20/2/13

¿Decidirnos o agonizar?



Una de las cosas más difíciles que tenemos que afrontar en la vida es la toma de decisiones. A veces toman su largo tiempo. Nos debatimos entre el si o el no, entre el dar el paso o esperar. Y en medio de ello hay una larga agonía que nos va desgastando poco a poco. Hay una lucha interna que muchas veces es provocada por los sentimientos de apego y de dependencia y otras por el miedo a soltar todo aquello que nos amarra y nos impide abrirnos a lo nuevo y a lo incierto. Hay momentos en los que los pasos los damos cuando ya no nos queda otra y tenemos que aceptarlo como situaciones en las que no hay vuelta atrás.

Solamente el espíritu de libertad y de confianza en nosotros mismos es lo que nos permite dar los pasos que nos permiten cerrar unas puertas y que se abran otras en la vida. Alguien decía que cuando nos quedamos solos y desnudos ante la realidad es cuando nos exponemos a toda la libertad interna y se nos abren todas las posibilidades de la vida, tal vez porque cuando dependemos de situaciones y de personas no somos todo lo suficientemente libres y valientes que nos gustaría ser.

Tener claro que hay un horizonte lleno de posibilidades, de que tendremos la libertad para poder llevar a cabo, tal y como nosotros queremos, nuestros sueños, y sentir el apoyo de aquello que puedan valorarnos y valorar lo que queremos es la clave donde apoyarnos para que no haya agonía en nuestras vidas sino más bien el punto de valentía que necesitamos para dar el paso.