23/1/13

Bienvenidos



Bienvenido a mi Blogg en el que quiero compartir contigo aquellas experiencias, sentimientos, creencias y valores que he ido experimentando por la vida y también que he ido recopilando en Internet.

La vida tiene un sentido y en el fondo de él subyace el valor más grande que nos hace personas y semejantes a los demás: El Amor. A pesar que muchas veces vivimos ciertas contradicciones con nosotros mismos creo que el Amor es el que hace que recobremos el sentido de la vida, el equilibrio y la más pura esencia de lo que somos.

En Reflexiones comparto, principalmente, mi forma de ver las cosas y de pensar. Me mueve un profundo sentido cristiano. Jesús ha dado y da un gran sentido a mi vida. También, gracias a Él, me he abierto a muchas formas de ver la vida y de pensar. Reconozco que la espiritualidad oriental forma parte de la riqueza que he querido aportar a mi propia vida. Todas las reflexiones van orientadas, desde el proceso del Coaching, a que consigamos las metas que nos propongamos.

En Cuentos quiero compartir la inmesa cantidad de historia, unas reales y otras no, que forman parte del patrimonio cultural que tenemos. A través de pequeñas historias nos cuestionamos, reflexionamos y aprendemos a mirarnos al espejo de la vida con sinceridad y espíritu crítico.

Las Frases que día a día voy colgando son frases que han inspirado a otros y que también me inspiran a mi. Así como los cuentos son pequeñas frases que te ayudan a pensar y cuestionar, pero sobre todo a llevarlas cada día como vitaminas para el camino que todos hemos emprendido.

En el Rincón Creativo lo que pretendo es que ejercitemos un poco la mente. El pensamiento lateral nos ayuda a ver que la vida es mucho más simple de lo que creemos. Las respuestas a veces son absurdas, tan absurdas y sencillas como las que tenemos que dar en la misma vida. A veces los niños, mi hija en concreto, las resuelven con más facilidad que nosotros. Tal vez sea la mirada simple e ingenua de los niños que no están condicionadas por las respuestas que nosotros queremos que la vida nos de.

En Vídeos podremos compartir experiencias muy interesantes de la vida real. Tan solo como ver y admirar sentiremos que hay situaciones en la vida que no son tan duras como lo creemos. Si otros han conseguido salir adelante, ¿por qué nosotros no?


¿Sentimiento de culpa?



¿Te acuerdas de aquel episodio del Evangelio en el que llevan ante Jesús a una mujer sorprendida en adulterio con intención de apedrearla de acuerdo con la ley? Le preguntan a Jesús que hacer. Y Jesús calla, tan solo escribe en el suelo. Curiosamente los que acusaban a la muer dejaron las piedras y se retiraron comenzando por los más ancianos. ¿Qué escribía Jesús en el suelo? Probablemente la historia de cada uno de ellos, puesto que dijo que el que estuviera libre de pecado que tirara la primera piedra.

Tenemos una costumbre de fiscalizar las actitudes propias y ajenas. Detrás de una actitud que no nos va llegamos a ver maldad. Alguien me comentaba ayer que a él le sucede con alguien cercano, que hay una persona que se siente acusada, señalada y juzgada por él, cuando en realidad eso no sucede ni tan siquiera en su mente.

También ocurre que buscamos con bastante facilidad culpables a lo que generalmente no nos cuadra. Entras en un sitio, ves algo tirado y lo primero que se te pasa por la mente es una pregunta: ¿Quién fue? Hay que buscar tal vez un culpable, un responsable. Es como si hallando culpables nuestra mente se quedara tranquila sabiendo que "alguien" es el responsable y peor que nosotros o que la falta de control sobre las cosas no es culpa nuestra.

Las cosas suceden, unas veces queriendo y otras no. Incluso cuando se hacen queriendo el mundo de cada persona es muy diferente al nuestro. Suceden tantas cosas en el mundo de los demás que si lo supiéramos podríamos entender cantidad de decisiones que se toman y que llegan a dañarnos cuando en realidad son manifestaciones de una experiencia muy profunda que otros viven.

Nuestra mente es la que se encarga de enjuiciar y de encasillar un sin fin de comportamientos. Haciéndolo encasillamos a las personas y muchas veces las marginamos o rechazamos. ¿Qué pasaría si no emitiéramos juicios hacia las cosas o personas y las aceptáramos sin más? Posiblemente un gran bálsamo de paz y tranquilidad recorrería nuestro cuerpo, sobre todo nuestra mente. Quizás no nos veríamos envueltos en tantos problemas de celos, envidias y roles de poder que llegan a destruir a los demás. Lo que si está claro es que seríamos mucho más libres y no caminaríamos por la vida con tanto sentimiento de culpabilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás.