1/11/10

Dejando huella



Hoy, dentro de la cultura cristiana, celebramos el dia de todos los santos, aunque curiosamente es el dia en que se le da mas importancia a los muertos. Así y a todo. No es malo recordar a todos los santos y a todos los muertos desde la perspectiva de la huella que han dejado en nosotros o en la misma vida. Seria una fiesta en la que pasaríamos de la intrascendencia de la vida de aquellos que han pasado sin pena ni gloria a la trascendencia de reconocer en ellos los aspectos que los hacían únicos y especiales.

Tan solo cabe preguntarse, para celebrar mejor el dia, ¿qué me gustaría dejar a mi como legado al resto de la humanidad? ¿Cuál sería la mejor aportación que me dejaría satisfecho como persona? Al fin y al cabo santidad es la excelencia, a lo que todos estamos llamados. Dejar la mediocridad para vivir en plenitud desarrollando todo lo que somos potencialmente.

Todos tenemos alguien a quien admirar, alguien que ha dejado una huella en cada uno de nosotros. Pero más allá de la admiración hay algo mucho más importante: aprender algo que sirva para la propia vida de uno. Partir de lo que se nos ha dejado para mejorar aquello que puede ser mejorado. Pasar de la mediocridad a la excelencia en nuestras vidas.