30/11/15

Experiencia, la semilla del éxito.



La experiencia, una gran maestra que nos enriquece.

Aunque la experiencia haya sido dolorosa siempre nos lleva a a aprender algo nuevo en la vida; algo sobre nosotros, algo sobre los demás y algo sobre la misma vida. Alguien decía, no recuerdo quien, de no levantarnos del suelo sin recoger algo valioso antes.
Experimentar es conocer situaciones nuevas, personas nuevas y nuevos retos en nuestra vida. Es posible que cuando damos un paso hacia la nueva experiencia vayamos con algunas expectativas. Puede ocurrir que en la mente sólo llevemos eso, nuestras expectativas y que cuando no se den nos sintamos mal.
No verlas no quiere decir que no las vayamos a ver. A veces se requiere un acto de fe, un acto de confianza. Buscamos la inmediatez y nos rendimos fácilmente ante la falta de resultados. En ocasiones es cuestión de remar un poco más y, en otras, aunque nos cueste aceptarlo, retirarse.
Estoy seguro que en ambos casos, tanto el de conseguirlo como en el de retirada, algo habremos aprendido. Sería nefasto tener experiencias y no valorar lo que podemos aprender de cada una de ellas. Esta actitud nos aboca a cometer nuevamente errores que no nos gustaría volver a cometer.

Aprender de la experiencia.

Hay algo que es necesario, la reflexión y si es posible la reflexión con las conclusiones escritas. Escribir es ver más claro. La mente vaga de un lado a otro y se nos puede escapar las conclusiones. Lo escrito, escrito está y podemos ir a ello una y otra vez para poder analizarlo e incluso corregirlo o ampliarlo. Escribir es un arma muy poderosa que tenemos en nuestra mano mano. Nuestra pereza en ocasiones nos delata y por no escribir dejamos pasar cosas muy importantes.
Si echáramos un vistazo hacia atrás, hacia las experiencia que hemos tenido a lo largo de la vida y fuéramos anotando todo lo que hemos ido aprendiendo de ella, ¿no sería un gran legado para nosotros y para aquellos a quienes más queremos?
Te recomiendo un pequeño artículo sobra la primera experiencia de caída libre. La experiencia es crucial en la vida, y aprender de ella mucho más.

27/11/15

Algo más que un equipo.



Leo Messi - Luis Suárez, una alianza muy familiar

Dicen que hay que desligarse del trabajo, y que la vida familiar no debería verse interferida por él. Cuando ví la noticia del diario Sport sobre la relación que hay entre Leo Messi y Luís Suárez con sus diferentes esposas me dió que pensar porque la teoría se viene abajo. No lo digo porque sean ellos, sino porque la realidad nos pone ejemplos cada día.


Si somos capaces de integrar todos los aspectos de la vida se da una sintonía que sirve de mucho. Sirve para disfrutar los buenos momentos y para saber apoyarse en los malos. Pero sobre todo para hacer del trabajo parte de la propia vida y de la vida algo que cobra mucho más sentido cuando lo que hacemos lo disfrutamos y lo hacemos partícipes a los demás.

Lo que vivimos, lo que hacemos como trabajo, las relaciones que tenemos con los demás, familiares o no, son parte de una extensión de nuestra vida. Damos de lo que somos y recibimos de lo que son. Es jugar o participar de una gran equipo que va más allá del pequeño equipo del que formamos parte en el trabajo o en la familia. La integración de todo fortalece todas las partes, ya que todas las partes se sienten fortalecidas por lo que cada una de ellas aporta.

En el caso de Leo y Luís me encanta verlos sonreír con sus esposas, pero esa sonrisa es una parte de la que podemos ver en el campo de fútbol, durante, antes o después del encuentro, mientras juegan o mientras se encuentran esperando en el túnel de vestuarios aguardando a saltar al césped.

Empatía y armonía, compenetración y un mismo proyecto, disfrute del objetivo y de los procesos que conducen a él. Son las claves del éxito que luego se irradian a otros campos de la vida.




26/11/15

Entre la necesidad y la posibilidad.

