13/5/16

La buena comunicación.


La comunicación eficaz.


Preciosa esta pequeña historia de la que reflexionando un poco se pueden sacar varias conclusiones.

Capacidad de sorpresa. 

No me digas que esta niña no ha dejado sorprendido a propios y a extraños con su actitud novedosa de morder la manzanas al mismo tiempo. La verdad es que fue original. No hay lugar a dudas.

Imaginarse lo peor. 


La verdad es que es mucho más fácil imaginarse las cosas que comunicarse en si, Y si a la hora de pensar nos imaginamos lo peor somos unos auténticos artistas. Los prejuicios o la negatividad que llevamos encima nos ayuda a ver la vida como no es en realidad. ¿Y si la madre preguntara antes de cambiar su rostro de forma apenada y triste por qué estaba haciendo lo que hacía la niña en ese momento. A los adultos que nos pregunten no nos gusta mucho, pero los niños son un libro abierto sobre todo cuando están en un momento de generosidad como ese. 

Habilidades comunicativas.

Habilidades comunicativas deficientes, como acabo de mencionar. Imaginamos y reaccionamos con lo que tenemos en la mente en vez de utilizar un don tan espléndido como el que tenemos la raza humana. La comunicación no invasora y respetuosa siempre es un acicate para una buena relación, un mayor entendimiento de las cosas y sobre todo para vivir y profundizar en la realidad tal y cual es.

Percepción de nosotros o de los demás.

Lo que percibimos y lo que molesta del otro, ¿no será tal vez una proyección de lo que no nos gusta y no aceptamos de nosotros mismos? Como acabo de leer esta tarde en esta vida aprendemos de todo, dice Paulo Coeho, incluso de las derrotas. Aprender de lo diferente, de lo inusual o de lo que no cuadra en nuestra mente puede ser una de esas lecciones que nos da la vida.