18/1/12

¿Solos o acompañados?



Una de las claves del éxito tanto personal como profesional es el saber caminar con cierta sinergia, haciendo un trabajo de equipo. Hoy por hoy lo podemos ver en el deporte o en la política. El afán de protagonismo de algunos puede acabar con el interés del equipo con el que juega o de la nación que dirige. Lo mismo puede pasar a nivel personal o familiar, el querer hacer prevalecer "nuestra" razón o visión no nos permitirá ver no sólo otras visiones complementarias a las nuestras sino los recueros de aquellos que viven o trabajan a nuestro lado.

El trabajo en equipo, se de en el ámbito en el que se de, conlleva.
  • Un sentimiento de respeto hacia el otro. Las personas somos todos diferentes y las diferencias más que desunir tiene el valor de poder verlas complementarias. El dicho, "o estás conmigo o contra mi", es la imagen del que no es capaz de respetar las diferencias y aprovecharse de ellas.
  • Saber valorar lo diferente es importante. Hoy, y a través de internet, podemos ver como las diferentes culturas son capaces de aportar cantidad de conocimientos, herramientas y experiencias entre personas de diferentes culturas o países.
  • La funcionalidad de cada uno dentro de cada grupo o sistema es importante. Si uno tiene una serie de cualidades, ¿por qué no aprovecharlas y utilizarlas para el bien del grupo. Unos pueden tener una mentalidad conservadora, otros agresiva. Hay quien es creativo y los hay serviciales. Todas las características tienen o pueden tener cabida dentro de un plan general.
  • Saber dar juego a los demás es primordial. El que quiere alcanzar protagonismo deja a otros a un lado o en evidencia. El que es importante sabe que su importancia se destacará mucho más si el equipo, familia, grupo u organización en el cual vive, participa o trabaja tiene éxito.
¿Cómo lograr trabajar más en equipo?
  • Viendo más allá de mis propios objetivos y encuadrarlos dentro de un objetivo más amplio que es el de la sociedad, grupo o familia.
  • Comenzar a ver la parte agradable de aquello que me desagrada.
  • Animado a otras personas en sus propias cualidades y talentos.
  • Sabiendo delegar en otros, y aceptando la responsabilidad que se delega en mí.