Necesidad vs. Posibilidad

Vivimos en un mundo a caballo entre nuestras necesidades y nuestras posibilidades. Tal vez seamos educados para vivir ante el desafío de la necesidad y no ante el mundo de posibilidades que tenemos frente a nosotros. Es una lucha entre lo que tenemos que satisfacer y entre lo que queremos lograr. El problema puede radicar en que muchas veces el mundo de lo probable ni siquiera logra despertar en cada uno de nosotros.
El trabajo es una necesidad, aunque para muchos es una vocación. Para el que es una necesidad basta simplemente con cumplir una rúbrica, hacer lo extrictamente necesario y ya está. Para los que lo hacen por vocación el trabajo y la misma vida va mucho más allá de lo que tienes que hacer para llegar hasta lo que podrías hacer.
El mundo de la necesidad, aunque sí puede abrir muchas puertas, generalmente te deja adormecido. El mundo de las probabilidades abre tu la ventana hacia lo que puedes aportar de nuevo con tu vida y con tus sueños. No se queda en lo que hay sino en lo que puede llegar a haber.
Podríamos decir que el mundo de la necesidad responde a un estímulo que puede acabarse en el momento en que se satisface la misma, mientras que en el mundo de las posibilidades buscan abrir y combinar muchas realidades hacia otras que no existen.
En la necesidad puede haber una motivación extrínseca, que como dije puede acabar en cualquier momento. En la probabilidad existen muchas alternativas que surgen una y otra vez de forma espontánea y natural como algo que nace y se mueve dentro de lo que la persona es.
Mientras que la necesidad nos puede llegar incluso a paralizar, la posibilidad siempre nos alienta a seguir, a buscar, a tratar, a intentar y a abrir nuevos caminos.
Mientras la necesidad nos deja satisfechos por cumplir una serie de exigencias la posibilidad nos deja satisfechos de desarrollar nuestra vida y nuestra personalidad hasta limites que jamás creíamos de nosotros mismos.
Necesidad y posibilidad son importantes. Las dos nos mueven. Las dos nos ayudan a crecer, pero la posibilidad de lo que podemos llegar a desarrollar en nuestra vida nos permite hacer de la misma algo mucho más creador y participativo en la propia existencia.
Es interesante el artícululo que se escribe al respecto en una página de programación neurolinguística. 

25/11/15

Empatizar para convencer.

Empatizar para convencer.

Hay que empatizar con las personas para convencer. No es fácil convencer a la gente pero, ¿tenemos que convencerla? Esa es nuestra meta. A veces se nos antoja que sí. Los que trabajamos en ventas necesitamos de ello. Los que educamos a nuestros hijos también sentimos la misma necesidad de convencerlos. Nos hace sentirnos más seguros. La mejor manera es empatizar.
Los grandes de la historia nos dicen que empatizamos y convencemos más con nuestras acciones que con nuestras palabras. Pero no podemos obviar que intentamos hacerlo más con nuestras palabras que con nuestras acciones. Yo siempre me inclino por el código ético. No me gusta engañar a nadie. Hacerlo o pensar que puedo hacerlo me hace sentir mal.
A la hora de empatizar para convencer podemos tener los elementos sensoriales por los que nos manejamos las personas: el visual, el auditivo o el cinestésico.
Todos lo manifestamos de una manera u otra en nuestra forma de hablar y de comportarnos. Tenerlo en cuenta nos facilita el camino al ponernos en el mismo plano de visión que aquella persona a la que tratamos de convencer de que algo es importante para ella.

Caminos para empatizar y convencer.

  • Hay personas que son visuales. Utilizamos verbos o palabras que tienen que ver con el sentido de la vista: "Me imagino la casa de color azúl", "veo un futuro muy prometedor", "tengo una visión de futuro muy clara", etc. A la hora de presentar nuestras ideas, y para que las comprendan mejor, ¿cómo hacerlo? Empatizar para convencer sería permitirles visualizar las propuestas que les presentamos: ¿Te ves haciendo conduciendo este coche? ¿Ves el futuro que te espera con esta propuesta? ¿Eres capaz de observar cómo van a disfrutar tus hijos con esto? Estamos facilitando que nuestras propuestas las asimilen desde el propio campo de visión que ellos tienen.
  • Otras personas son auditivas. No les hables de que observen el futuro. Lo que tienen que hacer es escuchar el ruido del campo donde se van a comprar la casa, o el griterío de los niños jugando en el parque de al lado de la casa donde viven, o las felicitaciones que van a escuchar por lograr los objetivos conseguidos. Son personas que tienen una capacidad auditiva mucho más grande que la visual y que llegan a comprender la realidad a través de estos sentidos. El ruído de las olas, el canto de los pájaros, las felicitaciones y otras muchas sensaciones sonoras pueden ser la llave de apertura para poder entender nuestras sugerencias.
  • Pero los hay que van por un camino bien diferente, el camino de los que aprecian los pálpitos que le da el corazón, la cercanía del que le coge la mano, o del que le pone el brazo sobre la espalda para apoyarlo. Hay este tipo de personas que se apoyan más en lo que sienten internamente y corporalmente. Hacer referencias de todo aquello que ofrecemos a cómo se van a sentir, hacerlos experimentar esas sensaciones de antemano es importante. A nivel inmobiliario solemos decir que quien abre puertas y armarios, se sienta en las sillas o sofás, abre grifos o enciende y apaga luces, etc, decimos que están sintiendo la casa y consideramos en ello que puede ser una señal de compra.
Conectar con los demás es tener en cuenta el campo visual, auditivo o sensorial desde el que perciben la realidad y las cosas. Si lo conseguimos tendremos la oportunidad de recorrer de antemano el 50% del camino a realizar. El otro 50% depende de que lo que se le ofrezca encuadre dentro de las perspectivas que tienen en lo que buscan o de aquello que le ofrecemos.
Como siempre, hay que tener en cuenta al otro, empatizar para poder convencer. ¿Quieres profundizar un poco más? Te invito a ver este video.

24/11/15

Escuchar de verdad.






Es una frase que me encontré casualmente ayer y que tiene mucho sentido, más que nada porque somos personas que cargamos mentalmente con muchas cosas: experiencias, creencias, sentimientos y otras tantas más que, por lo de pronto, ponen un serio prejuicio a la hora de dialogar y de aprender de otras situaciones.

Me doy cuenta que muchas veces no nos informamos sobre la otra persona, sobre la situación que se está viviendo en un sitio determinado. La información es la base para conocer y aprender sobre cualquier cosa en la vida. Creer que lo sabemos todo puede pasarnos una factura bastante grande pues podemos equivocarnos de una manera estrepitosa.

¿No hemos vivido situaciones personales en las que creíamos que una persona o situación eran de tal manera hasta que después de informarnos, muchas veces tarde, nos hemos dado cuenta de la equivocación cometida? Creo que todos lo hemos vivido y en más de una, dos o tres situaciones.

Hoy dicen que estamos en la época de la información, y que la información es poder. Se paga hasta por ella. Pues bien, informarse requiere por una parte guardar silencio, escuchar, aprender, cuestionar constructivamente lo que se está escuchando no para destruir sino más bien para pulir y hacer más valiosa la información. Callarse y guarda silencio es es una actitud fundamental.


Querer aprender, es la segunda. Y para ello no queda otra que, además de escuchar, es vital. Saber preguntar. Curiosidad, interés, querer profundizar e incluso mostrar un mínimo de interés por lo que la otra persona está diciendo o por lo que las diferentes situaciones o culturas nos muestran. La curiosidad, esa actitud innata que desarrollamos desde niños, es la que nos ayuda a alcanzar la información que muchas veces necesitamos.

Si escuchamos tal vez no estemos de acuerdo en algunas o muchas cosas, pero si aprendemos y logramos ver las situaciones desde diferentes puntos de vista que nos ayudan a enriquecernos como personas.



23/11/15

Toma de decisiones.





En la vida todo es una concatenación de respuestas y de decisiones que tomamos ante la vida. El proceso viene a ser el mismo que todos hemos tenido desde niños. Hemos empezado a balbucear sin que nadie nos entendiera. Dimos los primeros pasos a base de muchas caídas. Al final hemos acabado hablando, peor o mejor, y hemos acabado aprendiendo a caminar, más deprisa o más despacio. Todo es el resultado de lo que buenamente hemos querido hacer en la vida.
  • La experiencia, la madre de la ciencia, es el resultado de decisiones equivocadas, por lo que querer dar pasos seguros va a ser muy difícil en la vida. Nadie nació aprendido y duda que haya alguien en la historia del ser humano que no se haya equivocado en numerosas situaciones. Son las mismas las que nos permiten ver más claro lo que no tenemos que hacer una vez más en la vida. Y cuando sí acertamos sabemos lo que tenemos que repetir.
  • La experiencia, pues, se constituye en el paso necesario para poder aprender algo en la vida y de la vida. Experimentar no da miedo, tal vez porque hay un miedo al fracaso, un miedo al ridículo y un miedo al que pueda pasar. Pero es la experiencia la que marca la dirección de nuestras vidas.
  • Así pues el éxito es el resultado de un camino, pero de un camino lleno de obstáculos, de retos, de fallos, de caídas y de un sinfín de inseguridades que nos topamos cada día. La realidad es que si no probamos no sabemos lo que habrá detrás de lo que tenemos que intentar. 
  • El éxito solo pertenece a los que osan dar un paso arriesgado en la vida sabiendo que detrás de ese paso puede estar la llave o la posibilidad de buscar otras alternativas más.


20/11/15

¿Ser perfecto? ¡No gracias!


