9/8/12

Creer en uno mismo



No es la primera vez en la que vemos una actitud un tanto sorprendente de Jesús que parece despreciar a una persona por motivos raciales. Una mujer Cananea que suplica una y otra vez a Jesús que sane a su hija.

A primera vista parece un poco insolente la actitud de Jesús, pero no deja de tener su sentido desde el punto de vista del crecimiento personal de los demás. Si uno se deja ir ante situaciones de desprecio, de las cuales encontramos muchas en la vida, quiere decir que hay un factor importante que dejamos ir en la vida, y éste es que nuestros objetivos dependen muchas veces de las respuestas de los demás.

La mujer sabe lo que quiere, y lucha por lo que quiere, y no se deja caer por el desprecio que puede sentir en un momento determinado hasta el punto de compararse con los perros que tienen la oportunidad de comer las migajas que caen de las mesas de sus señores.

Puede parecer humillante llegar a ese extremos, pero lo sería mucho más si no me muestro tal y como soy y lucho por lo que creo que me pertenece como persona. Tal vez el reconocer que las migajas también son importantes es el punto que convence a Jesús en la fe que ésta mujer tiene en él y en su mensaje. Lo poco es suficiente cuando puede ser el principio de todo lo que se puede conseguir en la vida.

Los pequeños pasos, las pequeñas acciones, la insistencia, la autoestima son partes primordiales de los procesos de consecución de los objetivos que tenemos que alcanzar en la nuestra vida. Y cuando lo buscamos de forma insistente ello llegará a nuestra vida de la forma que la misma vida lo considere oportuno.