Hace años y aprovechando un momento de descanso quise indagar en internet lo que había sobre mi propia persona. Curiosamente me encontré en una página a alguien que no puede identificar en ese momento que preguntaba por mi haciendo constar el buen recuerdo que había dejado en mi paso de cuatro años por Valle Nacional en México. Hace poco tiempo un gran amigo de la misma población hacía mención y agradecía la influencia que yo había dejado y que todavía parezco ejercer en su vida.
A lo largo de los años nos damos cuenta de que dejamos huella y de que influimos en la vida de otras personas: como padres, pareja, amigo, profesional, político, religioso, etc. ¿Qué hace que dejemos huella? Si pienso en las personas que han dejado huella en mi vida, como Jesucristo, Juan Ferrachini (un maestro formador que tuve), mi padre o mi madre o grandes amigos puedo de ir que hay siempre un común denominador:
- El sentido de la vida, su manera de concebirla, te impacta y te hace descubrir una serie de valores que normalmente no percibes en los demás de una forma clara.
- La congruencia entre lo que piensan, dicen y vive. Tal vez me impacte más una actitud que no toda una serie de palabras y discursos.
- El afecto que se comparte y se trasmite. El cariño y el afecto abre más puertas que cualquier llave maestra. El afecto te abre la puerta de una casa, de una vida y te da la capacidad de compartir los valores que llevas dentro.
- Es precisamente el creer en aquello de lo que hablas lo que te hace más convincente. Pocos tienen que demostrar que están enamorados de alguien. Generalmente se les nota por las veces que hablan de esa persona y de la forma en la que habla.
- La libertad que se ofrece para adherirse a la visión de vida y valores que uno tiene. La imposición te aleja de las personas, la libertad te acerca a ellas porque ven que uno no quiere controlar sino aportar vida y beneficios.
- La gratuidad. Cuando damos o se nos da sin pedir nada a cambio, ¿no percibimos mayor apertura y agradecimiento a quien nos ha dado?
La influencia a veces no viene dada por la busqueda de ella misma, aunque todos queremos influir con nuestros valores y con lo que vendemos, sino que viene dada por ese estilo de vida quete hace creíble ante ti mismo y, por ello ante los demás.