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Todos tenemos sueños pero, ¿cuánto tiempo le dedicamos al sueño? Tal vez la parte más importante del sueño sea la de visualizarlo. A través de la visualización sabemos el cómo, el cuando, el porqué, el donde, el con quién y otros muchos detalles más que forman no sólo la columna vertebral sino la base de lo que queremos alcanzar. Cuantos más detalles tengamos del sueños o del objetivo que deseamos más lo alimentamos en nuestra mente, mayor es la motivación y la ilusión con la que lo emprenderemos. Y si a ello le sumamos la fuerza del escribirlo no te digo nada. La temperatura dentro de uno sube tan rápido como el rayo y nuestra mente nos predispone a una actitud de realizar el sueño en sí.
Nunca estaría de más el usar mapas mentales: la mente se alía con la escritura y también con los signos que bien pueden ser gráficos o figuras que representen algo para nosotros. El mapa metal tiene mucha fuerza a la hora de visualizar el sueño en un papel además de resumirlo y de esquematizarlo. Será un recordatorio y una guía perfecta. ¿Qué preguntas nos pueden ayudar a visualizar mucho mejor el sueño?
- ¿Qué deseo de verdad?
- ¿Qué beneficios voy a obtener después de conseguir el resultado?
- ¿En qué variará mi vida una vez conseguido el resultado?
- ¿Qué significará para mi el obtener este resultado?
- ¿Cómo me veo yo a mi mismo consiguiendo el resultado?
- ¿En qué sentido me sentiré realizado?
- ¿Cómo influirá en mi vida familiar, laboral o social?
- ¿Qué habré aprendido de todo el proceso?
- ¿A que me invitará después la consecución de este objetivo?
- ¿Qué aportaré los demás con este resultado?
Pues nada, ahí queda una invitación para quien quiera hacer posible que su sueño gane fuerzas. Te invito a hacerlo y a observar los resultados dentro de ti mismo durante y después del proceso. Te sorprenderás.
