“A un discípulo que siempre estaba quejándose de los demás, le dijo el Maestro:
- Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra.”
Anthony de Mello.
Es bonita la frase, ¿verdad? Hace mucho tiempo que la leí. Me gusta porque somos muchos los que nos quejamos constantemente de lo que nos ocurre en la vida. A veces pienso que nos gustaría que la vida fuese tal y como nos la imaginamos y nos olvidamos de que no estamos solos, estamos rodeados de gente muy diferente a nosotros y con expectativas diferentes.
Por otra parte si de nosotros dependiera la vida sería aburrida, sería constantemente tal y como nos instalamos en ella. En el momento en el que llegáramos a una zona de confort difícilmente saldríamos de ella. Nos gusta instalarnos en lo conocido y lo nuevo es una total afrenta para cada uno de nosotros.
Calzarse unas zapatillas, como dice o recomienda Anthony de Mello, es parte del sentido que tiene la vida, el sentido de la adaptación. Como diría Darwin o nos adaptamos o morimos. Ponerse unas sandalias es adaptarse a la realidad y tratar de vivir desde lo que hay y empezar a construir desde lo que uno tiene.
Imagínate donde estás ahora y lo que has caminado en la vida. ¿Has tenido que adaptarte? Seguro que sí. Todo lo que eres y has aprendido hasta el momento en la vida es fruto de la adaptación que has tenido que tener en todos los procesos. Echa la vista atrás y toma conciencia de ello. La adaptación es una experiencia que nos hace sentirnos más cómodos en las situaciones de la vida y nos sirven como trampolín para poder llegar a otros estadios que la vida nos tiene preparados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario