En la convención en la que participé este fin de semana me encontré con una frase en la parte trasera de las camisetas de una oficina compañera que decía:
El éxito no te da la felicidad,
es la felicidad la que te da el éxito.
Siempre lo he dicho es más importante el proceso que el momento exacto en el que triunfas. El proceso es el camino en el que vas creciendo, madurando, aprendiendo, desarrollando toda una serie de habilidades. El éxito en sí es el momento, el culmen de todo lo que has vivido y por lo que has luchado.
Es reconfortante vivir el éxito, pero lo es mucho más el placer de ir consiguiéndolo poco a poco y ver que te vas acercando a él. Es precisamente esta sensación o vivencia la que te ayuda a alcanzarlo.