Me ha llamado la atención una campaña sobre el Alzheimer en la que invitan a las personas a "recordar" e introducir recuerdos en una página Webb. Mientras observaba el anuncio me vino a la mente "la línea de la vida", un ejercicio que en coaching se utiliza para reforzar las fortalezas de la personas. Y me pregunté: ¿Por qué no proponer un pequeño ejercicio que nos ayudaría no sólo a recordar momentos del pasado, sino también a compartirlos con los más allegados?
El ejercicio, aunque no es difícil en sí pues se trata de recordar, tiene la pequeña dificultad de que requiere un poco de tiempo pues, pensar en los mil y un detalles de la vida de cada uno puede hacerlo un poco largo o pesado. Imagínate que regalo tan bonito para unas bodas de oro, plata, o para un cumpleaños o, ¿por qué no?, para uno mismo, para subir la autoestima, la confianza en si mismo y desarrollar mucha más fuerza interior.
Es algo muy simple. Toma una hoja de papel, si es grande mejor, y ve dividiéndola en cuadraditos pequeños, tantos como años tengas tú. A cada cuadrado asígnale un número, el del año de tu vida en cuestión y dentro de cada cuadro poner la vivencia, el recuerdo o la anécdota que has vivido en su momento.
Después de haber recuperado tantos recuerdos y experiencias, ¿qué vibra nuevamente en ti? ¿que hay de nuevo en tus vivencias? ¿qué aprendes de tus recuerdos? Y si lo consideras oportuno acompáñalo de fotos, de dibujos, de colores que identifiquen esas vivencias y sentimientos.
Por último compártelo, da gracias a la vida y siéntete satisfecho de todo el camino realizado hasta el día de hoy, sabiendo que mañana prosigues tu andana por la vida en compañía del resto.