31/8/10

Atreverse



Hay momentos en los que se nos encoge el corazón. Son momentos en los que tenemos que dar el paso, situaciones en las que tomamos decisiones en las que optamos por algo importante, pero que nos llevan a romper con algo que supone algo importante para nosotros, o algo que creemos que no puede salir bien y puede llevarnos a una situación de fracaso.

Miramos a un lado, al otro, adelante y atrás. Miramos dentro de nosotros mismos o hacia aquellos a quienes queremos y no deseamos defraudar. Miramos, tal vez, con la duda y con la falta de confianza en uno mismo y en lo que se quiere alcanzar.

De repente veo al frente, a lo que quiero y deseo, a lo que busco, necesitó y anhelo. Veo y visualizo lo que ello es y ya supone para mí y los míos. Veo, siento y oigo como repercute en mí, en mí vida, en mis relaciones, en mí desarrollo personal, familiar o profesional.

Veo, visualizo y siento. Entonces la duda se transforma en un querer que me lleva a dar el paso. Me atrevo porque no creo arriesgar, sino más bien elegir, escoger y asumir lo que yo quiero vivir.

29/8/10

Preguntas



Leía hoy que el Coaching acaba con todos los escondites que nos construimos en nuestra vida. Creo que es verdad. El Coaching esta montado sobre una dinámica de preguntas que intentan ayudar a conseguir objetivos y una de las cosas que más nos aterra a los humanos es que nos estén desnudando constantemente. Es como si no quisiéramos vivir mirándonos frente a un espejo.

En un proceso normal de Coaching ves el objetivo, el camino a recorrer, los obstáculos a encontrar, las diferentes opciones frente a éstos, por lo que la decisión de dar el paso, de caminar y de alcanzar las metas está al alcance de la mano.

Cuando no se da el paso surgen más preguntas que intentan dar con la raíz del freno y con las diferentes opciones que pueden liberar los frenos, manteniendo siempre los profundos valores que uno tiene. No queda otra que enfrentarse a los objetivos poniendo todas las cartas sobre la mesa. Preguntas que se hacen para clarificar las metas, el camino, los recursos que uno tiene y los recursos con los que uno cuenta a su alrededor.

Pregunta, pregunta, que tanto preguntarse ayuda a caminar y a alcanzar el objetivo.

27/8/10

El reto



Ésta mañana estuve en la piscina con mi hija. Mientras esperábamos la llegada de su primo, seis meses mayor que ella, y apoyados en la escalera de la parte honda de la piscina, 2,5m, me preguntó:

Papá, cuando yo tenga 8 años, ¿podré tocar con mis pies el fondo de la piscina?

El día anterior lo habíamos intentado sin éxito mientras su primo sí lo había conseguido.

Rápidamente le dije que sí podría conseguirlo y antes de los 8 años, y que posiblemente lo podría conseguir en un par de días. "Vamos a intentarlo", le dije. "Vamos a ver si te queda mucho para llegar", le comenté.

Ilusionada se metió bajo el agua y pude comprobar que le quedaba medio metro. Pero al salir se me ocurrió decirle: "Pero su sólo te queda una cuarta", le dije mostrándole mis dedos. "Te queda poco", le añadí. Vi que sus ojos se abrían a la posibilidad, al reto y al poder intentarlo nuevamente con éxito.
No tardó dos segundos en meterse nuevamente e intentarlo. Cada vez le decía que la distancia que le quedaba era más corta.

Al quinto intento lo consiguió y detrás del quinto otras tantas veces más.

Tener un reto en la mente, visualizarlo, sentirse apoyado y alentado, verlo cada vez más cerca y tener la confianza de poder conseguirlo..... una llave para el éxito.

25/8/10

Tomando decisiones



¿Por qué nos cuesta tanto tomar decisiones? Creo que la lógica nos dice que es porque nos jugamos mucho. A mayor importancia más valores o contrapartidas están en juego.

¿Podemos tomarlas de una forma más tranquila y segura? Yo creo que en la medida en que tenemos claro los objetivos básicos de nuestra vida y los valores que los sustentan más fácil será el poder tomar una decisión. Cuando todo está alineado en torno a nuestros objetivos y valores, más claro estará el camino a seguir. Tomar una decisión que nos desvíe del camino no parecerá tener lógica alguna.

