21/6/13

Centrarse en lo que se quiere.



Cada día me doy cuenta de lo mucho que estamos condicionados por nuestras ideas y creencias y sobre todo cuando éstas son negativas y nos limitan a la hora de disfrutar de la vida. Muchas veces, incluso, nos bloquean hasta para saber lo que si queremos vivir en el día a día. Lo oprobiaba hoy cuando a una persona le preguntaban que le gustaría hacer si tuviera la posibilidad de hacerlo y no tuviera obstáculos. La respuesta "ser feliz" pero con la incapacidad de descifrar el "cómo" sería feliz.

Muchas veces queremos algo pero no somos capaces de concretarlo. Y si no somos capaces de concretarlo difícilmente podremos conseguirlo pues no sabemos hacia donde dirigirnos. Enfocarnos o mirar hacia un objetivo concreto nos ayuda a trazar el camino. Ese era el caso de otra persona para quien lo importante era disfrutar de la naturaleza. La dificultad era que no tenía tiempo para ello pero, ¿qué pasaría si en la agenda diaria pongo 15 minutos y fijo una hora para poder hacerlo? Cuando se lo que quiero y lo pongo como algo importante en mi agenda se que tengo que buscar el tiempo y hacer que otras cosas le cedan el tiempo a eso que para mi es importante. Es cuestión, pues, de saber lo que quiero vivir y ponerlo en mi hoja de ruta como algo a hacer y no como algo a esperar que caiga del cielo por casualidad. Soy yo, uno mismo, el que tengo que provocar las cosas que quiero que se den en mi vida.

Por la tarde he estado asistiendo a una conferencia de una pediatra y madre de familia sobre el síndrome  del TDAH, o de falta de atención y de hiperactividad, algo que parece formar parte de muchos niños y adultos. Hablaba como médico y como madre con un hijo afectado de este síndrome. La verdad es que estuvo interesante. Somos seres humanos y muchas veces con necesidades especiales. Y si bien es cierto que la madre naturaleza nos da este tipo de enfermedades también lo es que la medicina y sobre todo el apoyo a la persona hace que busquemos no las debilidades de la persona sino sus propias fortalezas para contrarrestar los efectos que tiene dicha enfermedad en todos nosotros. Todos tenemos que aprender, unos a vivir su propia enfermedad y otros a conocerla y a ayudar a quien la tiene.

Un gran aliciente fue cuando le pregunté a la médico la importancia del Coaching en el síndrome del TDAH, y me dijo que el entrenador personal (Coach) en esta enfermedad es importante ya que ayuda a la consecución de objetivos a corto, medio y largo plazo. Es algo que le da sentido a todo el trabajo que en estos momentos se está comenzando a cocinar en el interior de mi vida.

Otra de las cosas que he comprobado en el día de hoy es que todo lo que piensas te acompaña en la vida: Si piensas en un coche rojo los comienzas a ver a todas horas por la cale; si piensas en un embarazo parece que todas las embarazadas han decidido salir a la calle para que las veas. Si tienes una mente positiva comienzas a ver la vida de forma alegre y positiva. Es la ley de la atracción, atraemos a nuestra vida aquello que llevamos en la mente, aquello que elegimos. Es por ello que debemos cuidar nuestros pensamientos porque si permitimos que la negatividad se anide en nuestra vida los resultados serán negativos. Por ello, ¡seamos positivos y pensemos en lo que queremos en vez de aquello que rechazamos.

Y en este sentido me sorprendió la reflexión que hizo alguien esta mañana sobre los momentos de conflictos ante otras personas o situaciones de la vida: Cuando alguien o algo nos trata mal, o de la forma que no queremos, ese alguien o algo actúa de simple mensajero para ayudarnos a conocernos mucho más a nosotros mismos. En otras palabras, ¿qué es lo que cada situación de la vida me permite aprender de mí, de la vida y de los demás?