Un pequeño ratón mirando por el agujero de la pared, ve al dueño de la hacienda donde el vivía y a su esposa abriendo un paquete. El pensó inmediatamente que seria un tipo de comida.
Al descubrir que era una ratonera lo que había en el paquete se quedo aterrorizado.
Corrió rápido al patio de la hacienda para advertir a todos los animales:
Corrió rápido al patio de la hacienda para advertir a todos los animales:
Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!!!
La gallina le respondió:
- Disculpe Sr. Ratón, yo entiendo que esto sea un gran problema para usted, pero en lo que a mi respecta no me perjudica en nada.
Entonces el ratón se fue donde el puerco y le dijo:
- Hay una ratonera en la casa, una ratonera!!!
- Disculpe Sr. Ratón, respondió el puerco, no existe nada que yo pueda hacer a no ser orar.
Quédese tranquilo que usted será recordado y mencionado en mis oraciones.
El ratón entonces se fue donde la vaca y le contó, la vaca le respondió:
- ¿Que?, ¿Una ratonera? ¿Estoy en peligro? Creo que no.
Entonces el ratón volvió para su casa abatido y con miedo de la ratonera.
En aquella noche se escucho un fuerte ruido, como el de una ratonera atrapando a su víctima.
La mujer del hacendado corrió para ver que es lo que había agarrado la trampa.
En lo oscuro de la noche, ella no vio que la ratonera había agarrado la cola de una culebra venenosa, y la culebra picó a la mujer…….
En lo oscuro de la noche, ella no vio que la ratonera había agarrado la cola de una culebra venenosa, y la culebra picó a la mujer…….
El dueño de la hacienda la llevo al hospital y la señora volvió con fiebre.
Todo el mundo sabe que para alimentar alguien con fiebre, nada mejor que una sopa o caldo de gallina. El dueño de la hacienda agarró su cuchillo y se fue a matar la gallina para hacer el caldo de sopa.
Como la enfermedad de la mujer del dueño de la hacienda continuaba, los amigos y vecinos la fueron a visitar.
Pero la mujer no mejoro y termino muriéndose.
Para alimentarlos, el dueño de la hacienda mato al puerco.
Pero la mujer no mejoro y termino muriéndose.
Mucha gente vino al funeral. Entonces el dueño de la hacienda tuvo que sacrificar la vaca para poder alimentar a tanta gente.
El problema nunca es de uno,
el problema es de todos