Lo importante es saber hacia donde vamos y porqué. El porqué nos dejará ver los valores que son importantes en nuestra vida. Contradecirlos o ir en dirección contraria o perpendicular nos mantendrán insatisfechos.

Es por tanto que ideas claras, en cuanto a metas se refiere, más valores claros que sustentan nuestra vida, conforman un buen seguro para la toma de decisiones.

24/8/10

Valor y Confianza



Miedo e inseguridad son los dos enemigos que llevamos dentro y que nos frenan a la hora de dar pasos efectivos hacia aquello que deseamos.

El miedo por la inseguridad de dejar lo conocido por lo que hay que conocer y que no sabemos si saldrá tal y como nosotros queremos y deseamos.

Miedo porque dejar lo conocido implica riesgo, posibles pérdidas, algún que otro fracaso. Pero no hay que olvidar que detrás de un sólo éxito hay muchas tentativas, muchos pequeños fracasos y desilusiónes.

Pero sólo aquellos que tienen claras las metas, que han diseñado bien sus sueños y que sienten las vibraciones de lo que les aguarda, persisten.

Es la confianza en uno mismo, la claridad de que un sueño es posible, lo que alcanzar la meta supone para uno y lo que aporta a los demás, lo que hace posible dar el paso.

El valor lo pone la creencia y la confianza de que el objetivo, sí es posible. Es ahí cuando nuestra vista y nuestra mente se conectan constantemente a lo que queremos lograr.

23/8/10

Ante el obstáculo, soluciones.



Cantidad de veces se experimenta en la vida situaciones que consideramos obstáculos. Es curioso que el 80% de las veces los obstáculos dependen de nosotros mismos. Son "peros" que nos ponemos constantemente a nosotros mismos y que nacen del miedo y de la inseguridad que tenemos ante las metas que tenemos en frente de nosotros.

Piensa, piensa por un momento en los obstáculos que ves frente a tu en estos momentos. ¿Qué te frena? ¿Qué te impide proseguir tu camino? ¿Qué puedes hacer al respeto?

Lo más interesante de todo es que miedo e inseguridad podemos vencerlas con información y con destreza, conociendo bien a lo que nos enfrentamos y adquiriendo los medios para construir el paso a paso que nos conduzca a la meta.

Todo es cuestión de saber qué nos frena, porqué nos frena, buscar soluciones y poner los medios a nuestro alcance y, si es menester, inventarlos.

22/8/10

Fingir: ¿Un inicio?



Hablaba hace algún tiempo con un empresario que me comentaba que en sus inicios le costaba mucho emprender el negocio. Se encontraba con personas que desconfíaban de su gestión y el negocio no acababa de arrancar. De repente se le atravesó una idea un tanto arriesgada y fue la de comprarse un coche de gama alta, de lujo; un coche que levantará admiración y cierto tipo de envidias; un coche que le diera cierto aire de ejecutivo de éxito. Y así lo hizo.
No tardó una semana en hacer contactos fructíferos. El coche le generaba confianza a él mismo y generaba confianza de los demás hacia él. Poco tiempo después su negocio iba viento en popa y a toda vela. Comenzó a vivir como el gran empresario que quería llegar a ser y se granjeó la aceptación de aquellos que sentía como si nuevo círculo de influencia y de aquellos que acudían a él porque confiaban en los productos que vendía.

El hábito no hace al monje, pero ayuda a hacerlo.

Dicen que fingir ayuda a creerse lo que uno quiere llegar a ser y a desarrollar. Fingir es comenzar a vivir la conducta que quieres tener como habitual en tu vida. Una vez que llegas a creerte tu nuevo papel y te formas en ello, lo demás comienza a venir

20/8/10

7 pequeños pasos para ser feliz.



1. Desea algo fuerte y profundamente.

2. Ten fe en tu mismo en que lo vas a alcanzar. Repítetelo varias veces al día.

3. Visualizate constantemente viviendo ya ese sueño como si ya lo hubieras alcanzado. Escribe lo que vea, oyes y sientes cuando lo vives.

4. Conoce lo que quieres, tía virtudes, tía fortalezas y lo que necesitas para alcanzar el sueño, así como tus debilidades para compensarlas con tus fortalezas.