Si el perfeccionismo a simple vista es algo que puede parecer bueno y que encauza a una persona hacia el éxito tiene, por otra parte, toda una serie de dificultades que pueden llevar a que nuestras metas y sueños se vengan abajo.

El perfeccionismo en sí tiene características buenas en el sentido que uno busca que las cosas funcionen bien y ello te lleva a tener en cuenta y a estar atento a cantidad de detalles que de otra manera no sería posible.

Pero por otra parte creo que el perfeccionismo puede ser una fuente de muchos problemas con uno mismo y con el entorno en el que se mueve.
  • ¿Insatisfacción contínua? El estar buscando de forma constante la perfección y no conformarse con lo que hay, ¿no nos lleva a un estado constante de no saborear lo que ya somo o tenemos para estar única y exclusivamente en los resultados finales. Saber vivir la imperfección y gozarla es muchas veces la clave de la vida. Hay pintores que no enseñan sus cuadros hasta el final, pues sólo ellos entienden y viven el proceso. Y gozan de él.
  • ¿Relaciones fáciles? No se si las relaciones interpersonales son fáciles con las personas que tienen a ser perfeccionistas. Tengo mis dudas. Las personas, incluso ellas, somos limitados. La exigencia hacia uno mismo y hacia los demás puede volverse indigesta para los que los rodean e incluso difícil. Como no somos perfectos y exigimos perfección difícilmente valoraremos los progresos o incluso las limitaciones de las personas al punto de poder llegar a juzgarlas, desestimarlas y dejarlas de lado en la vida.
  • ¿Miedo al fracaso? ¿Miedo a aceptar nuestras limitaciones? Puede que haya algo de miedo. Solo se que cuando salimos de nuestros esquemas normales de vida, visitamos otros países y culturas o vemos gente viviendo fuera de nuestras fronteras de una forma diferente y ser felices nos damos cuenta que la perfección y tantas cosas en las que somos exigentes toman un cariz más relativo y menos importante. No hay nada como aceptarse tal y como uno es, con sus propias limitaciones.
  • ¿Todo o nada? Ciertamente el perfeccionista vive en esta escala, al menos en ciertas áreas de su vida. La vida tiene un espectro mucho más amplio que todo o nada. Hay una gama de colores, de valores, actitudes y realidades que hacen que la vida pueda vivirse de muchas maneras. Los extremos son peligrosos, no creo que ayuden a vivir de forma equilibrada.
  • ¿Postergar? Tal vez sea una de las imperfecciones de perfeccionista. No dar pasos hasta que todo cuadre de forma perfecta. ¿Y mientras tanto qué? La vida sigue, continúa y nos perdemos oportunidades de ir puliendo lo imperfecto. Como alguien decía: "Por lo que más quieras, toma acción imperfecta". A veces es mejor pecar de exceso que no de omisión. De hecho al final de nuestras vidas nos arrepentimos más de las cosas que no nos hemos atrevido a hacer que de las que nos hemos equivocado, porque en nuestra mente siempre está esa conciencia de haberlo intentado.




19/11/15

Priorizando para mi mismo o para otros. Acercarse o alejarse de las metas.





Priorizar es un elemento esencial a la hora de acercarnos o alejarnos de aquello que queremos conseguir en nuestras vidas. ¿Cuántas veces nos hemos visto sorprendidos por cantidad de pequeñas distracciones que han hecho que posterguemos lo importante para más adelante si no es que lo hayamos dejado de lado y acabáramos olvidando de ello.

Cuando damos prioridad a algo en la vida, ese algo va adelante. La policía tiene más prioridad que las propias señales de tráfico. Las ambulancias cuando van de emergencia tienen más prioridad que los coches que tienen delante, que acaban siempre cediéndoles el paso.

Las prioridades nos acercan a nuestros objetivos. La falta de ella acaban generalmente alejándonos. Todo es cuestión de decisiones que debemos tomar en el día a día.

En medio de las prioridades hay un elemento importante: ¿Qué es prioritario en mi vida? ¿Soy yo? ¿Es mi mujer? ¿Mi hija? ¿Mis jefes? Dependiendo de lo que elija dependerá lo que consiga. ¿Cómo se yo cual es realmente mi prioridad? A veces tengo la impresión de que yo soy mi prioridad y resulta que mis acciones se encaminan para satisfacer a los demás. Otras veces mis prioridades son los otros y a la larga estoy buscándome a mí mismo. Es parte de las contradicciones y singularidades de la vida.

Los que son empáticos generalmente están más centrados en los demás. Los que, por ejemplo, les gusta trabajar solos y no son detallistas, tienden a estar más centrados en sí mismos. Pero siempre tenderemos a buscar el equilibrio si queremos sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás, aunque como bien dice la frase, "intenta agradar a todos y acabarás nos agradando a nadie", además de sentirte plenamente frustrado y desdichado.





18/11/15

Libertad para poder ser uno mismo.


Dicen que nos es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Así decía un anuncio de una de las primeras empresas a nivel mundial de cosas del hogar. Por otra parte me viene a mi mente la frase de Jesucristo de lo difícil que es para los ricos el poder entrar en el Reino de los Cielos. Y no creo que el Reino de los Cielos sea precisamente lo que nos puede esperar más allá de esta vida. Creo que tiene que ver y mucho con lo que día a día vamos viviendo y vamos cosechando en nuestra vida.

Erich Fromm tiene un libro que se titula "Ser o Tener". Y creo que la esencia de todo en la vida no es precisamente el tener, sino el ser persona. Cuando tenemos, y no digo que sea malo el tener, por lo general somos víctimas de lo que poseemos y llegamos a convertirnos en esclavos de ello. Llegamos a perder la alegría cuando puede llegar a faltarnos.

Pero el tener no creo que sea solamente una posesión de cosas. Hay mucha riqueza por ahí suelta que nos esclaviza y que tal vez nos quite más alegría que las propias cosas. Me refiero a la riqueza mental o espiritual. ¿Cuántas veces somos víctimas de nuestro propio orgullo, de nuestra falta de humildad, de nuestros rencores, y de tantas cosas que rondan por nuestra mente y condicionan nuestra vida?

Humildad es la clave de todo. La humildad de saber vivir con lo que tienes, la capacidad de aceptar las propias limitaciones, la libertad de desprenderte de todo aquello que te impide ser tu mismo. No es que todo deje de tener importancia, pero es que todo es menos importante que uno mismo.



17/11/15

Antes de entrar, dejen salir.


Nuestra mente está cargada
de tantas y tantas preocupaciones, 
de cantidad de ideas y de creencias,
de muchas cosas aprendidas a lo largo del tiempo.

Poco espacio hay para lo nuevo,
para lo que viene de fuera,
para quien quiere regalarme
algo totalmente diferente
a lo que yo ya llevo tiempo.

No tengo tiempo ni espacio
en medio de la oscuridad
y de la riqueza que llevo dentro
pero que empobrece 
toda mi existencia.

Antes de entrar, dejen salir,
dice la costumbre.
Hay que dejar salir
costumbres, 
ideas,
creencias,
hábitos,
y tantas y tantas cosas
que nos impiden
ver la nueva luz
cada mañana
o cada instante
que quiere rodearnos.


16/11/15

Francia, dos miradas.




Es una pena lo ocurrido en Francia, asi como lo es lo que ocurre en otros países. Pero es una pena más grande ver el despliegue mediático que se hace ante esta tragedia en comparación al que se hace cuando ocurre en loa países pobres o tercer mundistas. Por desgracia todos los días salen noticias como estás en los informativos, pero no como ahora.

Internet se ha llenado de cantidad de mensajes de simpatía hacia Francia y sus víctimas. Redes sociales han permitido poner banderas de Francia en el perfil la de sus usuarios. ¿Lo suelen hacer cuando el terrorismo o las víctimas se suceden día tras día en otros países?

En los análisis que se hacen pocas veces se menciona de donde salen las armas, quien las subvenciona, que intereses hay detrás, a quien beneficia todo este negocio.

Hay muchos intereses escondidos detrás de todo esto que escapan a mi pobre entender. ¿Petróleo? ¿Control económico y político de las zona Se? ¿Reconstrucciones post guerra? Vete tú a saber.


La pena de todo esto es que somos la única especie animal, y racional, que estudia cómo aniquilarse a sí misma. Y todo por un problema de miedos, miedos a perder el control sobre los demás, miedos a no ser los mejores, miedos a no estar por delante de otros. Miedos y pensar que "tener" nos hace mejores que simplemente "ser".

Una pena. Si, una pena que me lleva a pensar no tanto en Francia sino en nuestra condición y esencia de ser humanos, porque no es el tema terrorista en si, es todo el sistema que mantiene a muchos subyugados en muchos y diferentes campos de la vida.

¿Es realmente el ser humano un ser social por naturaleza?

13/11/15

Pasos para la felicidad.


  • Compasión vs. Codicia.
  • Tener en cuenta las emociones.
  • Buscar siempre el equilibrio.
  • No perder nuestros valores.
  • Ser altruista.
  • Cultivar la curiosidad.
  • Ponerse en lugar de los demás, empatía.
  • Vivir y trabajar como si la gente realmente importara.
  • Hacer posible que cada uno se valga por sí mismo.
  • Saber dialogar.





