Creo que todos nos hemos sentado, de forma totalmente informal, en más de una ocasión a repasar nuestros albúmes de fotos en lo que podemos revivir momentos de la infancia, de la juventud o de adultos; momentos de familia, de amistades y de trabajos; momentos personales que de una manera u otra han dejado mella en nuestra vida.
Hoy me gustaría hacerte una propuesta, a realizar de forma totalmente personal, en pareja, en familia o con un grupo donde haya el suficiente respeto y confianza. Una propuesta que no es otra sino que la de retroceder a todos estos años de vida y de experiencia para reencontranos con nosotros mismos, con ideales, con sueños vividos, con actitudes, con experiencias y con decisiones que de una u otra manera han dejado alguna huella en nuestra vida.
Un segundo paso es el revivir en mente y en sensaciones corporales esos momentos. Detrás de cada situación hay un sentimiento, un valor, una creencia, una fortaleza que de forma natural se ha vivido. Y todo esas sensaciones, valores, creencias y sentimientos se van plasmando en palabras, dibujos y colores que dejen ver las emociones que van despertándose en cada uno.
El tercer paso es contestarse tres pequeñas pero importantes preguntas:
¿Qué cosas nuevas he aprendido de mi historia?
¿Qué constantes encontré que me han acompañado a lo largo del camino?
¿Qué me llama más la atención de todo éste proceso?
El cuarto y último punto es el compartirlo con la persona o grupo de personas con la que has elegido hacerlo.
En todo ello encontrarás toda una serie de elementos con los que cuentas dentro de ti, que te han acompañado en unas o en todas las partes del camino; unas fortalezas que están despiertas o latentes dentro ti; unas creencias, valores y fortalezas que están ahí, en ti mismo para ayudarte a vivir el hoy o para dar un paso más al frente hacia el futuro que quieres construir.
¿Te animas? Si lo haces me encantaría saber el resultado. Te agradecería que lo compartieras en los comentarios.