5. Da un paso cada día. Toma acción. No lo dejes sólo en tu mente. Cada día, al menos, un paso.

6. Actúa buscando siempre el bien. Todo lo que hagas repercutirá de la misma manera, buena o mala, en tu y en los demás.

7. Deja una huella positiva en la vida, tanto para los que conoces, como para los que no.

19/8/10

Somos lo que nos alimentamos



Oía hablar esta tarde en la radio a una médico endocrino de La Coruña hablar un tanto alarmada y preocupada sobre el crecimiento alarmante de obesidad infantil en España y concretamente en Galicia con todo el riesgo que conlleva de enfermedades cardiovasculares, diabéticas, renales, etc y la consiguiente disminución del promedio de vida. ¿Conclusión? Somos lo que comemos y tenemos la calidad de vida que nosotros mismos nos buscamos.

Pero lo mismo nos pasa a otros niveles como la televisión, la radio, los libros, la música, el ocio o el simple tiempo libre. Si
A eso le añadimos lo que hablamos, hacemos o las compañías con las que andamos tenemos una conclusión mucho más clara: Díme lo que ves, tiendes a oír, a hablar, a leer o a dedicarle tiempo y te diré la vida que tienes como resultado.

¿Nos sentimos satisfechos de la vida? Todo depende de cómo la alimentemos en cada momento. ¿Elijo lo que realmente quiero o soy de aquellos que se deja llevar por las masas sociales?

La vida, mi propia vida, depende de mi y de las comidas, ideas, valores, actitudes y sentimientos con los que la alimente.

Cuestión, simplemente, de lo que elijo libremente.

18/8/10

Punto de partida



¿Donde estoy? ¿Cómo me siento? ¿Cuál es mi realidad? ¿Qué deseo cambiar de ella? Éstas preguntas y otras tantas más como éstas tratan y tienen que intentar aclarar la situación en la que estoy y que deseo cambiar o transformar. Saber dónde se está es el primer paso para saber a donde se quiere ir y llegar.

Pero hay un segundo punto no menos importante, ¿qué me ha hecho llegar hasta aquí? ¿Qué factores han hecho que en mí vida hubiera un freno que no me deja avanzar hacia lo que deseo alcanzar. En ocasiones podemos dedicar tiempo, ilusión, ganas, empeño y muchas cosas más, pero hay un algo que frena el todo. ¿Soy capaz de pararme, identificarlo y reconocerlo? Es más, ¿sería capaz de cortar con ello? ¿sería posible dejar esa tara a un lado para que pueda avanzar feliz y contento?

La meta la tenemos presente, pero hay un punto de partida: la propia realidad, el aquí y el ahora y todo lo que lo ha propiciado. Es hora de coger lo bueno y seguir utilizándolo. Es hora de tomar lo que nos frena y, simplemente, ¿por qué no quitar los frenos y andar mucho más ligeros?

16/8/10

Lo mejor de ti mismo



¿Has pensado alguna vez en cosas que haces bien, en las que el tiempo se te pasa volando y en las que te sientes plenamente realizado?

Estoy seguro que si en algún momento tuvieras que desmenuzar todo lo que haces te costaría un poco. Y me refiero a los movimientos, a las ideas, a las motivaciones, a los sentimientos, a las sensaciones y a los valores, a las capacidades y a las aptitudes, a los trucos y a la creatividad que en el proceso te hace sentir tan bien y tan realizado. Es algo tuyo, personal, innato, espontáneo y al mismo tiempo producto de un interés que sientes.

¿Que pasaría si cada uno de esos elementos naturales los trasladaramos a todo aquello que no marcha bien en nuestra vida y lo pusiéramos al servicio de lo que queremos alcanzar y que tanta ilusión nos hace?

Nunca partimos de cero. Partimos de lo que llevamos dentro y que forma parte de nuestra calidad de origen. Es nuestro gran tesoro, nuestro principal aliado y nuestra gran baza para conseguir nuestros objetivos.

Cuenta hasta 10



Me lo presentaron un día y al conocerme me dijo: "A tí tenía ganas de conocerte yo".

Yo me quedé un poco sorprendido al tiempo que le preguntaba: "¿Conocerme? ¿A mi? ¿Y eso?

El otro día iba a darle una bofetada a mi hijo y de repente me dijo: "¡Alto, papá!, como dice Fernando, antes de pegarme cuenta hasta diez, y luego pégame, si quieres.

Fuí incapaz de pegarle. Esos diez segundos se me hicieron eternos y me hicieron pensar como nunca en la vida. Pasados los diez segundos entablé una tranquila y profunda conversación con mi hijo.

