10/12/15

Las cuatro partes de la vida.


Las cuatro partes de la vida.

La vida es un sistema. Un sistema que tiene cuatro partes que se repiten de forma constante. Un sistema que tenemos que comprender y saber vivir para poder sacarle todo el fruto y saber vivirlo en los momentos que más difícil nos resulta.
  • Amar. La primera parte de la vida es el amor. Siempre he considerado que el amor es nuestra esencia y que el amor es lo que le da sentido a la vida. Es en el amor cuando nos sentimos alguien. Es ahí cuando aportamos de nosotros mismos a la vida y a los demás. Es el amor lo que nos hace sonreír. Y es él el que nos permite ir más allá de nuestras posibilidades. Cuando Einstein cita frases como: "Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad." "Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida." o "Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor pertenece a los pensamientos", entendemos que nuestra esencia es esa, el amor, y que si no estamos en esta línea estamos muertos en vida.
  • Sufrir. La segunda parte de la vida es el sufrimiento que curiosamente conlleva el amor. El amor conlleva algo importante, el preocuparse por alguien, el padecer con alguien y el arriesgar por alguien. Todo ello nos lleva a tener experiencias de sufrimiento en las que perdemos el sueño y en el que sufrimos la presión de lo que otras personas sufren o pueden llegar a padecer. "Noches de hospital", "futuros inciertos", "dudas sobre lo que pueden llegar a alcanzar o no". Son tantas las cosas en las que nos involucramos por amor que "sufrimos" por ello. Sufrimiento, unas veces sano y otras no tanto, pero un sufrimiento fruto y consecuencia del amor que nos hace crecer, madurar, confiar, desarrollar lo que normalmente no desarrollaríamos y aguantar lo que sin amor jamás aguantaríamos desde cualquier punto de vista. Este video que pongo a continuación nos muestra el sufrimiento por algo que amamos y el sufrimiento por alguien a quien amamos. Pero es un sufrimiento sano porque nace del amor por lo que se quiere alcanzar y por quien no lo logra alcanzar.
 
  • Luchar. La tercera parte de la vida es la lucha por lo que queremos cuando hay un motivo por el que hacerlo, el AMOR. Cuando la vida se vive desde el amor y uno se topa con las dificultades que conllevan el sufrimiento aparece una de las fuerzas de las que hablaba Einstein: la del amor que conlleva la voluntad de amar a alguien que lo necesita. Ahí tenemos ejemplos sobrados de personas que luchan y no se dan por vencidos ante los problemas y las dificultades que se encuentran en la vida. Las puertas que a ellos se les cierran son oportunidades para abrir otras nuevas o saltar por las ventanas. La lucha dentro del amor es la lucha por la supervivencia, propia o de los seres queridos. Y va desde el que se lanza al agua sin saber nadar para salvar a su hijo, hasta el que deja de dormir para atenderlo en sus necesidades. Testimonios de amor son innumerables, desde Jesucristo hasta la Madre Teresa de Calcuta, Luther King o Gandhi, pasando por las muchas personas anónimas que viven a nuestro alrededor y son claro ejemplo de lo que es luchar para sacar a alguien adelante. Un pequeño y gran ejemplo puede ser este padre que lucha para que su hijo viva plenamente en medio de sus limitaciones.
  • Vencer. La cuarta parte del la vida es vencer, pero sobre todo vencer en cada paso que damos. No es la parte final del proceso de la vida, porque el éxito está en cada paso que das en medio de las dificultades y de las vicisitudes de la vida. Vencer no es tanto llegar a la meta, sino dar un paso hacia afuera, hacia lo que quieres y alejarte de lo que te impide vivir plenamente como persona. Cada paso es infinitamente importante, porque te aleja del inmovilismo y de lo que no quieres y te acerca, a mayor o menor velocidad, hacia lo que sí quieres de la vida. Todo es posible si lo contemplas como tal. El éxito comienza en la mente y en la voluntad de "querer conseguirlo". Así lo cantaba Juan Pardo en una canción dedicada a personas con diferentes tipos de minusvalías. "Amigo mío si tu quieres puedes, y si puedes....., debes...." "Siempre hay un motivo", dice él. El motivo no es otro que el que da sentido a nuestra vida, el AMOR.