22/3/13

Criticas



Con las piedras 
que con duro intento los críticos 
te lanzan, 
bien puedes erigirte un monumento.

Immanuel Kant

Son muchos los momentos de la vida en lo que recaen críticas sobre nosotros. Unas pueden ser constructivas, otras lo son negativas. Tanto unas como otras pueden afectarnos para bien o para mal. Pueden hacer que nuestra autoestima suba como la espuma o baje como un camión sin frenos. ¿Cómo reaccionamos ante ellas?

Hoy leía una frase de Buda en la que se decía que lo que más nos molesta de los demás es aquello que no aceptamos de nosotros mismos. Eso me ha llevado a pensar muchas veces que las críticas que recibo pueden ser constructivas, como he dicho, o muestran las carencias que otra persona puede tener y las proyecta sobre mi o sobre otras personas o circunstancias.

Por otras parte, cuando yo critico, ¿cómo me veo yo a mi mismo? ¿por qué actúo así? ¿cuáles son mis pretensiones? Si más allá de criticar me observo cuando critico tal vez aprenda, por ejemplo, que pretendo hacer un mundo a mi gusto, y eso sí que es harto difícil. La vida es como es y muchas veces o nos adaptamos o perdemos la posibilidad de apreciar cosas diferentes y enriquecedoras.

Lo que dice Inmanuel Kant es importante y enriquecedor. Las críticas, sean buenas o malas, tienen algo en sí importante. Vengan por donde vengan y con el ánimo que se tenga son oportunidades para crecer y muchas veces hacerse una auténtica estatua a la autoestima. No con ello quiero decir que seamos soberbios, pero si que sepamos crecer en medio de los temporales.