Es una frase que me encontré en el Blogg de Juan Carlos Cubeiro y que considero importante. Lo considero así porque....
- Muchas veces vamos tras ella como si estuviera fuera de nosotros o como si nos fuera ajena. Y como he oído en alguna ocasión cada uno tiene la libertad de elegir ser feliz o no, todo es cuestión de decidir como podemos ser felices en las diferentes circunstancias que vivimos. El poder de decidir como sentirnos es propiedad indiscutible de cada uno de nosotros. De hecho podemos ver a muchas personas atravesando por una misma situación y muchos tienen actitudes diferentes, unos más positivas y otros menos; unos más constructivas y hay quien las tiene más destructivas.
- La felicidad no es algo que se encuentra, sino que se vive y se construye. Una de las cosas más difíciles para una persona es comprender que esta situación, la de yo poder construir por mi mismo mi propia felicidad. Recuerdo en una ocasión a unas personas que se quejaban de no ser felices. Alguien les preguntó en que consistiría esa felicidad. Uno de ellos respondió el estar sentado un buen rato en el banco que está en el parque al lado de su casa. Se le volvió a preguntar: ¿Y por qué no te sientas? Después de un largo y pensativo silencio salió con una excusa de tipo familiar. Y como dice el proverbio, el que quiere encuentra motivos, y el que no excusas.
- Construir es un trabajo que tiene un objetivo, y el objetivo es sentirnos bien con nosotros mismos. ¿Sabías que menos del 20% de la población mundial trabaja en algo que le apasiona? ¿Por qué al más del 80% le cuesta dedicarse a lo que le apasiona? ¿No será que construir te lleva a planificar y planificar te lleva a pensar, el pensar te lleva a elegir y que tomar decisiones donde hay que optar por unas cosas y dejas otras es algo que nos aterroriza? ¿No será también porque nos cuesta escribir aquello que nos hace feliz y comenzar a dar los pasos necesarios para ponernos en camino?
La vida no es algo a vivir así, sin más. La vida es un viaje a quien sabe donde, porque muchas veces nos ponemos en camino y acabamos cambiando el destino. Lo importante de la vida es ir construyendo la felicidad a cada paso y no esperar a encontrarla porque creo y pienso que la felicidad no está en la llegada sino en el propio camino que se realiza. La llegada es un día, el camino son todos los días y todos los días hay que saborearlos.