16/5/16

Meditar y Compartir


Meditar. Fuente de aprendizaje.

Cuando tenemos problemas o lo pasamos mal tenemos la costumbre de mirar hacia afuera, de señalar culpables y de buscar fuera de nosotros mismos los responsables de todo lo que nos pasa. Pocas veces miramos hacia el interior de nosotros, sabiendo que la mayor parte de las veces es ahí donde podemos encontrar mucha luz y mucha parte de nuestra responsabilidad.

Cuando tenemos esa capacidad de guardar silencio dentro de nosotros mismos suelen ocurrir varias cosas importantes.
  • No luchamos contra nadie, por lo que la mente se acalla y comienza a ver con mucha más claridad. Mientras luchamos contra las adversidades nuestra mente está centrada en ellas y no es capaz de ver otra cosa sino lo que tiene en la mente.
  • Cuando la paz se hace realidad en nuestra mente ocurre lo mismo que cuando dejamos de revolver el agua sucia. La suciedad tiende a depositarse en el fondo y permite ver con más claridad.
  • Al ver con más claridad podremos observar cosas dentro de nosotros en relación a aquello contra lo que luchamos que nos permite conocernos mejor, ver detalles de nosotros mismos que ignorábamos e incluso aspectos de la realidad de los que tampoco éramos conscientes.
  • En relación hacia los demás no nos damos cuenta de que muchas veces cuando hablamos de situaciones o de personas os estamos dando más a conocer a nosotros mismos que a las personas o situaciones de las que hablamos, por lo que pueden ser piedras que lanzamos contra nuestro propio tejado.
Es cierto que las penas llevadas por varios alivia la carga, pero son cosas que hay que hacer en contadas ocasiones y cuando realmente necesitemos desahogarnos, pero siempre con la finalidad de conocernos mejor a nosotros mismos y a nuestros sentimientos que en criticar lo que no merece la pena criticar.

Compartir lo positivo.

Siempre es mucho mejor compartir lo positivo y agradable que lo negativo. 
  • Lo negativo generalmente no aporta sino dolores de cabeza y tristeza a otras personas. Lo positivo, por el contrario, aporta energía y vida a los demás. 
  • La negatividad acaba haciendo que la gente rechace, mientras que ser positivo hace que la gente te busque.
  • La positividad hace que expandamos nuestra mente, mientas que la negatividad nos encierra en un círculo que nos desgasta y empobrece.