Todos vivimos en el mismo sitio y bajo las mismas circunstancias, bueno, mejor dicho bajo las mismas o parecidas circunstancias. A muchos nos gustan y a otros muchos no. Reaccionamos de una manera u otra. Decidimos irnos o quedar. Lo bueno es que alguien decía en su día que "cuanto te vas a otro lugar sueles llevarte el problema contigo". ¿Qué hace falta? Actitud; sí, actitud proactiva, responsable, creativa e imaginativa. Actitud de hacer de lo que hay algo que merezca la pena vivir. Me viene a la mente en estos momentos la actitud de los que sufrieron un accidente de avión en los Andes en la que tuvieron que sobrevivir 72 días a la buena de Dios:
De las 45 personas en el avión, trece murieron en el accidente o poco después (entre ellos 4 de los 5 miembros de la tripulación); otros cuatro habían fallecido a la mañana siguiente, y el octavo día, murió una pasajera de nombre Susana Parrado debido a sus lesiones.Los 27 restantes tuvieron que enfrentarse a duras condiciones ambientales (-25 a -42 °C) de supervivencia en las montañas congeladas, aún en plena época de nevadas, en medio de la primavera austral. Durante varios días las partidas de rescate intentaron localizar los restos del avión sin éxito. Incluso algunos aviones estuvieron cerca del lugar, pero muy alto para poder encontrarlos.
Muchos de los supervivientes habían sufrido diversas lesiones cortantes o moretones y carecían de calzado y ropa adecuada para el frío y la nieve. Se organizaron para resistir las duras condiciones imperantes.
A pesar de las condiciones y el grado de debilidad y aletargamiento, los supervivientes liderados por el estudiante de medicina, Roberto Canessa, quien propuso soluciones para todo, fabricó además elementos y utensilios ingeniosos tales como alambiques, guantes (con los forros de los asientos del avión, que se desprendían con facilidad), botas (con los cojines de los mismos) para evitar hundirse en la nieve al querer trasladarse, y anteojos (con el plástico tintado) para resistir el frío y el encandilamiento de la nieve.
La mayoría de los sobrevientes dormían con un par de pantalones, tres o cuatro suéteres, tres pares de calcetines, y algunos se tapaban la cabeza con una camisa para conservar el aliento. Para evitar la hipotermia, en las noches más frías, se daban masajes para reactivar la circulación e intentaban mantener la temperatura corporal en contacto entre sí. Algunos preferían dormir descalzos para evitar golpear a alguien con sus zapatos.La búsqueda se suspendió ocho días después del accidente. En el undécimo día en la montaña los supervivientes escucharon por una radio de pilas, con consternación, que se había abandonado la búsqueda. Wikipedia
¿De qué depende todo? Al frente podemos ver accidente, muerte, destrucción, etc. Es algo real que no se puede ignorar en la vida. Pero a nuestro lado podemos ver los restos de la tragedia y a partir de ahí la llamada a seguir viviendo aún y a pesar de las situaciones inverosímiles. Todo depende de la actitud con la que reaccionamos en la vida a lo que nos pasa.
Dicen que entre nuestras emociones está el miedo y que ante él podemos escapar o enfrentarnos a él con mayor fuerza, ingenio, creatividad e imaginación, en definitiva, con un espíritu positivo. Todos nacemos con las cartas que nos ha tocado jugar, pero la forma de jugarlas depende de cada uno de nosotros.
Aceptar la situación y a partir de ahí hacer lo que mejor podamos y lo que mejor "queramos" es la llave del éxito. "Querer" es el condimento principal desde el que se forja el "poder" para poder transformar lo que no nos gusta en algo digno de vivir.