12/11/15

Complementariedad.


Hay
un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;
un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;
un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.

Hay situaciones que disfrutamos y situaciones que nos molestan, pero la vida es así, todo un sistema de aparentes contradicciones que muchas veces parecemos no entender. Pero todo tiene un sentido tal y como nos lo indica la propia naturaleza, un sistema que funciona desde hace millones de años. Aceptar el sistema de la vida, entender y valorarlo sabiendo lo que cada momento nos aporta es la clave incluso para entendernos a nosotros mismos.



11/11/15

Los dos caminos.



Hoy leía que en la vida hay dos caminos, el de la huída y el del camino hacia lo que uno desea. Nuestra vida parece que discurre en medio de estas luchas internas y externas.

Huimos del dolor y caminamos hacia el placer. Nos alejamos de lo que nos molesta en busca de lo que nos da placer. 

Dos caminos que en el fondo buscan una sola cosa, la felicidad y el bienestar de cada uno. ¿Hay alguna diferencia entre ellos?, pensaba yo.

Cuando huimos da la impresión de que el fantasma nos persigue. La huída conlleva una carga, la del duro fardo del dolor. Esa carga creo que nos impide avanzar por la vida ligeros de equipaje. No hay nada como caminar livianos. Tendremos más agilidad. Mirar hacia atrás pendientes de lo que dejamos hace que sigamos con ello en la cabeza. 

Cuando nos enfocamos hacia lo que sí deseamos, el pasado queda atrás. Lo que nos ha subyugado ya no pesa, lo hemos tirado antes de iniciar el camino. En nuestra mente, nuestra visión y nuestra brújula sólo se encuentra lo que sí deseamos. No huímos, vamos al encuentro de algo que sí deseamos para nuestras vida.

Creo que la decisión correcta es mirar al futuro, construirlo y saborear cada paso. Dejar las cargas a un lado nos hará caminar más ágiles, felices y entusiastas. Vamos a por lo que nos merecemos, y no hay nada peor que ir cargando con lo que no es parte de nuestros objetivos.

Mirando siempre al frente......

10/11/15

Vivir al límite.



Puede parecer estresante, preocupante y temeroso, pero vivir al límite te lleva a tener nuevas actitudes en la vida que te permitirán ver la vida desde otra perspectiva y verte a ti mismo con unos ojos diferentes.

Cuando veo los límites a los que someten a unos personajes famosos teniendo que atravesar por experiencias física y mentalmente extenuantes te das cuenta de dos cosas importantes: Del miedo y de lo que eres capaz de atravesar cuando te enfrentas a él.

Hay una serie de experiencias que nos preparan para situaciones límites. Tonny Robbins es famoso por llevar a cabo sesiones de caminar sobre el fuego, concretamente sobre brasas de fuego. He sido invitado en alguna ocasión, pero no he tenido la oportunidad de poder participar. Pero creo que es una experiencia interesante el poder vivirla.

¿Cuántas decisiones dejamos de tomar por culpa del miedo? Muchas veces las hemos tenido que tomar irremediablemente porque nos hemos visto obligados a ello. Pasado un tiempo nos hemos dicho, ¿por qué no lo hice antes? 

El miedo existe en nuestra cabeza. Nos imaginamos lo que todavía no ha pasado y sobre todo la incapacidad que podemos llegar a tener a la hora de vivir ciertas circunstancias. Sólo cuando las vivimos nos damos cuenta de lo erróneo de nuestras creencias y de las grandes posibilidades que había y hay en nosotros que no somos capaces de vivir porque nos lo impiden esas creencias.

Las situaciones límite nos lleva a explorar mucho más hacia el mundo de posibilidades y las grandes herramientas que existen dentro de nosotros.


9/11/15

Volver a ser niños.



"El relato infantil, 
al mismo tiempo que divierte al niño, 
le ayuda a comprenderse 
y alienta el desarrollo de su personalidad. 
Le brinda significados 
a diferentes niveles 
y enriquece su existencia 
de muy distintas maneras”.

Bettelheim

La verdad es que la etapa de niños no deja de ser una etapa realmente enriquecedora en nuestras vidas. "Jugamos", nos "divertimos", nos vamos "conociendo a nosotros mismos" y crecemos en personalidad y en sentido de la vida.

El juego es algo que no deberíamos perder. Afortunadamente veo a mucha gente jugando, haciendo deporte, jugando a muchas cosas, físicamente y on line. El juego no deja de ser algo divertido que nos permite vivir de una manera distendida, alegre, sin compromisos cara a los demás y donde el "perder" está permitido. Es parte del juego y de la diversión.