Diez segundos que me ayudaron a controlar mis emociones y mis impulsos y que me ayudaron a verme de una manera más rica y profunda.

Diez segundos que aportaron a mi vida más recursos que tenía dentro de mí.

Diez segundos que sirven para controlar las emociones.

Simplemente le sonreí.

12/8/10

El 20%



No deja de sorprenderme la teoría de Pareto de que el 20% de nuestro rendimiento o de nuestras capacidades representa el 80% de nuestra productividad. Es como si aquellas palabras que decían que lo breve su es bueno, dos veces bueno.

Lo peor de todo es que a veces no somos conscientes de ese 20% nuestro que nos hace ser efectivos, resolutivos y al mismo tiempo disfrutar de lo que hacemos.

¿Te imaginas poner al servicio del trabajo ese 20%? ¿Y su lo pusiéramos al servicio de la propia familia? ¿Y qué tal si lo hiciéramos por la propia salud física y emocional? Y nos queda el campo social, el de los amigos o el de aquellos que necesitan de uno. Creo que sería sorprendente lo que podríamos aportar a la vida y a los demás.

¿Te has parado a pensar donde se encuentra el 20% de tus capacidades y como puedes utilizarlas un poco más?

Congruencia



¿Quién no ha entrado en discusión en alguna ocasión? ¿Quién no se ha visto metido en un litigio donde una parte eran miembros de la familia o amigos cercanos a quien hemos tenido que defender, no siempre con mucha razón?

Cuando nos vemos involucrados en toma de decisiones en las que optamos por callarnos la verdad o dejar que siga adelante la injusticia, ¿cómo nos vemos? ¿qué oímos en nuestro interior? ¿cómo nos sentimos? El nivel de congruencia o de incongruencia marca nuestra felicidad o nuestra insatisfacción con nosotros mismos.

Estamos hechos para creer en nosotros mismos, en Jos valores que creemos y profesamos, en las creencias que conforman profundamente nuestra personalidad. Cualquier contradicción con nuestra esencia y nuestra forma de vernos y valorarnos, deja huella. Traicionarnos a nosotros mismos marca cada paso de nuestra propia vida, primero porque perdemos nuestra propia credibilidad y segundo porque nos veremos cómo auténticos cobardes ante nuestra propia, sincera y profunda mirada. ¿Podríamos caminar así por mucho tiempo?

11/8/10

¿Cómo hacerlo?



Me ha llamado mucho la atención una frase de Brian Tracy: Las personas carentes de éxito siempre se preguntan si una meta concreta es posible o no. Los que desarrollan su máximo potencial, sólo preguntan: "¿Cómo?"

Me ha dejado pensando porque los dos tipos de reacción o de preguntas conducen por derroteros muy diferentes. Mientras que unos dan por hecha la posibilidad de que alcanzar un sueño es posible y lo único que hay que buscar es el "como", otros se debaten entre sí es posible o no.

¿La diferencia? Es sustancial. Mientras uno entran en acción buscando caminos y estrategias, otros están esperando una luz del cielo que les indique o responda si profunda pregunta. Estos últimos no muestran capacidad de querer aportar algo nuevo a la vida. Se sobrecogen ante el misterio de la vida, se creen pequeños y pobres a la hora de aportar nuevas ideas, caminos y soluciones.

A veces es cuestión, simplemente, de dar el paso a frente. Una vez dado es cuestión de seguir preguntándose "como" y seguir dando pasos, unas veces conocidos, otras nuevos e innovadores.

9/8/10

Primero lo Primero



Siempre me han fascinado las personas que han tenido las ideas claras, que han sabido decir "no" cuando las propuestas que le realizaban no entraban en ese momento determinado dentro de sus objetivos y emprendían el camino directo hacia lo que pretendían.

¿Qué sentimientos suscitan este tipo de personas? Además de ideas claras suscitan capacidad de control sobre sus propia vidas, sobre sus valores, sobre sus prioridades y una gran libertad de saber elegir lo que aporta algo importante en la consecución de sus propios objetivos.

En un mundo tan variopinto, en el que constantemente podemos encontrarnos cantidad de estímulos que pueden satisfacer las muchas necesidades que podemos tener, y en un mundo en el que el placer de lo instantáneo prevalece sobre todo, es digno de admirar que la vida es como una gran carrera de fondo donde lo importante es llegar y saborear aquello que has buscado y no quedarte a medio camino por querer, simplemente, aprovechar absolutamente todo lo que aparecía al paso.

Vivir el instante es importante, pero sin olvidar que cada instante el un escalón más que nos conduce a lo que realmente queremos. ¿Están nuestros instantes en función de nuestras metas?

Genios



Dicen que los genios tienen tres características en común: Un fin en la mente, capacidad de dejarse sorprender por la misma vida y concentración en lo que hacen.

No todos tienen o tenemos un fin en la mente. Comodidad, miedo al fracaso, falta de responsabilidad ante la misma vida, aletargamiento e incluso miedo a asumir las nuevas responsabilidades, junto con el miedo al rechazo. Pero frente a esto tenemos el valor de todo aquello que aportará algo grande a nuestra vida. ¿Te imaginas la vida sin cada uno de los avances que se han promovido a través de cada uno de los planes que previamente se han fijado en la mente?

Cuando uno se abre a lo nuevo, a lo diferente y a lo distinto con el afán de conocer, de aprender o de disfrutar, cuando uno es flexible y deja los viejos dogmas para adaptarse a la vida, no sólo aprende, sino que se adapta y evoluciona como persona y especie.

Y, cuando uno se siente enriquecido, la concentración es máxima, el tiempo parece no pasar y hasta uno se ve inmerso en un proceso tal, que parece que nada existe a su alrededor.

Podemos ser genios, ¿no?

6/8/10

Un plan por escrito



Para los que solemos poner nuestros pensamientos por escrito el hecho de escribir no es tan sencillo. Podemos dejar que la pluma fluya de una palabra a otra expresado nuestras vivencias, nuestros sentimientos o simplemente nuestras ideas, creencias o valores. Una vez que acabas de escribir y relees todo lo que has plasmado en la hoja de papel llegas a ver como una expansión de lo que crees que eres, de cómo te ves y de cómo te sientes de una manera más distante, de un modo más frío, si cabe, al punto de que lo que has escrito te hace ver de forma más clara y concisa lo que eres y hacia donde vas.

¿Qué pasaría si cada uno de nosotros escribiéramos de forma clara y concisa lo que pretendemos de nosotros mismos y del objetivo que queremos alcanzar?

¿Cómo nos sentiríamos su viéramos plasmada en una hoja de papel la ruta a seguir para alcanzar nuestra meta, nuestro objetivo como si de un mapa de carreteras ó una receta de cocina se tratara?

Escribir, dejar plasmado lo que queremos vivir, ver, escuchar, sentir es comenzar a vivir ese sueño dejando que se mueva dentro de nosotros mismos y haciéndonos ser lo más concretos posible. Además, son palabras que tienen más posibilidades de que no se las lleve el viento.

5/8/10

Proactividad: El ser o no ser.



Hace tiempo llegó por e-mail una bonita presentación que se titulaba "Cada uno da de lo que tiene" y que contaba cómo una persona regalaba una bandeja limpia y llena de flores a un rey que se la había regalado previamente llena de basura. Ante el asombro de la gente el respondía que cada uno daba de lo que tenía.

Esto viene a colación de que muchas veces respondemos a los demás, a la misma vida o a las circunstancias que nos rodean, no tal y como somos, sino como represalia, venganza o castigo por lo que creemos que se merecen. Nos sentimos heridos, desconcertados, desubicados o maltratados por la vida y reaccionamos con impulsos que en nada se identifican con lo que pensamos, creemos, o valoramos de nosotros mismos.

En vez de reaccionar dejándonos llevar por los impulsos, ¿por qué no seguir siendo nosotros mismos? ¿Por qué no aportar nuestros valores y creencias a la misma vida? ¿Por qué no buscar alternativas que aporten valor añadido a lo que buscamos y queremos alcanzar en la vida?

Vivir plenamente es recibir de la vida y de los demás y aportar a la vida y a los demás lo que somos y lo que creemos, creando en cada momento y situación la respuesta que más refleje la esencia de lo que cada uno es y cree de su mismo.

Ante todo, no hay nada como ser uno mismo. Y su no lo soy, ¿qué sentido tiene la propia vida?

4/8/10

Tener que... o Elegir



"Tengo que ir a jugar al Tenis". "Tengo que dejar el tabaco". "Tengo que adelgazar". El "tengo que" se convierte en una auténtica losa que nos acompaña a diario y que hace que nuestras actividades sean una carga en vez de un disfrute, un deber en vez de una elección, una obligación en vez de una oportunidad en la vida de hacer algo que nos hace sentir bien y realizados.

