En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su Maestro:
«Siempre nos cuentas
historias,
pero nunca nos revelas su significado»
El Maestro le replicó:
«¿Te gustaría
que alguien te ofreciera fruta
y la masticara antes de dártela?».
Nadie puede descubrir
tu propio significado en tu lugar.
Ni si quiera el Maestro.
Tony de Mello
Estos días en los que cuelo en mi perfil de Facebook diferentes juegos de estimulación cognitiva me llama poderosamente la atención, y desde el punto de vista positivo, que casi nadie pregunta por las soluciones a los diferentes ejercicios. Has bastantes personas que escriben "logrado" cuando consiguen llegar al final de la prueba. En ocasiones ponen lo que piensan, acertadamente o no, pero lo ponen. Y ello es positivo. ¿Por qué?
Generalmente en la vida nos gusta que nos den las cosas hechas. Es más fácil, nos implica menos en el esfuerzo de conseguirlo porque nos lo regalan. Y si hablamos de pensar, buscar o tomar iniciativas pues ni te digo. Nos cuesta mucho más. Tal vez hemos sido educados para memorizar más que en pensar, reflexionar y buscar razonamientos o experiencia diferentes.
Como dice Anthony de Mello nadie se ha emborrachado leyendo sobre la palabra VINO. Emborracharse es la experiencia de beber y de beber cantidad.
El conocimiento sin levarlo a la práctica no sirve para nada. El amor sin vivirlo plena y desinteresadamente tampoco sirve para nada. Vivir sin tener experiencias que nos ayuden a crecer y a experimentar las muchas cosas que la vida nos ofrece sería un mero sobrevivir.
Nadie lo va a hacer por nosotros, y si lo hacen flaco favor nos hacen ya que complejo de inútiles vamos cogiendo hasta el punto de sentirnos mal con nosotros mismos. Y si un día desaparece quien nos lo hace comenzaremos a aprender. Y hemos comenzado a vivir muy tarde.
De la misma manera que nadie nos pone la comida masticada en la boca, ¿por qué otros tienen que pensar por nosotros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario