8/2/12

Éxito y emociones



La emoción es una fuerza extraordinariamente fuerte en nuestra vida. Juega buenas y malas pasadas. Nos da tanto buenos momentos como otros en los que nos hace meter la pata. ¿Alguna vez te has dejado llevar por las emociones? ¿Eres consciente de lo que te han hecho decir, o de como te han hecho actuar, o de como te han hecho relacionarte con las personas de tu entorno o las circunstancias con las que te rodeas? ¿Es mejor ser frío y vivir de una manera más equilibrada? Lo importante de las emociones es que nos dan energía tanto como nos la pueden quitar. Pero lo realmente primordial es saber controlarlas. ¿Cómo hacerlo?

  • Toma contacto con las sensaciones de tu cuerpo. Es algo con lo que cargamos cada día, el cuerpo. Tomar contacto con las sensaciones que se producen en nosotros de una manera inconsciente nos ayudará a controlarlas cuando se producen en nosotros de forma consciente.
  • Cae en la cuenta de las sensaciones que se producen en las diferentes parte de tu cuerpo, en el dedo del pie, en la rodilla, en la frente. Párate por unos minutos e intenta vivir todas las sensaciones que se producen en las diferentes partes de tu cuerpo. Simplemente vívelas, siéntelas. Verás como algunas de ellas son nuevas para ti.
  • Vamos a dar un paso más adelante y ahora haremos todo lo posible por sentir algo diferente, el roce de nuestro cuerpo con la ropa que llevamos, con el calzado. Vamos a intentar sentir esa frontera existente entre cuerpo y aquello que lo toca.
  • Cuáles son las sensaciones que se han producido en ti?
  • Relajación, bienestar.
  • Vivencia del presente en vez de vivir desde lo racional, desde la cabeza.
  • Desarrollamos la vivencia desde el corazón, pero curiosamente desde fuera de nosotros mismos. Controlamos lo que sentimos.
  • Es posible que algunos experimentemos tensión. ¿En qué parte de nuestro cuerpo? ¿Cuáles son las características de esa tensión? Cada uno de nosotros producimos nuestra propia tensión y es por ello que en nosotros mismos está la respuesta.
  • Observa las sensaciones, los sentimientos, las tensiones desde fuera de ti mismo. ¿Es lo mismo que vivírlas desde dentro? ¿Aprendemos más de nosotros mismos si la vivimos desde fuera que desde dentro de nosotros?
  • Saber alejarse y vivir las emociones, observarlas y contemplarlas nos ayudará a conocer más sobre uno mismo y, al mismo tiempo, controlar las emociones y hacer que éstas estén a nuestro servicio y no nosotros al de ellas.