¿Qué ocurriría si en vez del "tengo que" utilizamos el "quiero", el "elijo" o el "prefiero" esto?

Cuándo tomamos la iniciativa y elegimos voluntariamente hacer deporte, mantener los pulmones limpios, hacer algo importante en nuestras vidas o simplemente disfrutar de algo que nos permite desarrollarnos como personas, o caminar con paso firme hacia nuestras metas, lo que hacemos no se convierte en una losa, en una obligación o en un deber, sino en una libre elección que nos aporta libertad, identidad y disfrute de lo que hacemos, así como un sentimiento de que participamos de la vida, no sólo recibiendo, sino también aportando.

Es la gran diferencia entre elegir y dejarse llevar, entre tomar la iniciativa o el hacerlo porque no queda otra. Y la diferencia la notamos y sentimos en nuestras vidas. ¿No es así?

3/8/10

Volver a empezar



¿Cuando o cómo podemos decir que empieza o puede empezar el cambio en nuestra vida?

Hay una parábola en el Evangelio que tal vez sea una ilustración clara de lo que pueda necesitar una persona para elaborar el proceso de cambio en su vida. Me refiero a la Parábola del Hijo Pródigo que después de malgastar la herencia de su padre en un désenfreno total acaba comiendo la comida de los puercos. Es ahí, en una situación de fracaso total en la que uno piensa y se convence que "su modo de vida" no funciona.

Ese es el principio del cambio, reconocer que algo falla, que no funciona, que no es productivo o que no nos hace feliz. Ese es el principio porque a partir de ahí surge otra pregunta: Si este camino no funciona, ¿cuál es, pués, el camino? Es el momento en el que comenzamos a pensar, a imaginar, a proyectar nuevos caminos. Es el momento en el que cambiamos de dirección, no de estrategia, sino de dirección.

Lo que no satisaface, ni funciona, ni da sentido a nuestras vidas tan sólo requiere de una cosa: Cambio, cambio que nace de la "necesidad interior" de cada uno, cambio que nace de la convicción profunda de la propia persona, cambio que lo produce el sinsentido y el sinsabor de lo que uno ha recorrido y del resultado obtenido.

Y es la Imaginación, junto con una escala de valores seria y profunda la que busque dentro de nosotros aquello que llena y da sentido a la propia vida. Ambas, Imaginación y Valores, son las que bucearán en nuestro consciente y subconsciente en búsqueda de caminos mucho más innatos, más creativos, más genuinos y, en una palabra, más de uno mismo.

¿Funciona nuestra vida?
¿Nos sentimos satisfechos con nuestro modo de vida?
¿Son efectivas nuestras reglas personales para vivir?
¿Necesitamos más imaginación y más y mejores valores?

2/8/10

Objetivo en la mente



Cuando oyes o lees a personas que han estado en el umbral de la muerte y que consiguen sobrevivir suelen coincidir todos en que "a partir de ahora" vamos a vivir mucho más plenamente, centrados en lo que es importante, saboreándo la vida a cada paso y no dejando cuentas pendientes de las que podamos arrepentirnos al final de nuestros días de no haberlo hecho y de haber malgastado malamente la vida.

Stephen Covey propone para ello en que nos situémos en el día de nuestro funeral y tomáramos consciencia de qué nos gustaría que dijeran nuestros familiares, nuestro amigos, nuestros compañeros de trabajo y nuestros vecinos o colaboradores. ¿Por qué? Pues porque en el fondo representa nuestras expectativas encubiertas de cómo nos gustaría que fuera la vida o de lo que nos gustaría alcanzar en ella. ¿Te atreves?

El objetivo no es otro de saber y de tener claro hacia donde vamos y hacia donde queremos ir. La muerte y el saber que nos quedan tan sólo unos días, semanas, meses o años no ayuda a vivir con mejor calidad de vida, sabiendo escoger entre lo esencial, fundamental o importante y lo banal, superficial, accesorio o intrascendente.

Te propongo que escribas en un papel los cuatro epitafios que te gustaría que te dedicaran los miembros de ti familia, tus amigos, tus compañeros y tus conocidos, y después que te preguntaras: ¿Va mi vida en esa dirección? Si va, ¡fantástico! Y su no, ¿por qué no encaminarse hacia esa meta?