Crecemos en medio del juego y de sueños, de fantasías que nos permiten vivir y crecer al mismo tiempo desarrollando nuestras cualidades. Lo bueno es que lo hacemos de forma divertida y no de forma obligada para poder llevarnos algo a la boca. Ese espíritu de niñez lo vamos perdiendo ante la seriedad que le imprimimos a la vida en muchas ocasiones.

Volver a ser niños. No en edad, sino en sueños, fantasías, ilusiones que den sentido y alegría a nuestras vidas.




6/11/15

Actitud contagiosa.


De todos los componentes del Talento, 
es la Actitud la que se contagia


Siempre hay cosas que te llaman la atención sobre una persona, pero para bien o para mal la actitud es una de ella. La actitud es algo que arrastra. Puedes encontrarte en un buen momento que haces posible que todos se acerquen a ti, o todo lo contrario, que se alejen. La actitud es lo que hace que nos sintamos bien o mal con nosotros mismos y con los demás.

Si me apuras un poco te diré que la actitud representa algo más profundo que las palabras. Es algo que se deja ver por si misma y capaz de arrastrar sin decir ni una sola palabra. Basta que se viva de forma coherente que permita que otros te copien o te sigan.

La actitud muestra nuestra creencia real de los valores que decimos tener. A veces observas a alguien dándolo todo pero ves una actitud que contradice todo lo que profesa e incluso lo que hace. Me refiero a que cuando se ven solos o no apoyados ya no saborean o disfrutan de lo que hacen. El que si lo disfruta lo hace a pesar de las circunstancias. Y eso es lo que contagia: la actitud.

5/11/15

La gestión del desempeño.

La gestión del desempeño
no puede ser una rutina, 
sino una prioridad. 
Los directivos deben pensar 
en el talento de su gente 
en términos de Aptitud (Conocimientos y Habilidades), 
Actitud (Comportamientos, en lenguaje de competencias), 
Compromiso (la energía física, mental, emocional y de valores 
que ponemos al servicio del proyecto) 
y Contexto (encaje cultural).

Me gustó esta frase que leía hoy en un blogg. Lo primero que se me vino a la mente es la terquedad que tenemos a veces en hacer que todo encaje tal y como lo tenemos en la mente planeado sin tener en cuenta ni a las personas, ni a sus habilidades, ni a las circunstancias. Me hacía recordar a los viejos métodos del porque yo lo digo, yo lo ordeno y yo lo mando.

¿No será éste uno de los motivos por los cuales encontramos mucha insatisfacción en el trabajo, en las relaciones interpersonales y en la vida en si misma?

Se me antoja que podemos sentirnos satisfechos de lo que conseguimos a través de los demás, pero si nos diéramos cuenta de la insatisfacción que hay en otras personas por culpa de nuestra satisfacción, ¿seguiríamos igual de satisfechos?

Los éxitos serían mayores en nuestra vida si vemos que los demás triunfan porque les hemos ayudado a ello. Ser la llave que abre la puerta a otros hace sentir bien a uno mismo y a los otros. Tener en cuenta sus "Aptitudes", "Actitudes", "Compromiso" y "Contexto" es saber aprovechar y utilizar todo lo que la vida nos ofrece, aprender de ello y crecer a la par con los demás.

4/11/15

Querer es poder.



Los verdaderos límites de lo que queremos alcanzar se encuentra la mayor parte de las veces en nuestra mente, en nuestras creencias irracionales que dominan todas las decisiones que tomamos en el transcurso de nuestra vida. Pero, ¿se pueden cambiar esas decisiones? ¿Y esas creencias? ¿Cómo transformar e ir desde lo que no queremos hacia lo que sí deseamos.

  • La necesidad es la madre de cualquier proceso de cambio y de transformación en la vida. Es lo que motiva. Le da sentido al cambio. La necesidad nos tiene en un estado de carencia que nos hace frágiles y vulnerables a las vicisitudes de la vida. Cuando hay una situación que nos acorrala nuestro instinto de supervivencia hace que nos despertemos y demos mucho más de nosotros mismos. Es la necesidad la que ha hecho posible todos los inventos y adelantos que la ciencia nos ofrece hoy en día, desde la cura de enfermedades hasta el transporte y la comunicación.
  • Querer es poder. Querer cambiar es el segundo paso. Si nos estamos ahogando y no queremos ser rescatados nos dejaremos ir. De nada nos sirve tener los medios si no ejercemos una acción hacia la transformación. Ante los retos, el camino difícil, los obstáculos y los problemas hay muchas voluntades que se vienen abajo. La voluntad se torna indispensable. Una fuerte necesidad hace posible una fuerte voluntad. Todo depende de si uno quiere o no la transformación. De hecho querer es poder.
  • Saber hacerlo. Saber es tener una actitud de búsqueda. Es una actitud proactiva de buscar y de aprender de la vida, de uno mismo y de los demás. Es adquirir los conocimientos que pueden hacer posible lo que queremos. Es la actitud constante de intentarlo y de aprender de las veces que decimos que no funciona.



