La felicidad, algo que nos une.
Si hay algo que une absolutamente a todos los hombres y mujeres del mundo es que todos buscamos lo mismo: La felicidad.
Podemos tener diferentes ideas sobre la misma, así como las podemos tener sobre la economía, religión, política, costumbres sociales, comidas o usos y costumbres. Pero todos buscamos lo mismo, la felicidad. Y hacemos lo posible para conseguirla, desde renunciar a cosas hasta querer conseguir otras. Sentirse a gusto en la vida es lo esencial y trabajamos en conseguirlo.
¿Dónde está la felicidad?
- ¿En el pasado? Siempre hemos oído que "tiempos pasados fueron mejores". Tenemos cierta añoranza de experiencias vividas que han pasado y forman parte ya del recuerdo. Fueron pero ya no son.
- ¿En el futuro? Hay quien espera conseguir un buen trabajo, dejar una relación tóxica o que no funciona, buscas la pareja ideal, tener una casa apropiada, etc. Creemos firmemente que conseguiremos la felicidad cuando alcancemos esas cosas.
- ¿En el presente? Hay personas que cree que el presente es el momento para ser feliz, serlo con lo que ya eres y serlo con lo que ya tienes. Y a partir de ahí intentar conseguir otras cosas que quieres para tu vida y para tu futuro.
Yo, personalmente creo que es la realidad, el día a día el que manda y el día a día lo que se vive. Hace años tenía un slogan en mi perfil que decía "el pasado ya no existe, el futuro tampoco. Lo que tenemos es el día de hoy."
Me identifico con ello todavía. Pienso que la felicidad no depende de lo que hubo ni de lo que habrá, sino de quien soy y de la actitud que tengo ante lo que vivo cada día. Puede ser mejor o peor. Me puede gustar o no, pero mi actitud determina como me voy a sentir ante la realidad y como voy a actuar ante ella.
Ello no quiere decir que tenga que resignarme a lo que soy y a lo que tengo, pero sí aceptarlo, saber vivirlo y desde ahí tener la tranquilidad de ir construyendo lo que la vida y las circunstancias que haya o que yo vaya construyendo me permitan.
La vida es un proceso, un viaje, un camino. Puede ser una montaña rusa, con sus altos y bajos, pero que tiene su encanto y éste encanto consiste en vivir cada momento y aprender de él.