Tal vez cada un de nosotros es el mayor enemigo que tenemos a la hora de alcanzar nuestras metas, objetivos, deseos y sueños. El MIEDO es nuestro gran enemigo. Lo peor de todo que la mayor parte de los miedos que tenemos nunca acaban de suceder.
Si somos sinceros con nosotros mismos:
- Si no tuviera miedo, ¿qué cosa haría en estos momentos?
- ¿Qué miedos me han impedido llevar a cabo ciertas cosas?
- ¿Qué miedos de todos los que he tenido en la vida se han llegado a realizar de verdad?
- ¿Qué hay detrás de cada uno de los miedos?
- ¿Cómo vencer los miedos?
Son preguntas que tenemos que pararnos a pensar, reflexionar y aprender a través de ellas sobre nuestros miedos y sobre nosotros mismos, ya que irremediablemente nuestros miedos hablan más de nosotros mismos que de otras cosas.
Nuestras vidas tienen tres momentos importantes: Los que ya han pasado y que nos condicionan para bien o para mal. Los que tienen que venir y que a veces nos llenan de ansiedad. Los presentes que son los que realmente tenemos que vivir.
De los momentos pasados nada podemos hacer por ellos, sino aprender. Del futuro poco podemos hacer sino adelantarlo o prevenirlo. Pre-ocuparnos por lo que puede venir nos lleva a no ocuparnos por lo que ya ha llegado. Y lo que ya ha llegado, la vida real y presente, es de lo que tenemos que ocuparnos, pues es lo que nos hace felices o no, lo que nos permite vivir la vida o alienarnos de ella.
Richard Carlson propone tener en cuenta las siguientes actitudes:
- No sufrir por pequeñeces.
- Tomar conciencia de nuestros pensamientos y de como influyen positiva o negativamente en nosotros.
- Repetirnos una y otra vez: “La vida no es una emergencia, sabiendo relativizar todo un poco”.
- Aprender a vivir con la incertidumbre del mañana y aprender a manejarnos en ella.
Yo añadiría desprendernos de cantidad de apegos que son una pesada lacra en nuestra vida y que ocupan en nuestros sentimientos, mentes o espacios físicos un lugar demasiado importante. En una palabra, ser más libres.
Hace pocos días me comentaba una persona que cuando cambiamos de casa nos damos cuenta de la cantidad de cosas que acumulamos y que ni tan siquiera utilizamos ni a diario, ni en semanas, ni en meses. Y no digamos a nivel mental.
¿Cuál es el mejor antídoto?
- La información sobre aquello que tenemos miedo. A mayor información, más controlamos lo que tememos y menos miedo.
- Mayor conocimiento sobre nosotros mismos, que a la larga es a quien más tememos.
- Aceptarnos por lo que somos y no por lo que tenemos o podemos conseguir.