¿Cómo iniciar un proceso de transformación? Creyendo que es necesario, queriendo hacerlo y sabiendo hacerlo.

3/11/15

El propio Karma


Es la prueba de fuego para cualquier persona. La situaciones de la vida, el trato que nos ofrecen los demás, queramos o no suelen hacer mella en cada uno de nosotros. El equilibrio, la propia autoestima y la confianza en uno mismo, así como la fidelidad a los propios valores que profesamos es indispensable. Todo ello se consigue con el crecimiento personal y sabiendo dar prioridad a dos cosas muy importantes:
  • Los propios valores. Si creemos en algo, creemos en ello sea en la situación que sea. No dependemos de lo que nos suceda o de cómo nos traten, sino de aquello en lo que creemos y en lo que somos. Una pequeña historia lo refleja de una manera muy clara: 

Un hombre rico 
le entregó una canasta con basura 
a un hombre pobre.
El hombre pobre sonrió 
y corrió con la canasta, 
la vació, la lavó y la llenó de flores 
y se la dio de regreso...
El hombre rico se asombró y le preguntó...
¿Por qué me has dado flores, si yo te di basura? 
el hombre pobre respondió: 
Porque cada uno da, 
lo que tiene en su corazón...
  • El otro aspecto importante para mí es la libertad. Ante las alabanzas que me puedan hacer, soy libre. Ante el desprecio, soy libre. No pierdo mi identidad dependiendo de las circunstancias. El ejemplo más claro para mí es el del mismo Jesucristo en la cruz cuando solicita el perdón porque no sabía lo que hacían, o bien Gandhi en su cultura de la no violencia.
Caer en la provocación de los demás es perder nuestra propia dignidad, nuestro estilo de vida, nuestros valores y nuestra libertad.

Mantenerse en nuestros valores y en nuestra libertad de reaccionar ante la realidad tal y como queremos, es confiar plenamente en lo que creemos.



2/11/15

La voz de la experiencia.





AHORA YO SÉ

Cuanto tiempo de sueño perdido 
Cuanto tiempo olvidado 
Es mejor ni pensar 
Yo creí que entendía de todo 
Que sabía de todo 
Pero era un error. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo. 

De consejos que a veces oía 
Yo siempre huía 
No quería entender 
En un mundo de ensueños yo andaba 
Y tan sólo pensaba 
En nuestro querer. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo. 

Y ahora mi camino es incierto 
Y mi mundo es decierto 
Yo no vivo porque 
Yo pensé que entendía de todo 
Que sabía de todo 
Pero no sé de ti. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
La, la, la, la....

(Roberto Carlos)

Es una canción que me trae muy buenos recuerdos y que hoy ha venido a mi mente porque la voz de la experiencia puede ser muy buena consejera y el principio de un camino a recorrer y la muleta en la que apoyarse para toma de decisiones importantes.

La experiencia es información. Curiosamente estamos en la época de la información y hay sectores en los que se paga por obtenerla. Quien más información posea más claro lo tendrá siempre y cuando sepa gestionarla.

¿Quién no se ha parado alguna vez en la vida y recuerda los consejos que había recibido y decidió ignorarlos porque lo creía saber todo o simplemente quería intentarlo haciendo guiños a los desafíos que quería darle a la vida.

La experiencia es una buena consejera, aunque no la única. A veces ir en contra de la experiencia resulta. Es el caso de los grandes inventores. Decía Víctor Hugo que una idea es loca hasta que se convierte en realidad. Pero tener la experiencia como referencia siempre nos ayudará a poder contrastar lo que queremos con lo que ha habido hasta el momento.

Lo que sí es cierto e ineludible es que hay caminos de éxito personal, profesional, familiar, de relaciones interpersonales que están marcados por una serie de pasos. No escucharlo, no tenerlos en cuenta, ir por libre, querer hacer la machada por propia cuenta y riesgo conlleva casi todos los billetes para no lograrlo.

La vida es, queramos o no, parte de un sistema. Los sistemas llevan unas pautas que son las que marcan éxito y fracaso. Tenerlas en cuenta es sabiduría. Es conocimiento con el que contar como punto de partida.