acorrala nuestro instinto de supervivencia hace que nos despertemos y demos mucho más de nosotros mismos. Es la necesidad la que ha hecho posible todos los inventos y adelantos que la ciencia nos ofrece hoy en día, desde la cura de enfermedades hasta el transporte y la comunicación.
- Querer es poder. Querer cambiar es el segundo paso. Si nos estamos ahogando y no queremos ser rescatados nos dejaremos ir. De nada nos sirve tener los medios si no ejercemos una acción hacia la transformación. Ante los retos, el camino difícil, los obstáculos y los problemas hay muchas voluntades que se vienen abajo. La voluntad se torna indispensable. Una fuerte necesidad hace posible una fuerte voluntad. Todo depende de si uno quiere o no la transformación. De hecho querer es poder.
- Saber hacerlo. Saber es tener una actitud de búsqueda. Es una actitud proactiva de buscar y de aprender de la vida, de uno mismo y de los demás. Es adquirir los conocimientos que pueden hacer posible lo que queremos. Es la actitud constante de intentarlo y de aprender de las veces que decimos que no funciona.
¿Cómo iniciar un proceso de transformación? Creyendo que es necesario, queriendo hacerlo y sabiendo hacerlo.