25/5/16

Observar sin juzgar


Observar sin Juzgar.

Observar sin juzgar a las personas o a las situaciones no es nada fácil. Estamos muy acostumbrados a emitir juicios sobre lo que vemos. Lo peor de todo es que en el momento de emitir los juicios éstos nos separan de las personas, a veces con la posibilidad de no retorno. ¿Es realmente necesario juzgar?
Tal vez con la simple y mera observación aprenderemos mucho más que con el juicio. De la observación tal vez siempre podamos aprender; del juicio no, porque lo emitimos y nada nuevo llegará a nuestra vida, además de condicionarnos ante personas o situaciones.

Observar simplemente.

¿Te has sentado a observar alguna vez, simplemente observar, una persona sin juzgar.Verla desde lo lejos, dejando que la curiosidad te permita seguir observando, aprendiendo, valorando y permitir que esa misma realidad te hable de ti más que de ella? La observación pura y dura te ayuda a conocer, a entrar en el mundo de lo desconocido y sobre todo a valorar lo que observas como una aportación más a tu propia vida.

Observar y enriquecerse.

En la medida en la que observo me doy cuenta de la realidad de las cosas, de la realidad que no es precisamente como ya las suelo ver, desde mi ideología, valores, moral, etc. Si observas un cubo lleno de agua, que se revuelve con toda la suciedad, ¿qué podemos observar en todo el proceso desde que está oscura hasta que la suciedad se va depositando en el fondo? La sensación es muy clara. A medida que observamos las cosas, las vamos entendiendo y comprendiendo mejor, es más dejan de ser enemigas para ser reveladoras, muchas veces de nosotros mismos, y otras tantas de la complementariedad de la vida, sin quitar que hay cosas que no nos gusten, pero siempre aprenderemos de ellas, mientras que el juicio no aportará nada a nuestra vida. Observar no deja de ser un gran aporte a nuestra vida-